tag:blogger.com,1999:blog-47851566315465652892024-03-14T00:17:20.108+00:00 Blog de José Luis Díaz"Lo que inquieta al hombre no son las cosas, sino las opiniones acerca de las cosas".
(Epicteto)José Luis Díazhttp://www.blogger.com/profile/04378981631461909649noreply@blogger.comBlogger1128125tag:blogger.com,1999:blog-4785156631546565289.post-54588152170408245262022-06-23T08:37:00.000+01:002022-06-23T08:37:50.856+01:00Ucrania y la guerra interminable<p><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><b>Si no fuera porque cada vez que
encendemos la luz o ponemos gasolina nos acordamos de toda la
parentela de Putin, ni por asomo nos importaría lo más mínimo que
la guerra de Ucrania cumpla ya cuatro meses y dé indicios de estarse
volviendo crónica. No digo yo, como hace el Gobierno español, que
la inflación sea solo culpa de Putin, pero es evidente que con su
machada en Ucrania el IPC se nos ha ido de madre y ahora no hay
manera de hacerlo entrar en razón. Lo peor de todo es que Putin es
perfectamente consciente de que la inflación le hace un descosido
muy grande a las economías occidentales que puede derivar en recesión
económica, con lo que le cuelga de mayor polarización social y
política, euroescepticismo, populismo y otras excrecencias que
pondrían a las democracias un poco más contra las cuerdas. Y a eso
juega el dictador moscovita, a una larga guerra de desgaste que
fuerce a Occidente a pedir agua por señas, o lo que es lo mismo, a
forzar a Ucrania a sentarse a la mesa negociadora en desventaja
frente a su agresor.</b></span></p><p><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibc9Ckvxi8QCspg_DgZFEMeQkYfJc52cBnL8HJ_xmel8vDeZPAedQJIPEl1cGsuiRG1uR7a6YNeCeL1yJqix3eLPjjsQkgnYENAxh66BHX1x9ZMPH66o9mGlSnhUyhKkGz94zJEoFmeshfEqlIyWcpMvS2yUJmOtPYt-YAxabBw-u3SIkRzTneenUS/s813/rusia-ucrania-guerra%20(4)_0.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="558" data-original-width="813" height="440" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibc9Ckvxi8QCspg_DgZFEMeQkYfJc52cBnL8HJ_xmel8vDeZPAedQJIPEl1cGsuiRG1uR7a6YNeCeL1yJqix3eLPjjsQkgnYENAxh66BHX1x9ZMPH66o9mGlSnhUyhKkGz94zJEoFmeshfEqlIyWcpMvS2yUJmOtPYt-YAxabBw-u3SIkRzTneenUS/w640-h440/rusia-ucrania-guerra%20(4)_0.jpg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;"><b><span style="color: #660000;">REUTER</span></b></td></tr></tbody></table><span style="color: #660000;"><br /><b><br /></b></span></span></p><p><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><span style="color: #660000;"><b>La guerra divide a los europeos</b></span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">De hecho, algunos como el presidente
Macron empiezan a dejar caer sibilinamente la necesidad de buscar una
salida que “no humille” al pobrecito Putin, no se nos vaya a
traumatizar. Desde Estados Unidos el presidente Biden, aunque sigue
enviando armamento, parece menos beligerante que hace algunas semanas
a la vista de que la inflación también le puede complicar
seriamente la economía doméstica, tal y como ya está ocurriendo en
la UE. Aunque suene cínico, ante este panorama de incertidumbre
económica,<span style="color: #660000;"><b> es evidente que a los dirigentes europeos, empezando por
Pedro Sánchez, les viene de perlas tener a alguien como Putin para
echarle la culpa de no haber hecho prácticamente nada para reducir
drásticamente su elevada dependencia de los suministros energéticos
rusos</b></span>.</span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">De momento se mantiene la unidad entre
los países europeos, si bien cogida con alfileres. Cosa distinta
ocurre entre los ciudadanos, como acaba de poner de manifiesto el
Consejo Europeo de Relaciones Internacionales en una encuesta en la
que se revela que aproximadamente la mitad de los europeos aboga por
una paz negociada con Putin y la otra mitad pide más dureza contra
el sátrapa ruso. Sospecho que si la guerra sigue enquistada y la
polarización social aumenta, <b><span style="color: #660000;">no pasará mucho tiempo antes de que la
UE y los Estados Unidos, agobiados por la situación económica,
empiecen a presionar a Zelensky para que se siente a negociar con
Putin aunque eso implique cederle el territorio ucraniano
conquistado</span></b>, que va ya por el 20% del país. Incluso las solemnes
promesas de llevar a Putin ante los tribunales para que sea juzgado
por crímenes de guerra parecen haberse enfriado y ningún
líder europeo habla ya de ese asunto.</span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;">
</p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #660000; font-size: large;"><b>Ucrania en la UE: ¿falsas expectativas?</b></span></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">Aunque tal vez sea crear falsas
expectativas, Bruselas le está ofreciendo a Kiev la posibilidad de
integrarse en un futuro indefinido en la UE siempre que acometa
profundas reformas que seguramente llevaría años aplicar una vez
acabada la guerra. Con las conversaciones estancadas desde marzo,<span style="color: #660000;"><b> la
duda es si Zelensky estaría dispuesto a pagar el alto precio que
supondría ceder territorio soberano a cambio de paz y pertenencia a
la UE y si los ucranianos lo aceptarían</b></span>. No obstante, a la vista de
que su capacidad militar parece en las últimas y que si continúa
combatiendo a los rusos es gracias al armamento occidental, tampoco
es descabellado pensar en que acabe por sacar
bandera blanca.</span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">Mientras, sobre el campo de batalla
continúa la sangría de víctimas civiles inocentes: según la ONU
la cifra ronda las 4.600, aunque seguramente serán muchas más dadas
las dificultades para hacer recuentos en medio de los bombardeos con
artillería, los ataques aéreos y los misilazos rusos. <b><span style="color: #660000;">Un cuarto de
la población ucraniana está desplazada de sus hogares,
incluyendo a los más de siete millones de refugiados de los que
también parece que nos hemos olvidado por completo</span></b>. Así, por
ejemplo, ya no hay competiciones privadas y públicas por acudir a
Ucrania a traer refugiados como ocurrió en los primeros compases de
la guerra.</span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #660000; font-size: large;">La guerra y el precio del pan</span></b></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">Otro flanco derivado de la guerra cada
día más preocupante es el de las importaciones
de cereales, cuyos precios se han elevado un 50% desde el inicio del
conflicto debido al bloqueo ruso de los puertos ucranianos y a la
consabida especulación en los mercados. Cabe recordar que solo los países
africanos importan más del 40% del cereal que consumen de Rusia y
Ucrania, lo que ha llevado a la ONU a advertir de que <span style="color: #660000;"><b>si la situación
persiste, el número de hambrientos en el mundo crecerá en más de
13 millones.</b></span> A lo anterior hay que añadir la escasez de
fertilizantes y de insumos para la ganadería, todo lo cual dibuja un
sombrío panorama que se refleja, por ejemplo, en que una barra de
pan cueste hoy en España un 10% más que hace un mes.</span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #660000; font-family: georgia; font-size: x-large;"><b><i></i></b></span></p><blockquote style="text-align: right;"><span style="color: #660000; font-family: georgia; font-size: x-large;"><b><i>"Lo peor que se puede decir de una guerra es que no se le ve el final "</i></b></span></blockquote><p></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">Tal vez lo peor que se puede decir de
una guerra en curso es que no se atisbe el final sino más bien su
continuidad indefinida con el reguero interminable de víctimas y
daños materiales.<b><span style="color: #660000;"> Esa es a fecha de hoy la situación de la guerra
en Ucrania, sin visos de estar a las puertas de algo parecido a un
alto el fuego o a un armisticio o unas negociaciones de paz justa y
duradera</span></b>. China, el gran aliado ruso, no solo no ha movido un dedo
para que cese la invasión sino que acaba de “incrementar la
cooperación energética, financiera e industrial” con Rusia en un
marco de “relaciones sin precedentes”.</span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">Puede que Putin haya perdido lo que
llaman algunos la guerra geoestratégica al provocar que Suecia y
Finlandia quieran ahora entrar en la OTAN, pero demuestra que tiene
capacidad militar para aguantar el envite mucho más tiempo que
Ucrania a pesar incluso de las sanciones de Occidente, paliadas en
buena medida con el apoyo chino. Ante la crisis económica y el
riesgo cierto de que desemboque en recesión, <b><span style="color: #660000;">la gran pregunta es
cuánto tiempo más seguirán la UE y EE.UU apoyando militarmente a
Zelensky antes de empezar a exigirle conversaciones de paz</span></b>. Creo que
nadie lo sabe, ni siquiera unos dirigentes europeos entregados a sus
cuitas domésticas y a sus juegos de manos sobre la dependencia
energética rusa. Lo único claro a fecha de hoy, cuatro meses después de la invasión, es que las víctimas civiles
las seguirá poniendo Ucrania y el coste económico unos ciudadanos
europeos que sufrimos en nuestros bolsillos la vesania de Putin y la
falta de previsión de nuestros políticos.</span></span></p>José Luis Díazhttp://www.blogger.com/profile/04378981631461909649noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4785156631546565289.post-49310596757610172692022-06-20T11:05:00.001+01:002022-06-20T11:26:57.741+01:00Andalucía indica el camino<p><b><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Mil y un análisis se suelen hacer
después de cada cita electoral, algunos diametralmente opuestos
entre sí y otros más o menos coincidentes. Lo que nadie podrá
negar en el caso de las elecciones andaluzas es que la inmensa
mayoría de los ciudadanos que acudieron a votar ayer han preferido
la continuidad y la moderación de Moreno Bonilla frente a un PSOE
abducido por los mensajes vacíos de la ultraizquierda por un lado, y
el histrionismo folklórico de la ultraderecha por el otro. La
primera y más importante lección que toca aprender a los perdedores
es que los ciudadanos ni son imbéciles ni se les puede acusar de no
saber votar cuando prefieren la gestión y la estabilidad, un bien en
sí mismo de la democracia, frente a los debates de campanario y las
riñas ideológicas que en nada ayudan a resolver los problemas
cotidianos de la gente.</span></b></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3TFLKJNdHoRDw2OS10XEr0NxmyXr92_BXcXQSlXxRuIcpdg2m1GEW_o1Pg2NBlo3IGlaPp6doiaclDRsOiDrlNhgguoEjCevFrZ-eM47FqhddXyszninVoztDVxC8xhAOgeExA62NbNblKO76schATAoMFiw3fJ6bOecnbvoj11cPPWkKc57tEWB1/s624/JMManf-RpaVTcf66ZBFDkfmmsFFUEI-624x385@Diario%20Sur%20(1).jpeg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><span style="font-size: large;"><img border="0" data-original-height="385" data-original-width="624" height="394" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3TFLKJNdHoRDw2OS10XEr0NxmyXr92_BXcXQSlXxRuIcpdg2m1GEW_o1Pg2NBlo3IGlaPp6doiaclDRsOiDrlNhgguoEjCevFrZ-eM47FqhddXyszninVoztDVxC8xhAOgeExA62NbNblKO76schATAoMFiw3fJ6bOecnbvoj11cPPWkKc57tEWB1/w640-h394/JMManf-RpaVTcf66ZBFDkfmmsFFUEI-624x385@Diario%20Sur%20(1).jpeg" width="640" /></span></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;"><b><span style="color: #660000; font-size: large;">SUR</span></b></td></tr></tbody></table><b><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></b><p></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #660000; font-family: inherit; font-size: large;">De Moreno <i>Nocilla</i> a ganar por
mayoría absoluta</span></b></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Moreno Bonilla, del que se burló la
izquierda pata negra e incluso sus compañeros del PP – Moreno
<i>Nocilla</i> lo llamaban por su supuesta blandura -, <b><span style="color: #660000;">le ha dado a Feijóo
su primer gran triunfo electoral y, de paso, le ha enseñado el
camino a La Moncloa</span></b>, en donde Pedro Sánchez seguramente no ha pegado
ojo esta noche pensando qué hacer tras el revolcón en el feudo
histórico del PSOE desde que Felipe González y Alfonso Guerra
vestían chaqueta de pana con coderas. Lo que ha dado al PP su
primera mayoría absoluta en Andalucía ha sido la gestión de Moreno
Bonilla en los últimos cuatro años, o lo que es lo mismo, haber
demostrado que se puede confiar en él para ocuparse de los asuntos
de la comunidad autónoma más poblada del país. Y yo, sinceramente,
<span style="color: #660000;"><b>no veo mejor argumento que la confianza para optar por un candidato
en unas elecciones</b></span>.</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">El candidato popular, además de
coronarse con honores presidente andaluz electo, ha parado los pies a
Vox y esta es otra buena noticia para Núñez Feijóo<b><span style="color: #660000;">. Los de Abascal
se apuntaron al órdago de exigir sillones en la Junta si sus votos
eran imprescindibles para que Moreno Bonilla fuera reelegido
presidente</span></b>. Tengo pocas dudas de que una exigencia como esa animó a
muchos andaluces a optar por un gobierno autonómico sin ataduras ni
hipótecas de la ultraderecha, sin despreciar tampoco los efectos
negativos de una campaña llena de despropósitos de la candidata
Olona de principio a fin.</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #660000; font-family: inherit; font-size: large;"><b>El PSOE y la ultraizquierda siguen sin
aprender de sus errores</b></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Pero, sin duda, es en las filas del
PSOE en donde más duele el coscorrón, con un candidato sin carisma,
que <b><span style="color: #660000;">ha empeorado los resultados de la defenestrada Susana Díaz en
2018 y que ni tan siquiera ha sido capaz de ganar al PP en Sevilla</span></b>,
la ciudad de la que fue alcalde y buque insignia del socialismo
andaluz y español. Se dice pronto, pero Espadas ha perdido votos en
favor del PP y no ha sido capaz de captar los de Ciudadanos. Su
campaña electoral ha carecido de discurso propio y diferenciado de
la ultraizquierda y ha estado plagada de meteduras de pata como la de
Zapatero proclamándose orgulloso de Chaves y Griñán o Adriana
Lastra llamando a las barricadas si el PSOE no ganaba ayer.<span style="color: #660000;"><b> Con
compañeros de partido como esos no necesitaba Espadas rivales para
caer con todo el equipo.</b></span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Con no menos dolor se deben andar
lamiendo las heridas en una ultraizquierda dividida y cainita que ha
vuelto a comprobar en sus propias carnes que <b><span style="color: #660000;">sacar de paseo a Franco
cada dos por tres y proclamar alertas antifascistas a cada rato no
sirve para ganar elecciones,</span></b> sino ofrecer soluciones realistas a los
problemas cotidianos que sufren los ciudadanos. No lo aprendieron
cuando se estrellaron en las elecciones madrileñas y siguen sin
comprenderlo ni superarlo todavía. El proceso de escucha de Yolanda
Díaz se daña seriamente incluso antes de nacer y se lastra con las
imputaciones de Colau y Oltra y su doble vara de medir a la hora de
asumir responsabilidades políticas.</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #660000; font-family: inherit; font-size: large;"><b>Réquiem por Ciudadanos y la incógnita
de Sánchez</b></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">En cuanto a Ciudadanos solo cabe
entonar un <i>requiescat in pace</i> por su alma después de quedar
fuera del parlamento andaluz. <b><span style="color: #660000;">El candidato Marín luchó hasta el
último momento por un proyecto que sigue siendo necesario en España
pero que la mala cabeza de sus dirigentes ha convertido en un juguete
roto </span></b>y arrinconado por la historia. Marín ha sido incapaz de evitar
la sangría de votos que han beneficiado al PP, pero le honra haber
anunciado su dimisión después del sonoro fracaso electoral de ayer
a pesar de haber sido un socio leal del presidente electo andaluz
durante los últimos cuatro años.</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">En resumen, por mucho que los
socialistas pretendan separar el tortazo andaluz de la política
nacional, cualquier que no esté ciego o sea hooligan irredento del
PSOE ve la relación y se pregunta por las consecuencias políticas
de lo ocurrido ayer.<b><span style="color: #660000;"> Pocas dudas quedan ya de que el “efecto
Feijóo” existe y que está llamando con fuerza a la puerta de La
Moncloa</span></b>. Quinielas hay varias y solo el tiempo dirá cuál es la
ganadora, pero en ningún caso cabe esperar que Sánchez no mueva
alguna ficha después del varapalo andaluz.</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Para unos podría ser una remodelación
del Gobierno después de la cumbre de la OTAN con el fin de recuperar
la iniciativa y resistir hasta que toque convocar elecciones. Otros
pensamos que <span style="color: #660000;"><b>lo que corresponde a estas alturas, con una crisis desatada, un presidente
chamuscado por sus propios errores y mentiras y una legislatura
enredada en disputas partidistas y juegos de tronos, es llamar a los
ciudadanos a las urnas</b></span>. En cualquier caso, de una cosa podemos estar
seguros: haga lo que haga Sánchez, no lo hará pensando en el bien
común de los españoles sino en su propio interés, el único que le
mueve.</span></p>José Luis Díazhttp://www.blogger.com/profile/04378981631461909649noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4785156631546565289.post-3376783101332543802022-06-16T09:01:00.022+01:002022-06-16T11:23:55.058+01:00Canarias, donde todo es posible<p><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><b>Que nadie se llame a engaño, el título
de este artículo no es el lema de una nueva campaña de la
Consejería de Turismo para atraer a nómadas digitales a Canarias.
Es, resumida en cinco palabras, la realidad mágica de una tierra en
la que pasan cosas dignas de ser desentrañadas en un programa
televisivo de misterios insondables. Aquí es posible encontrar cara a cara en un mismo periódico que el
Parlamento canario va a gastarse más de 100.000 euros en proveer de
butacones nuevos a las cansadas posaderas de sus señorías, junto a
otra noticia en la que se afirma que Caritas atendió el año pasado
en las islas a unas 53.000 personas más que el año anterior y a
casi el doble que en 2019. No digo que en otros lugares no se
registren fenómenos paranormales similares, pero en Canarias ya se
han convertido en una tradición tan arraigada que han pasado
incluso a formar parte de nuestra identidad.</b></span></p>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9kV5kO5CkZxC9Xy8yyx0KmWCbYLi_XLjAEJsycoE5ZJfQNsH7jrvcqFvF7cMEEINb8EFwGhwqPfgIiHbKfJYIQgzTnqUZdIiOBaJE_R3L54doeMxdD2_Fi395k47NcGh_tpW5gOA4QRC8Zq0feAqZAVYE7EbilBbG_c_TH3Xg7lCsE7V0RNV519oQ/s1024/platanos-de-La-Palma-al-Papa.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><span style="font-size: large;"><img border="0" data-original-height="712" data-original-width="1024" height="446" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9kV5kO5CkZxC9Xy8yyx0KmWCbYLi_XLjAEJsycoE5ZJfQNsH7jrvcqFvF7cMEEINb8EFwGhwqPfgIiHbKfJYIQgzTnqUZdIiOBaJE_R3L54doeMxdD2_Fi395k47NcGh_tpW5gOA4QRC8Zq0feAqZAVYE7EbilBbG_c_TH3Xg7lCsE7V0RNV519oQ/w640-h446/platanos-de-La-Palma-al-Papa.jpg" width="640" /></span></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;"><b><span style="color: #660000; font-size: large;">EP</span></b></td></tr></tbody></table><p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">
</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #660000; font-family: inherit; font-size: large;"><b>No es el chocolate del loro</b></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Muchos pensarán que lo de los 100.000
euros para butacones parlamentarios es solo el chocolate del loro y
que con ese dinero no se arregla gran cosa. Más allá de que el loro
tan socorrido ya nos sale por un pico en gastos superfluos, los que
así piensan deberían saber que <b><span style="color: #660000;">esa cantidad es la que dedica
anualmente el Gobierno de Canarias a los bancos de alimentos de las
islas, que se las ven y se las desean para atender la demanda de
comida de quienes no llegan a fin de mes</span></b>. Nada tengo en contra de que
sus señorías posen sus nalgas en sillones razonablemente
confortables por si les apetece dormir la siesta, pero en tiempos de
crisis y de pobreza los gestos de quienes viven del erario público siempre son importantes e incluso
bienvenidos. Gastarse ahora ese dinero en cambiar los asientos del
Parlamento es una indecencia que sus señorías pueden y deben evitar
si les importa algo lo que los ciudadanos piensan de ellas.</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Pero lo de los sillones y la pobreza es
solo uno de esos casos mágicos que ocurren en esta tierra de
prodigios. Véase por ejemplo el sorprendente y oscuro “caso
mascarillas” por el que el Gobierno canario pagó cuatro millones
de euros por unos tapabocas que resultaron ser falsos y que hubo que
destruir. Después de una docena de requerimientos infructuosos a la
empresa a la que se encargó la compra, con la que ni siquiera se
firmó un contrato, para que devuelva el dinero, <span style="color: #660000;"><b>el Gobierno ha ido
ahora a la Fiscalía, que ya investigaba a instancias particulares la
alegría con la que nuestros gobernantes se gastan el dinero de los
contribuyentes</b></span>. Además de no haber denunciado todavía en el juzgado, ni el presidente regional ni
su consejero de Sanidad han dado aún explicaciones convincentes a la
opinión pública y, por supuesto, nadie ha asumido ninguna
responsabilidad. En verdad, un caso digno de Hércules Poirot.</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #660000; font-size: large;"><b>La dependencia y los plátanos del papa</b></span></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">Lo de las mascarilla no es menos
extraordinario y enigmático que lo que ocurre con la atención a la
dependencia. <b><span style="color: #660000;">Como no sea por la incompetencia manifiesta y palmaria
de la consejera del área, es muy difícil entender cómo es que
mueren cada día nueve personas en Canarias esperando por una
prestación reconocida</span></b> o por qué tenemos la lista de espera más
larga del país o cuál es la razón de que la financiación esté
por debajo de la media o de que necesitemos el doble de plazas
residenciales de las que están previstas. Y todo ello, según la
Diputación del Común, podría ser más dantesco si muchos
dependientes que tienen derecho a la prestación no hubieran decidido no solicitarla para ahorrarse nervios y esperas
ante la comprobada ineficacia de la administración
autonómica.</span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><b><i><span style="color: #660000; font-family: georgia; font-size: x-large;"></span></i></b></p><blockquote style="text-align: right;"><b><i><span style="color: #660000; font-family: georgia; font-size: x-large;">"Podemos gobierna los días pares y hace oposición los impares"</span></i></b></blockquote><p></p><p></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Y qué decir del impenetrable asunto de
las ayudas a los afectados por el volcán de La Palma, a los que el
Gobierno de Pedro Sánchez les ha regalado ahora, seis meses después
de terminar la erupción, un “comisionado” para “agilizar” la
reconstrucción de la isla. Mientras, aún quedan 2.000 personas
desalojadas viviendo en casas de parientes o en alojamientos
provisionales, otros muchos siguen incomunicados y las ayudas
prometidas se enfrentan a la inmisericorde burocracia en la que
mueren los sueños y las esperanzas de quienes lo perdieron
casi todo. Pero eso sí, <b><span style="color: #660000;">ha dicho Ángel Víctor Torres que “el
papa Francisco podrá degustar una magnífica fruta como es el
plátano de Canarias, nacido en las tierras fértiles de La Palma”</span></b>.
Torres se ha venido arriba alabando el regalo del ministro Bolaños
en su audiencia privada con el pontífice y ha rematado el ditirambo
proclamando que ha sido “un gesto hacia la isla que ha sufrido el
volcán más devastador, en daños materiales, de Europa”. Quien no se consuela es porque no quiere.</span></p><p></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;">La lista de casos esotéricos es tan
larga que podríamos estar hablando de ellos varios días sin parar.
No sé ustedes, pero yo <b><span style="color: #660000;">siempre me he preguntado cómo concuerda que
las islas tengan el REF “más avanzado” de su historia y reciba
millones de turistas, mientras las tasas de exclusión y paro –
tanto juvenil como adulto - son las más altas del país</span></b>. Por no
mencionar también lo mucho que le gusta el verde al actual Gobierno
canario y lo mucho que habla de “huella de carbono cero”, al
tiempo que teme más que a un nublado el impuesto europeo sobre el
queroseno de la aviación. </span><b style="font-family: inherit;"><span style="color: #660000;">Me cuadra tan poco como ver a Podemos
gobernando los días pares y haciendo oposición los impares</span></b><span style="font-family: inherit;">, por no
hablar de algunos políticos para los que la vida es un carnaval permanente en la que no caben otras prioridades y que,
no satisfechos con regalarnos dos meses de murgas en invierno,
salivan ahora pensando en extender la fiesta al
verano como si no hubiera un mañana. El circo que no falte jamás, el pan siempre puede esperar en una
tierra en la que todo es posible, salvo, a lo que se ve, unos responsables públicos a la altura de las circunstancias y unos ciudadanos conscientes de su poder.</span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;">
</p><p></p>José Luis Díazhttp://www.blogger.com/profile/04378981631461909649noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4785156631546565289.post-65578295342330952342022-06-14T08:37:00.002+01:002022-06-14T10:49:08.475+01:00Argelia: una crisis evitable<p><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><b>La credibilidad, el prestigio, la
fiabilidad y el respeto de un país se calibran en gran medida por su
política exterior. Otros factores como el poder económico y militar
también cuentan, obviamente, pero si la comunidad internacional te
percibe como un tarambana que da bandazos e improvisas en tus
relaciones con otros países, tu imagen se deteriorará y una imagen
dañada ante el mundo no es fácil de restaurar. La política
exterior de un país que se respete a sí mismo y que busque ser
reconocido en el contexto internacional como un actor valioso con el
que es obligado contar, no puede estar sujeta ni al navajeo de la
política partidista ni a la conveniencia del gobierno de turno. Una
política exterior respetable de un país democrático es siempre una
política de estado, es decir, estable, hasta cierto punto previsible
sin ser inflexible y, sobre todo, asumida y respaldada no solo por
las instituciones y los partidos políticos, sino incluso por el
conjunto de la sociedad. Por desgracia, la política exterior
española es hoy cualquier cosa menos una política de estado, lo que
provoca un daño reputacional para los intereses de nuestro país del
que costará recuperarse.</b></span></p><p><span style="font-family: inherit; font-size: large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9am4NhH5h6iEChO714eFNQiKtMhhaL9fdYWhSrcUEFNt6e6pQwpujdCEIxC3AqlZoQwKQdLYyJIwvCXMVHx56ZX33yPBbtKZM_iwUMTtnJRpTx3V6dcjW3UsREvRU8TyY6TbzmsvA4dEbkCCiptEWD5Xs3Q1VFyGEz8eonDxg17JvprHBf-cKlXSZ/s624/albares-sanchez-kXXE-U140988118390BDD-624x390@RC.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="390" data-original-width="624" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9am4NhH5h6iEChO714eFNQiKtMhhaL9fdYWhSrcUEFNt6e6pQwpujdCEIxC3AqlZoQwKQdLYyJIwvCXMVHx56ZX33yPBbtKZM_iwUMTtnJRpTx3V6dcjW3UsREvRU8TyY6TbzmsvA4dEbkCCiptEWD5Xs3Q1VFyGEz8eonDxg17JvprHBf-cKlXSZ/w640-h400/albares-sanchez-kXXE-U140988118390BDD-624x390@RC.jpg" width="640" /></a></span></div><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><p style="font-weight: bold;"><b style="font-family: inherit;"><span style="color: #660000;">El declive de la política exterior</span></b></p></span><p></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">En realidad, la política exterior
española padece desde hace mucho tiempo de algunos de los males de
nuestra política doméstica: imprevisión, incoherencia, falta de
objetivos claros y cortoplacismo. <b><span style="color: #660000;">En la memoria del país pervive
aún la tormentosa adhesión a la OTAN, la ignominiosa foto de las
Azores o la sentada idiota de Zapatero al paso de la bandera
estadounidense</span>.</b> Nuestro peso y presencia en Hispanoamérica ha
ido de más a menos hasta casi desaparecer, en la Unión Europea no
pasamos de segundones y en el Magreb nos hemos plegado históricamente
a los deseos de Marruecos sin recibir a cambio más que nuevas
exigencias y desplantes.</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">No es exagerado decir que con la
llegada de Sánchez a La Moncloa, la pendiente por la que se ha venido
deslizando desde hace años nuestra política exterior ha tocado
fondo. Primero fueron los titubeos a la hora de enviar armas a
Ucrania para que se defendiera de la agresión rusa, una decisión
rechazada por la pata podemita del Gobierno que se ha trasladado
ahora a la celebración en Madrid de la cumbre de la OTAN. <b><span style="color: #660000;">Y aún
hay gente que se sorprende y hasta se disgusta porque Joe Biden se
olvide sistemáticamente de Pedro Sánchez en sus contactos con los
aliados europeo</span>s</b> y en las cumbres internacionales apenas le dé
los buenos días.</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #660000; font-family: inherit; font-size: large;">El Sahara, la gota que colma el vaso</span></b></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">No obstante, la gota que ha colmado el
vaso ha sido el aún inexplicado giro respecto al Sahara, del que
Sánchez ni siquiera informó a sus socios, y que ha desatado una
crisis evitable con Argelia en el peor momento posible. Más allá de
algunas posiciones personales favorables a Marruecos como las de
Zapatero o Moratinos, <b><span style="color: #660000;">los sucesivos gobiernos españoles habían
mantenido hasta ahora una posición oficial de neutralidad en
relación con ese viejo contencioso, lo menos que cabe esperar de un
país sobre el que recae la responsabilidad de administrar su
excolonia</span></b>. Esa posición también ha recibido siempre el
respaldo del pueblo español, mayoritariamente identificado con las
reivindicaciones saharauis frente al expansionismo marroquí.</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Sánchez ha acabado de un plumazo con
casi cinco décadas de política de estado en relación con el Sahara
y ha incendiado las relaciones con Argelia, un socio fundamental en
tiempos de crisis energética, sin recibir nada a cambio de Marruecos
más que nuevas largas y pegas a cuestiones como las aduanas de Ceuta
y Melilla. <b><span style="color: #660000;">Paradójicamente, además, ha convertido a la dictadura
militar argelina en una defensora del Derecho Internacional en el
Sahara, mientras una democracia como la española, con obligaciones
legales en el territorio, se coloca abiertamente del lado de una de
las partes ignorando los mandatos de la ONU.</span></b></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #660000; font-family: inherit; font-size: large;">La gran pregunta: ¿por qué y por
qué ahora?</span></b></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Las reacciones del incompetente
ministro de Exteriores ante el enfado argelino no han hecho sino
incrementar la sensación de ridículo que sentimos muchos ciudadanos
ante la torpeza gubernamental en una cuestión tan sensible política
y económicamente.<b> <span style="color: #660000;">Albares ha pasado de hablar de Argelia como “un
socio fiable” a ofrecerle “amistad duradera” para terminar
quejándose a la Unión Europea y, al parecer, pidiendo la mediación
de la diplomacia francesa</span></b> para intentar recomponer las relaciones
con el país norteafricano. La confusión y el batiburrillo son de tal magnitud que en medio de este sainete se ha colado la ministra
Calviño, quien, no contenta con culpar a Putin de la inflación, también lo acusa sin aportar una sola prueba de instigar a Argelia contra España. <span style="color: #660000;"><b>Que a instancias españolas
la UE haya afeado la reacción argelina ha enfadado más
si cabe al régimen de ese país</b></span>, de manera que será muy difícil por no
decir imposible que las relaciones comerciales y de cooperación se
recompongan y normalicen mientras Sánchez siga siendo el presidente
español o, al menos, mientras Albares siga desbarrando
en Exteriores.</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Que Sánchez actuó de manera
unilateral y temeraria, con nocturnidad y alevosía políticas, es
algo evidente que concuerda a la perfección con el perfil político
del personaje; que aparentemente no calibró las consecuencias de
darle una patada al tablero magrebí y ponerse de parte marroquí
frente a los saharauis y a Argelia también salta a la vista para
cualquiera. <b><span style="color: #660000;">La gran pregunta que nos seguimos haciendo muchos es
por qué lo hizo y por qué en estos momentos precisamente, en los
que menos convenía enemistarse con un país del que importamos algo
tan precioso como el gas</span></b>. Lo cual nos lleva también a
preguntarnos una vez más qué relación existe entre las escuchas de
Pegasus, presumiblemente realizadas por Marruecos, y el giro
copernicano de Sánchez en el Sahara. Ese es el verdadero nudo gordiano de
este esperpento diplomático que de un modo u otro terminaremos
pagando todo los españoles, mejor dicho, que estamos pagando ya en
términos de descrédito y desprestigio de nuestro país ante la comunidad internacional. </span></p>José Luis Díazhttp://www.blogger.com/profile/04378981631461909649noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4785156631546565289.post-17976467503542602832022-06-09T08:49:00.002+01:002022-06-09T09:28:03.182+01:00El sentido de estado según Sánchez<p><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><b>No sé ustedes, pero yo nada esperaba de la comparecencia de Sánchez
en el Congreso para “explicar” su triple salto mortal con
tirabuzón respecto al Sahara y, en consecuencia, no estoy
decepcionado. Imagino que quienes creyeron que el presidente
aclararía las numerosas incógnitas y sospechas que rodean el viraje
saharaui estarán algo melancólicos, pero a estas alturas ya
deberían conocer al personaje y saber que la transparencia y rendir
cuentas no están entre sus habilidades políticas. En cambio,
aquellos que siempre están dispuestos a aplaudir al líder, tanto si
dice blanco como si dice negro, seguramente estarán satisfechos y
convencidos de que no queda nada por aclarar ni añadir y solo cabe
decir amén. </b></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;">
</p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxaZAHjpI7ZNHUjV4vWvUYUf2ph1mls2fFXLgxj3HBlYKrDZ_e3kdF0Fl-9yoMEK8Tejz9dVHW2DZLDHLl2GrrmF5_UnmSbRAuJaB6mSKmt9R9ugbzeYuJQn5QMTa4055m_KMmApN90v6VDsrGGIbOoDryQp9etObpdjsD7_C4XrkxGr2jIgUTBcKi/s656/sanchez-marruecos-sahara-656x368.jpg.webp" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><span style="font-size: large;"><img border="0" data-original-height="368" data-original-width="656" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxaZAHjpI7ZNHUjV4vWvUYUf2ph1mls2fFXLgxj3HBlYKrDZ_e3kdF0Fl-9yoMEK8Tejz9dVHW2DZLDHLl2GrrmF5_UnmSbRAuJaB6mSKmt9R9ugbzeYuJQn5QMTa4055m_KMmApN90v6VDsrGGIbOoDryQp9etObpdjsD7_C4XrkxGr2jIgUTBcKi/w640-h360/sanchez-marruecos-sahara-656x368.jpg.webp" width="640" /></span></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;"><span style="color: #660000; font-size: large;"><b>EFE</b></span></td></tr></tbody></table><p></p><div style="font-weight: normal; text-align: right;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><span style="color: #660000; font-family: inherit; font-size: large;"><b>Argelia rompe la baraja</b></span><p></p><p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">La comparecencia de Sánchez, por la que ha habido que
esperar casi tres meses desde su giro copernicano en el Sahara y que además ha diluido mezclándola con el decreto de medidas por la guerra en Ucrania, ha
sido <span style="color: #660000;"><b>un nuevo ejercicio de opacidad y narcisismo plagado de
vaguedades, lugares comunes, falsedades y una sola constatación: que
ha habido cambio radical de posición por más que el entorno
presidencial, el partido y los cortesanos orgánicos habituales
lleven semanas intentando hacernos creer lo contrario</b>.</span> Así lo ha
entendido también Argelia, cuyo Gobierno anunció poco después de
la intervención de Sánchez que rompe el Acuerdo Bilateral de
Amistad y Cooperación y congela las relaciones comerciales con
España. Dos decisiones que se unen a la de llamar a consultas a su
embajador en Madrid, tomada poco después de conocerse la rendición de Sánchez ante Rabat.</span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">Sánchez recoge así lo que ha sembrado su mano torpe, que no ha sido
otra cosa que despreciar a un actor clave en el conflicto saharaui al
que no informó de su cambio de rumbo y al que ni siquiera mencionó
en su intervención de ayer. Ahora, <b><span style="color: #660000;">Argelia le devuelve la moneda en
donde más puede dolerle a los españoles: el control de la
inmigración, el comercio y el gas, justo cuando más
necesitaba nuestro país mantener buenas relaciones con un proveedor
fiable de gas y un buen comprador</span></b> de algunos productos españoles. En
ese escenario no hay nada más patético que escuchar al inefable e incapaz ministro Albares llorando sobre la leche derramada y prometiendo
amistad eterna a Argelia.</span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="color: #660000; font-size: large;"><b>La soledad de Sánchez</b></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">
Sin más apoyo que el de su partido, Sánchez ha pedido a las fuerzas políticas que apoyen su cambio unilateral respecto al Sahara después de haberlas ignorado por completo antes de perpetrarlo. <b><span style="color: #660000;">Alega que el acuerdo con Marruecos garantiza la
soberanía española de Ceuta y Melilla, lo que de por sí es una
afirmación cuando menos escandalosa por lo que supone de juego de
manos</span></b> sobre un asunto que no puede estar sujeto a conchabos de ningún
tipo y menos con el futuro del pueblo saharaui y la legalidad internacional de por medio.</span></p><p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Arguye también que la genuflexión ante Mohamed VI será
positiva para el control de la inmigración irregular, pero lo cierto
es que el número de inmigrantes llegados a Canarias este año ya ha
aumentado un 52% con respecto al mismo periodo del año pasado.<b><span style="color: #660000;"> De
Canarias, región directamente concernida por lo que ocurra en el
Sahara, apenas dijo nada Sánchez más allá de los tópicos
habituales sobre aguas y seguridad</span></b>. En juego están también las
riquezas submarinas insulares, pero el presidente no tuvo tiempo para
detenerse en minucias que al parecer le pillan muy lejos de sus
intereses. Imagino, no obstante, que el presidente socialista canario aplaudirá con entusiasmo las palabras de su jefe de filas. </span></p><p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="color: #660000; font-family: georgia; font-size: x-large;"><b><i></i></b></span></p><blockquote style="text-align: right;"><span style="color: #660000; font-family: georgia; font-size: x-large;"><b><i>"Canarias, ausente en las explicaciones de Sánchez sobre el Sahara"</i></b></span></blockquote><p></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">Tampoco hubo alusiones a Pegasus, a pesar de las fundadas sospechas
de que el espionaje de su teléfono y de algunos de sus ministros
procedía de desiertos cercanos y de que su regate en corto con el
Sahara y esas escuchas pueden estar directamente relacionados.
Sánchez se agarra de que también EE.UU, Alemania y Francia han
cambiado de posición sobre el futuro del Sahara, pero pretende
ocultar una diferencia crucial con España:<b><span style="color: #660000;"> ninguno de esos países
tiene las obligaciones internacionales que tiene el nuestro con un
territorio al que le unen lazos históricos y afectivos que Sánchez
también ha despreciado al plegarse ante la posición marroquí</span></b>.
Decir a estas alturas que España defiende el acuerdo entre las
partes después de ponerse oficialmente del lado de una de ellas, es
un escarnio y una ofensa al pueblo saharaui y al derecho
internacional.</span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;">
<span style="color: #660000; font-family: inherit; font-size: large;"><b>Sentido de estado vendo, que para mí no tengo</b></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">
A Pedro Sánchez y a los suyos les encanta hablar de “sentido de
estado”, pero, en boca del presidente, esa expresión no pasa de
ser un chantaje político a la oposición para que apoye sin
rechistar sus decisiones unilaterales y sin consenso.<b><span style="color: #660000;"> Después de no
haber consultado ni siquiera con sus socios de gobierno el asunto del
Sahara, Sánchez pedía ayer al Congreso que tenga “sentido de
estado”</span></b> y respalde su viraje, el mismo sentido de estado del que él
da muestras permanentes de carecer. </span></p><p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Por citar solo algunos ejemplos,
<b><span style="color: #660000;">“sentido de estado” para Sánchez es gobernar con el apoyo de
independentistas y filoetarras, indultar a condenados por sedición
para poder continuar en el poder, violar tres veces seguidas la
Constitución durante la pandemia, cambiar la política exterior sin consultar ni avisar a nadie o acudir al Congreso a rastras, no
tanto para rendir cuentas de la gestión como para atacar a la
oposición </span></b>y exigirle, cómo no, “sentido de estado.” Pensándolo
bien, tal vez el verdadero y más importante estorbo que tiene España
en estos momentos sea Pedro Sánchez y su absoluta falta de sentido
de estado.
</span></p>José Luis Díazhttp://www.blogger.com/profile/04378981631461909649noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4785156631546565289.post-39166766713975391202022-06-06T17:12:00.006+01:002022-06-06T17:20:17.097+01:00La campaña interminable <p><b><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Hubo una época, muy lejana ya, en la que era posible distinguir con una cierta
claridad las campañas electorales de la acción de gobierno propiamente dicha. Sin embargo, de un tiempo largo a esta parte, los
límites se han difuminado de tal manera que hoy ya es imposible
identificar qué es una cosa y qué es otra. La gente suele decir que las campañas
son cada vez más largas porque cada vez comienzan antes. Yo niego la
mayor: las campañas ya no tienen principio ni final
porque los partidos políticos, tanto los que gobiernan como los de la oposición, viven en campaña permanente e interminable.
Ese agotador clima de campaña constante, artificialmente caldeado
por los líderes políticos, sus asesores y sus seguidores a través de las redes,
es una rémora democrática y un obstáculo muchas veces insalvable para que el gobierno y la oposición se pongan de acuerdo en asuntos de estado. No es posible alcanzar consensos ni compromisos
útiles para el interés general si la acción política diaria está condicionada y orientada continuamente hacía la obtención de réditos electorales. </span></b></p>
<p style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRR-eAaOGatZU3IO330Eq0x-ObObZqcA4HOTXnQXE4WfscywCEJ3l651LIwyWIX2YXuD8Pwrd6uNjko_XeUIqPY02KTJXuL6m0UjXtJx2tl71dDailjoukxP070-EM8zQffZsHrlhBh29NahhHGFB-H2Nwj65cfAKZtdGVngL_Kc35VX2yfQrwuV8I/s800/campana-en-pandemia.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: large;"><img border="0" data-original-height="533" data-original-width="800" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRR-eAaOGatZU3IO330Eq0x-ObObZqcA4HOTXnQXE4WfscywCEJ3l651LIwyWIX2YXuD8Pwrd6uNjko_XeUIqPY02KTJXuL6m0UjXtJx2tl71dDailjoukxP070-EM8zQffZsHrlhBh29NahhHGFB-H2Nwj65cfAKZtdGVngL_Kc35VX2yfQrwuV8I/w640-h426/campana-en-pandemia.jpg" width="640" /></span></a></div><b style="font-family: inherit;"><span style="color: #660000; font-size: large;"><p style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><b style="font-family: inherit;"><br /></b></p>Todo es campaña</span></b><p></p>
<p style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">El
márquetin político está por todas partes y dirige con mano de hierro la acción
política. Hasta tal punto es así que los asesores de campaña suelen ser
los mismos que asesoran al presidente del gobierno cuando el partido asesorado
accede al poder. <b><span style="color: #660000;">Su objetivo es simple pero a la vez difícil en un
escenario político cada día más competitivo y polarizado: conseguir
que el líder no pierda comba ante la opinión pública</span></b>, que sea
centro de atención mediática todos los días, sin
importar la consistencia del mensaje o su veracidad. Lo que interesa
por encima de todo es mantenerse permanentemente en el candelero y
generar titulares y apariciones en televisión.</span></p>
<p style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;">Esta
dinámica perversa impone decisiones, medidas y promesas cortoplacistas, pensadas solo en función de los votos que puedan arrastrar cuando lleguen las elecciones. Se pervierte así por completo la acción de gobernar y el papel que debe desempeñar la oposición en una democracia. </span><span style="font-family: inherit;">También <b><span style="color: #660000;">es cada vez más frecuente que se entremezclen el ámbito institucional y el electoral, cuando se utilizan con todo descaro las instituciones democráticas y
los recursos públicos para hacer campaña</span></b> partidista o para atacar a
la oposición.</span></span></p>
<p style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="font-family: inherit;"><b><span style="color: #660000; font-size: large;">Las redes sociales: un antes y un después</span></b></span></p><p style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Las redes sociales han marcado un antes y un después
en este proceso por el que que se han terminado asimilando hasta
confundirse el plano electoral con la acción de
gobierno o el ejercicio de la oposición. <b><span style="color: #660000;">Las redes son hoy el principal vínculo de comunicación entre los líderes
políticos y los ciudadanos con las ventajas, pero también con los
riesgos, que eso implica</span></b>. Cierto es que son una oportunidad
para que la comunicación fluya y para que los partidos pequeños puedan llegar más fácilmente a los electores, pero,
al mismo tiempo, son canales propicios para diseminar bulos y mentiras, favorecer las injerencias y generar polarización con fines electorales.</span></p>
<p style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><span style="color: #660000;"><b>A
esa realidad no son ajenos los medios tradicionales, que
en busca de audiencia replican de forma acrítica las polémicas de las redes,
y en los que ya es casi imposible encontrar información
política que no esté viciada de electoralismo</b></span> o partidismo. Frente
a la información y el comentario ponderado de la acción gubernamental, lo que se ofrece suele ser periodismo de declaraciones y de dimes y diretes tan ruidoso como estéril. </span></p><p style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Además, <span><span style="color: #660000; font-weight: bold;">la profusión y la frecuencia con la que se publican encuestas y
sondeos electorales, muchas veces a gusto del consumidor que las encarga con el fin de favorecer una opción política determinada, no hace sino alimentar la agobiante sensación de que vivimos continuamente en campaña. </span>Con los políticos y los medios en celo electoral permanente surgen el</span> hastío, el agotamiento y el cansancio de los ciudadanos que, en gran medida, esperan al último momento para decidir su voto. </span></p><p style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><b style="color: #660000;"><span style="font-size: large;">Diferencias entre político y estadista</span></b></p><p style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="font-size: large;"><span><span style="font-family: inherit;">Con
razón cabe pre</span><span style="font-family: inherit;">guntarse qué tiempo real dedican los responsables políticos a ocuparse de los grandes desafíos y problemas del país, muchos de ellos con un
horizonte temporal superior a los cuatro años de la legislatura, si lo único que les mueve es ganar las próximas
elecciones para conservar el poder o acceder a él. Ante esta realidad, <b><span style="color: #660000;">la regulación de las </span></b></span></span><span><span style="color: #660000; font-family: inherit;"><b>campañas</b></span></span><span style="font-family: inherit;"><b><span style="color: #660000;"> ha quedado obsoleta y a estas</span></b></span><b style="font-family: inherit;"><span style="color: #660000;"> alturas suena absurdo hablar de “precampaña” y
“campaña” o de “jornada de reflexión”. </span></b><span style="font-family: inherit;">Todos esos preceptos se justificaban cuando los
españoles aún estábamos dando los primeros pasos en
democracia, pero hace mucho que han sido desbordados de largo por la nueva realidad mediática y la dinámica partidista.</span></span></p>
<p style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="font-size: large;"><span><span style="font-family: inherit;">A
Bismarck se le suele atribuir haber dicho que un político se
convierte en estadista cuando deja de pensar en las próximas
elecciones y empieza a pensar en las próximas generaciones. Si eso es así, podemos concluir que los verdaderos estadistas actuales se podrían contar con los dedos de una mano y, siendo optimistas, sobrarían varios dedos. <span style="color: #660000;"><b>En general, lo que hay son
líderes políticos de diseño, tan mediocres como mediáticos, obsesionados con su imagen y dedicados exclusivamente </b></span></span></span><span style="color: #660000; font-family: inherit;"><b>a vender los mensajes que sus asesores en márquetin electoral han precocinado para ellos. </b></span></span></p><p style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;">L</span><span style="font-family: inherit;">íderes convencidos de que <b><span style="color: #660000;">la
clave para ganar las elecciones no pasa tanto por entregar un buen balance de gobierno a los electores u ofrecerles un proyecto alternativo sólido, como por</span></b></span><span style="font-family: inherit;"><b><span style="color: #660000;"> desprestigiar y desacreditar a los rivales</span></b>, cargándoles con la
culpa de todos los males del país. El drama del que no parecen ser
conscientes es que esa práctica nociva y cada vez más extendida también socava, deteriora y desacredita gravemente la
democracia.</span></span></p>José Luis Díazhttp://www.blogger.com/profile/04378981631461909649noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4785156631546565289.post-38606935227794345422022-06-02T17:36:00.004+01:002022-06-02T19:36:51.680+01:00Verdades, mentiras e inflación<p><b><span style="font-size: large;">En España ocurren auténticos
prodigios, por no calificarlos de cosas chulísimas. Ocurre, por
ejemplo, que cuantos más pobres de solemnidad contabilizan las
estadísticas oficiales y oficiosas, más recauda el Gobierno por
impuestos. O si lo prefieren, cuanto más recauda el Gobierno
por impuestos más pobres de solemnidad se contabilizan. Pero no hace
falta acudir a Iker Jiménez para que nos explique el misterio, basta
con echar mano de los datos de la inflación para comprender la causa
de lo que es solo una aparente paradoja. Si nos fijamos en los
precios de los productos básicos de cualquier cesta de la compra de
este país, veremos que la luz ha subido un 34%, la gasolina el 16%,
el pan el 10%, la leche el 14%, los huevos el 21%, el aceite de oliva
el 42%, los alimentos para bebé el 12% y los cereales el 6%. Con estos precios a nadie puede extrañarle que millones de familias se vean obligadas a hacer economía de guerra, mientras el Gobierno llena las arcas públicas a costa suya y el ministro Garzón recomienda alimentación sana y saludable. </span></b></p><p><b><span style="font-size: large;"></span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><span style="font-size: large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJORmZQ2ZjdVhtH5s-sBN1GVZo-Ppm0JSyG4Jl4_HAQUzsjzGpUqtuHAMl0IKImU0NDaSQZjX0Hr4g5jtkP5ry5ufNOHUNYZTiWU1t6Xufp4d7XTofCYmXG8SZQoQn8GBzUnaM5T8wWD298ezYk40JPfHlvjCIZEyHJ0_Lvk7M8TfY7yKwkzz1YhAx/s945/md.webp" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="532" data-original-width="945" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJORmZQ2ZjdVhtH5s-sBN1GVZo-Ppm0JSyG4Jl4_HAQUzsjzGpUqtuHAMl0IKImU0NDaSQZjX0Hr4g5jtkP5ry5ufNOHUNYZTiWU1t6Xufp4d7XTofCYmXG8SZQoQn8GBzUnaM5T8wWD298ezYk40JPfHlvjCIZEyHJ0_Lvk7M8TfY7yKwkzz1YhAx/w640-h360/md.webp" width="640" /></a></span></b></div><b><span style="font-size: large;"><span style="color: #660000;"><br /></span></span></b><p></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #660000; font-size: large;">Los bancos de alimentos sin comida y
la recaudación disparada</span></b></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;">Para entender
estos porcentajes en su contexto social hay que fijarse en las
familias que deben acudir a los bancos de alimentos o a Cáritas
para tener algo que llevarse al caldero cada día.<span style="color: #660000;"> <b>Los bancos de
alimentos, que el año pasado atendieron a 1,5 millones de familias,
calculan que ese cantidad se incrementará un 20% en 2022</b>.</span> Los
prestigiosos informes de FOESSA – Caritas apuntan que tres de cada
diez familias españolas han tenido que recortar los gastos
destinados a productos de primera necesidad.</span></p>
<p style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;">Tampoco es
complicado deducir que el problema es más o menos agudo según de
qué comunidades autónomas hablemos. <b><span style="color: #660000;">En Canarias, la que peores
indicadores sociales y económicos presenta de todo el país, la
inflación desbocada es un clavo más en la cruz de pobreza y
exclusión que arrastran más de 600.000 canarios</span></b>, para los que,
como escribí hace unos días, no es ni de lejos una suerte vivir
aquí. Aún así, lo peor es que todo lo que es susceptible de
empeorar es probable que lo haga y la previsión, a menos a corto y
medio plazo, es que el globo de los precios siga volando alto durante
una larga temporada.</span></p>
<p style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;">Tan alto como la
recaudación tributaria de Hacienda, que había aumentado un 18%
hasta abril después de un 2021 de récord, lo que equivale a unos
86.000 millones de euros. Y eso también tiene una causa principal y
se llama...inflación. De hecho <b><span style="color: #660000;">es el IVA, junto con el IRPF, el
impuesto que más tira hacia arriba de la recaudación a pesar de
las rebajas fiscales adoptadas con tambores y cornetería por el
Gobierno</span></b> para que nos traguemos el bulo de que no deja a nadie
atrás. Por decirlo de otro modo, el Gobierno hace caja gracias a la
inflación y destina una modesta cantidad de lo que recauda a ponerle
tiritas a una situación que está colocando a millones de familias
españolas entre la espada y la pared.</span></p>
<p style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #660000; font-size: large;">Crisis alimentaria y medidas
ineficientes</span></b></p>
<p style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;">Contra todas las
evidencias y la opinión de la mayoría de los economistas, <b><span style="color: #660000;">solo
el Gobierno se empeña en hacernos creer que la inflación será cosa
de unos meses como mucho, tras los cuales podremos volver a atar los
perros con longanizas</span></b>. Se empiezan a escuchar voces que alertan
de una crisis alimentaria derivada de la guerra en Ucrania, pero el
Gobierno hace como quien oye llover. La inflación subyacente, que no
tiene en cuenta los precios de la energía y de los productos frescos
y que es la que más preocupa y la que más cuesta hacer bajar, se ha
puesto en niveles de 1995, pero el Gobierno mira al tendido y se
parapeta tras su escudo social.</span></p>
<p style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;">En síntesis, el
Gobierno parece confiar en un milagro pero no hace nada para que
ocurra. <b><span style="color: #660000;">Desde marzo estamos esperando que se empiece a aplicar el
tope al precio del gas, un logro de Sánchez en Bruselas por el que
los suyos lo pasearon a hombros por los medios afines y las redes
sociales</span>.</b> La bonificación de los precios de los combustibles,
otro hito sanchista que mereció encendidos elogios de su muchachada,
ha resultado ser otro fiasco: <b><span style="color: #660000;">la mitad de los veinte céntimos por
litro que los españoles ponemos de nuestro bolsillo para que la
gasolina no nos cueste tanto, ya la ha absorbido la subida de
precios</span></b>. A la vista del éxito alcanzado, al Gobierno no se le ha
ocurrido una idea mejor que prorrogar la medida hasta septiembre a
pesar de su ineficacia y su carácter regresivo, como acaba de
recordar el Consejo Económico y Social del Estado.</span></p>
<p style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #660000; font-size: large;">La teta
de la recaudación</span></b></p>
<p style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;">Sin embargo,
rechaza de plano medidas como deflactar las tarifas más bajas del
IRPF como ha propuesto el PP y apoyado incluso el ex ministro
socialista Jordi Sevilla. El motivo no es otro que <span style="color: #660000;"><b>seguir
aprovechándose de la inflación para hacer caja a costa de los
ciudadanos, lo cual no solo es antieconómico sino indecente</b>. </span><b><span style="color: #660000;">Lo
que sí hace es instar a un pacto de rentas entre empresarios y
sindicatos, pero se resiste a soltar la teta de la recaudación</span>.</b>
Su principal obsesión es hacer creer que este repunte
inflacionista, que pone en el disparadero la incipiente recuperación
económica y aboca a millones de familias españolas a pasar
estrecheces y miseria, es culpa única y exclusivamente de un señor
llamado Vladímir Putin que un buen día decidió invadir Ucrania.</span></p>
<p style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;">Como ocurre con
tantas otras cosas, la realidad y los mensajes del Gobierno se
parecen como un huevo a una castaña.<b> <span style="color: #660000;">La espiral inflacionista se
inició mucho antes coincidiendo con el final de las restricciones
por la pandemia y tiene que ver, sobre todo, con la subida de los
precios de la luz sin que Sánchez moviera un dedo para atajarla</span></b>.
Luego vino lo de Ucrania y el proceso se ha acelerado y agravado,
hasta el punto de que prescindir del gas ruso podría elevar la
inflación al entorno del 10%. Vivir será
más caro en los próximos años, aunque esto tampoco es una novedad.
Lo que sí es una novedad es que eso esté ocurriendo ya con el
Gobierno más progresista y social de la democracia, el que no iba a
dejar a nadie atrás y con el que íbamos a salir más
fuertes de la crisis. No me podrán negar que es una cosa chulísima.</span></p>José Luis Díazhttp://www.blogger.com/profile/04378981631461909649noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4785156631546565289.post-91653942143779877952022-05-31T16:06:00.002+01:002022-05-31T23:20:45.518+01:00De aquellas mascarillas estos lodos<p><b><span style="font-size: large;">Escribí el otro día que si
atendemos a los datos económicos y sociales del Archipiélago, para la mayoría de la
población canaria no es una suerte vivir en la ultraperiferia
española. Sin embargo, si formas parte del Gobierno regional puede
llegar a ser incluso una bendición del cielo. Entre otras cosas
porque te libras de la murga diaria de la llamada prensa “nacional” preguntándote por cómo, quién y por qué se pagaron cuatro millones
de euros a una empresa de compra venta de coches por un millón de
mascarillas que ni están ni se les espera. Y todo ello, para colmo,
sin mediar verificación previa de esa empresa y sin otro contrato
que el verbal, como si el dinero público se pudiera entregar al
primero que pasa con el único aval de su palabra. Es también la
suerte de apellidarse Torres, Pérez o Trujillo y no tener más peso político
nacional que un comino. Si te apellidas Ayuso o
Martínez-Almeida hay especiales diarios en ciertas televisiones,
artículos de fondo, sesudos análisis y editoriales cruzados sobre el tráfico de influencias.</span></b></p><p><span style="font-size: large;"><b></b></span></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6iUsrDYbDqIolOR-sCQFwxHXneKRxs0bwsH-ufJ6EpeBkChsfaPK5M8V_WgLFTaOoFPMbordhLZdAVOIbgdSvscWe6dyJor_1XhNtwoUh1yFALM6PmMg-88hxtLNlA0SF3-iLUTX-X6NDIqF_jvNxbMtkdeMi_oZSx91n4-tkuDPxWEiLsjZUxNzg/s1374/tttt.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><span style="font-size: large;"><img border="0" data-original-height="891" data-original-width="1374" height="416" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6iUsrDYbDqIolOR-sCQFwxHXneKRxs0bwsH-ufJ6EpeBkChsfaPK5M8V_WgLFTaOoFPMbordhLZdAVOIbgdSvscWe6dyJor_1XhNtwoUh1yFALM6PmMg-88hxtLNlA0SF3-iLUTX-X6NDIqF_jvNxbMtkdeMi_oZSx91n4-tkuDPxWEiLsjZUxNzg/w640-h416/tttt.jpg" width="640" /></span></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;"><b><span style="color: #660000; font-size: large;">EFE</span></b></td></tr></tbody></table><span style="font-size: large;"><b><span style="color: #660000;"><br /></span></b></span><p></p><p><span style="font-size: large;"><b><span style="color: #660000;">En todos lados cuecen mascarillas</span></b></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;">No digo yo que el caso de las
mascarillas madrileñas huela mucho a trigo limpio ni pongo las manos en el fuego por nadie, que de pacientes
en la unidad de quemados por esa razón ya vamos servidos. <b><span style="color: #660000;">Lo
único que digo es que el rasero mediático es distinto en uno y otro
caso, aunque la gravedad de lo ocurrido sea pareja. Si en el caso de Madrid se culpa al
alcalde de no denunciar ante la Justicia</span></b> el pelotazo de los
comisionistas Luceño y Medina, en el caso canario cabe preguntarse
también porqué el Ejecutivo autonómico no hizo lo propio cuando la
empresa a la que le encargó las mascarillas no cumplió su parte del
trato verbal a pesar de haber recibido el pago acordado. Hasta el vicepresidente Rodríguez se ha desmarcado y considera conveniente llevar el asunto a los juzgados, pero el
consejero de Sanidad alega que el dinero se recuperará antes
por vía administrativa que judicial. <b><span style="color: #660000;">L</span><span style="color: #660000;">o cierto a día de hoy es que lleva
ya una decena de requerimientos de devolución y aún no ha visto un
euro.</span></b></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;">Ahora es cuando amaga con acudir a los
tribunales - a conejo ido palos a la madriguera - y se hace pasar por la víctima de un asunto en el que<b> l<span style="color: #660000;">os
verdaderos perjudicados somos los ciudadanos canarios, cuyos
impuestos el Gobierno destinó alegremente – y puede que hasta
delictivamente - a comprar una partida de mascarillas que terminaron
destruidas por no ajustarse a las normas de la UE</span></b>. Como ocurre
casi siempre en estos casos, en medio pululan los intermediarios
entre el Gobierno canario y la empresa incumplidora y entre esta y el
supuesto fabricante proveedor.</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"></p><blockquote><span style="color: #660000; font-family: georgia; font-size: x-large;"><i>“<b>El Gobierno no es la víctima, lo
son los ciudadanos cuyo dinero se ha entregado a cambio de nada”</b></i></span></blockquote><b><span style="font-size: large;"></span></b><p></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;">Del segundo de esos intermediarios se
sabe que ya se embolsó 25.000 euros de comisión por sus gestiones y
muy extraño sería que el primero no hubiera recibido también su
parte. <span style="color: #660000;"><b>Muy convencido se muestra el Gobierno de recuperar no solo
los cuatro millones de euros pagados en balde sino los 800.000 euros
correspondientes a los apremios a los que la empresa no ha
respondido</b>.</span> Ahora, en cambio, esa misma empresa se descuelga con
la propuesta de traer 1,2 millones de mascarillas para compensar el
descosido en las cuentas públicas. No me sorprendería que
el Gobierno terminara aceptando, exponiéndose a ser burlado por
segunda vez.</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #660000; font-size: large;">¿La punta del iceberg?</span></b></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;">A la vista del preinforme de la
Audiencia de Cuenta de Canarias revelado por Canarias 7, <span>cabe
preguntarse si la compra de las mascarillas a una empresa de venta de
coches sin cumplir ningún requisito legal es solo
la punta del iceberg de lo que ocurrió en los primeros meses de la pandemia<span style="color: #660000;">.</span></span> En ese documento se señala algo que es de Perogrullo: <b><span style="color: #660000;">la
urgencia derivada de la pandemia y el estado de alarma no exoneraba
en ningún caso a las administraciones públicas de su obligación
legal de comprobar con quién se gastaban los cuartos de los
contribuyentes</span></b>. En el caso que nos ocupa, el Gobierno de Canarias
no verificó nada, ni la solvencia de la empresa ni la adecuación de
su actividad habitual al fin por el que se le abonaron cuatro
millones de euros mediante un acuerdo verbal y telefónico que nunca
cumplió. </span></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;">Dice también la Audiencia que un tercio del centenar de
contratos analizados no estaban debidamente justificados ni explicada
la necesidad de su tramitación urgente. Es más, señala también
que se hicieron pagos por más de 42 millones de euros que ni
siquiera contaban con la autorización del Consejo de Gobierno, lo cual puede
devenir en su nulidad de pleno derecho. En otras palabras, <b><span style="color: #660000;">no es
exagerado afirmar que la mayor parte de las compras sanitarias en los
primeros meses de la pandemia están ahora bajo sospecha de haberse
realizado sin respetar la legalidad.</span></b></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #660000; font-size: large;">Además de las judiciales existen
las responsabilidades políticas</span></b></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;">Tuvo que ser un particular el que llevó este caso a la Fiscalía Anticorrupción, lo cual no dice
mucho en favor ni de la transparencia de la que presume el Gobierno
autonómico ni de su probidad y diligencia en el uso del dinero
público. <b><span style="color: #660000;">A lo que estamos asistiendo estos días es a las
consecuencias del descontrol generalizado que reinó en los inicios
de la pandemia, con un Ministerio de Sanidad incapaz de centralizar
las compras de material sanitario y unas comunidades autónomas
obligadas a arreglárselas por su cuenta</span> </b>sin reparar en el cómo
ni en el cuánto.</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;">Eso, sin embargo, solo explica lo
ocurrido pero no exculpa a los responsables políticos de haberse
saltado la legalidad como si no hubiera un mañana y como si el
dinero público no fuera de nadie y se le pudiera entregar a
cualquiera que prometiera guantes o mascarillas sin más garantías
que su palabra de caballero. <span style="color: #660000;"><b>Al margen de las responsabilidades
judiciales que en su caso se determinen, existe algo llamado
responsabilidad política que, aunque sea muy poco habitual en España, se debería concretar en dimisiones o
ceses</b> </span>de quienes tomaron decisiones presuntamente reñidas con la
legalidad. Vivir en la ultraperiferia no debería dar derecho también a disfrutar de patente de corso.</span></p>José Luis Díazhttp://www.blogger.com/profile/04378981631461909649noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4785156631546565289.post-8641518242694565252022-05-26T18:53:00.015+01:002022-05-27T06:55:23.993+01:00Día de Canarias: ¿una suerte vivir aquí?<p><b style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">A
las puertas del Día de Canarias el Gobierno autonómico ya nos ha
obsequiado el ineludible vídeo con el marchito tópico
del fuego y el mar, que ya conocemos de memoria después de años machacando en la misma idea. De nuevo se
sucederán los parabienes por vivir aquí, porque aún siendo la comunidad más pobre y con la mayor tasa de paro del país, en contentura y ganas de fiesta no nos gana nadie; se volverán a </span></b><b style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">escuchar discursos
oficiales cargados de buenas intenciones y autojustificaciones,
veremos al Gobierno premiándose a sí mismo, nos revestiremos de
típicos por unas horas, muchos incluso se atreverán con una isa y
un sancocho y, al día siguiente, felices de haber tenido un día más de fiesta, regresaremos a la tozuda realidad cotidiana de un
archipiélago al que, si no es por Juana es por la hermana, cuando no por ambas, le va a costar levantar cabeza. No
tengo nada contra quienes celebran así el Día de Canarias, aunque habrá a quien mi forma de ver esa jornada le parezca
demasiado pesimista y hasta poco patriota. En cualquier caso, me
resisto a disfrazar de falso optimismo un panorama imposible de
soslayar ni aún con la mejor de las intenciones.</span></b></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"></p><div class="separator" style="clear: both; font-weight: normal; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiFry6d-ylqJq_SykRTNNP8wr8i0vUTnp5Kq6DfmHsU1dlnlfld54iGVnmwAGeCrbIND47GN8LJa3OMGg06b7GYZsD9MO244JAIcd65_hfGCt78Z6zIlKQf7XzSayVD6YHubIZSOdQmhO-RwOde2gQgTbhIJPOD07Xmt4oHXegeaF3_68Qn5eFHP227/s643/ventana.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: large;"><img border="0" data-original-height="362" data-original-width="643" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiFry6d-ylqJq_SykRTNNP8wr8i0vUTnp5Kq6DfmHsU1dlnlfld54iGVnmwAGeCrbIND47GN8LJa3OMGg06b7GYZsD9MO244JAIcd65_hfGCt78Z6zIlKQf7XzSayVD6YHubIZSOdQmhO-RwOde2gQgTbhIJPOD07Xmt4oHXegeaF3_68Qn5eFHP227/w640-h360/ventana.jpg" width="640" /></span></a></div><span style="font-family: inherit;"><p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><b><span style="color: #660000; font-size: large;">Paro
e ineficacia pública</span></b></span></p></span><p></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">Un
rápido y somero repaso de los datos económicos y sociales bastan
para convencerse de que vivir en Canarias a fecha de hoy es como
mínimo para estar preocupados por el futuro, no digo ya para
alegrarse. Según la EPA, el Archipiélago es<span style="color: #660000;"><b> la comunidad autónoma con mayor tasa
de paro y la segunda que más empleo destruyó en el primer trimestre
del año. También lidera el paro juvenil no solo de España sino
de la Unión Europea</b></span>, y aunque es cierto que en el último año ha
habido un aumento de empleados y de afiliación, la precariedad
laboral es la norma generalizada.</span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;">Mientras
el paro parece ya un problema crónico de la economía canaria, hasta
el punto de que ni el regreso de los turistas tras la pandemia
permite reducirlo significativamente,</span><b style="font-family: inherit;"><span style="color: #660000;"> a nadie le debería sorprender
que Canarias sea también una de las comunidades autónomas con mayores
tasas de pobreza y exclusión social. Solo de drama social cabe
calificar que 630.000 canarios se encuentren en esa situación</span></b><span style="font-family: inherit;"> o que
300.000 padezcan exclusión severa o que 125.000 estén en situación
crítica, según el último informe de FOESSA.</span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">No
cabe duda de que la pandemia agravó un problema que, como el del
paro, también se ha vuelto crónico. No obstante<span style="color: #660000;"><b>, al
empeoramiento ha contribuido de forma decisiva la ineficacia y la
ineficiencia de los poderes públicos para responder en tiempo y
forma a esa realidad.</b></span> Con solo decir que el publicitado Ingreso
Mínimo Vital apenas llega aún al 7% de los que lo necesitan en
Canarias, está dicho prácticamente todo. No extraña tampoco por
tanto que las islas encabecen también la clasificación de comunidades en
las que menos cobertura ha alcanzado el IMV, presentado poco menos
que como la panacea contra la pobreza, contra la que las únicas panaceas posibles son la educación y el empleo. </span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><b><span style="color: #660000; font-size: large;">Dependencia,
el lunar más negro</span></b></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">Aunque
el gran lunar negro de la gestión autonómica sigue siendo la
atención a la dependencia, en donde – cómo no – Canarias lidera<b><span style="color: #660000;"> también la lista de personas en el limbo, es decir, dependientes con el grado de dependencia reconocido que aún no perciben la prestación
o el servicio a que tienen derecho</span></b>. En las islas mueren cada día 8
personas esperando por esa prestación y se tardan 900 días de media
en resolver un expediente de dependencia. Aún así, Canarias redujo
el año pasado en cerca de 44 millones de euros su aportación a la
dependencia, según acaba de revelar la Asociación de Directores y
Gerentes de Servicios Sociales. ¿Una suerte vivir aquí para los
dependientes?</span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;"><span>La
escasa diligencia autonómica para dar respuesta a la aguda crisis social
que sufren las islas va pareja con el</span></span><span style="font-family: inherit;"> </span><b style="font-family: inherit;"><span style="color: #660000;">menosprecio y el
ninguneo que el Gobierno central sigue exhibiendo ante la realidad de
la comunidad autónoma con los peores datos económicos y sociales
del país</span></b><span style="font-family: inherit;">. La penosa gestión de las ayudas a los afectados por el volcán
de La Palma, utilizado por Pedro Sánchez para su lucimiento personal,
es solo un botón de muestra al que cabe añadir el desconocimiento, cuando no el desdén, de Madrid ante el cumplimiento del REF o la pachorra frente al
drama humano de la inmigración.</span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><b><span style="color: #660000; font-size: large;">Un
giro con Marruecos que aumenta la incertidumbre...</span></b></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;"><span>Ahora,
<span style="color: #660000;"><b>el ministro de Exteriores ha venido a Canarias a reconocer que la pirueta de
Sánchez respecto al Sahara tampoco ayudará a reducir el número de
inmigrantes que intentan llegar a las islas, un intento en el que muchos pierden la vida</b></span>. Esa fue precisamente la
excusa con la que se vendió a la opinión pública un acuerdo que,
por si no había ya suficientes dificultades en las islas, ha ensombrecido aún
más el futuro de un archipiélago que tiene la
mala suerte de no llamarse Cataluña.</span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;"><span><b><span style="color: #660000;">La
pandemia o el volcán pueden considerarse atenuantes, pero en ningún caso eximentes de la falta de empuje e ideas del Gobierno del Pacto
de las Flores</span></b> ante una agenda plagada de asuntos pendientes, ni mucho menos para
justificar su mansedumbre ante los sucesivos desplantes de Sánchez y de algunos de sus ministros. La
suerte que tiene el presidente canario Torres es que<b><span style="color: #660000;"> la oposición parece
haberle dado bula hasta las elecciones y sus socios en el Gobierno, especialmente Podemos
y NC, se conforman con hacer aspavientos o hacerse oposición a sí mismos</span></b>, pero ni se les pasa por la mente </span></span><span style="font-family: inherit;">despegarse del poder. </span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><span><span><span style="font-family: inherit;"><span>Torres
insiste en que todo irá viento en popa a partir de ahora
y que la economía canaria crecerá más que ninguna otra. M</span></span></span></span><span><span style="font-family: inherit;"><span>ientras ese feliz y dorado momento llega y<b><span style="color: #660000;"> a falta de solo un año para las
elecciones, no se conoce aún cuál es la hoja de
ruta y los hitos que piensa seguir el Gobierno autonómico para superar esta
crisis, más allá del fárrago de planes, estrategias, perspectivas y agendas tan
bienintencionados como poco realista</span></b>s. Torres también gusta de prometer que dejará una Canarias mejor que la que encontró,
pero, a fecha de hoy, los principales indicadores económicos y sociales demuestran que la situación ha empeorado en los tres últimos años y no solo por culpa de la pandemia o del volcán, sino también por la impericia y la ineficacia del Gobierno. Además de quienes sufren a diario el drama del paro, la pobreza o la exclusión, o de quienes mueren esperando la prestación de la dependencia, s</span></span><span style="font-family: inherit;">i hay alguien en Canarias que debería saber mejor que nadie que para la mayoría de los canarios no es una suerte vivir aquí, ese debería ser</span></span><span style="font-family: inherit;"> Ángel Víctor Torres. </span></span></p>José Luis Díazhttp://www.blogger.com/profile/04378981631461909649noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4785156631546565289.post-45485293521520698402022-05-23T16:29:00.018+01:002022-05-24T06:54:31.274+01:00El emérito y el cainismo<p><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><b>En un país cainita y de excesos como España,
el breve regreso del rey emérito después de casi dos años ausente por
voluntad propia no podía sino estar rodeado de excesos por parte de
todos: de quienes desde algunos púlpitos mediáticos y desde las
calles de Sanxenxo han lanzado ¡vivas! y de quienes, desde los
púlpitos opuestos y desde las redes, han lanzado ¡mueras! Como no
podía ser de otra manera, el propio comportamiento del emérito
durante estos días también ha estado marcado por algunos excesos,
cuando lo que más convenía a la institución que representó y a la
que terminó defraudando era precisamente pasar desapercibido por más que no tenga causas judiciales pendientes en España. Pero dicho eso, ahora que el emérito ha retornado a Abu Dabi después de un largo encuentro con
su hijo coronado en el que no deben haber faltado reproches filiales por una conducta paterna poco edificante, tanto los
que lo jaleaban como los que pedían su cabeza tendrán que buscar
nuevas armas de distracción masiva. Mientras, la inmensa mayoría
del país seguirá luchando para salir adelante a pesar del Gobierno.</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; font-family: inherit; text-align: center;"><span style="font-size: large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkvIBfCSVZlmrAijNhGGt4OObUdf4iAMy5776GzIw6iCUwtPD7doSJ8s93-i98-aV5FcXZJKJu0DeZptpz7tMixI71pgJGTFA12GtqT5u27pu8qUJXcHtcCpvIKf7KzhCU8E0tqCUac7jduAnFDrovbIKYs3e6ElzkjO3jRraWYJkie8bIfgwpp4Up/s720/61c605952600002baa3d154e.webp" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="720" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkvIBfCSVZlmrAijNhGGt4OObUdf4iAMy5776GzIw6iCUwtPD7doSJ8s93-i98-aV5FcXZJKJu0DeZptpz7tMixI71pgJGTFA12GtqT5u27pu8qUJXcHtcCpvIKf7KzhCU8E0tqCUac7jduAnFDrovbIKYs3e6ElzkjO3jRraWYJkie8bIfgwpp4Up/w640-h426/61c605952600002baa3d154e.webp" width="640" /></a></span></div><span style="font-size: large;"><br /><div style="text-align: justify;"><b style="color: #660000; text-align: left;">Luces y sombras</b></div></span><p></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Todo lo que viene ocurriendo con
Juan Carlos I, desde antes incluso de su abdicación, me ha
producido siempre sensaciones ambivalentes, y creo que lo mismo le
ocurre a la mayoría de los españoles.<b><span style="color: #660000;"> Los dientes de leche de la
conciencia política me nacieron coincidiendo con la muerte de Franco
y la Transición. Recuerdo con todo detalle dónde estaba y qué
hacía el 23-F, así como el miedo y la zozobra que sentí durante
aquellas horas </span></b>y el alivio que supuso el mensaje del rey aquella
noche histórica, en la que se jugó incluso la vida o
cuando menos la corona frente a los golpistas.
</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">A partir de ahí la figura del rey
se agrandó, la monarquía se legitimó definitivamente y el país
enteró se convirtió al <i>juancarlismo</i>.<b><span style="color: #660000;"> Pero pronto Juan Carlos I pasó a ser un
intocable para la prensa, para los políticos y para los propios
ciudadanos</span></b>. Algún día habrá que hacer recuento del daño que le hizo a la institución monárquica cubrirla con un manto de silencio y rodear al rey de halagos inmoderados y acríticos. Salvo algunos rumores rápidamente acallados, durante
décadas la monarquía y su titular fueron tabú periodístico y
político hasta que la crisis económica de 2007 cambió las cosas
para siempre y determinados comportamientos se volvieron
intolerables.</span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><b><span style="color: #660000; font-size: large;">Se abre el melón</span></b></span></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;">Abierto el melón de la monarquía
por el lamentable comportamiento de su titular,</span><span style="color: #660000; font-family: inherit;"><b> no tardaron en
olvidarse los servicios prestados a la democracia y al progreso del
país y la izquierda populista aprovechó la grieta para hacer
palanca contra la Constitución del 78 y la forma del Estado.</b></span><span style="font-family: inherit;"> Lo que
se ha ido conociendo en los últimos tiempos, la avaricia desmedida
del monarca y sus maniobras económicas en la oscuridad, empañaron
aún más su innegable aportación a la concordia entre los españoles y
pusieron a los pies de los caballos la institución sobre la que se
asienta el orden constitucional.</span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;"><span>Hace casi dos años terminó de
emborronar su hoja de servicios con una marcha de España que tenía el aspecto </span></span><span style="font-family: inherit;">de una huida precipitada por más que
asegurara que se iba para “no perjudicar a su hijo”, a quién le ha dejado en herencia el marrón de gestionar el dañado prestigio de
la monarquía. A pesar de los desplantes y de las afrentas que le
dedican casi a diario quienes desean arramblar con el modelo
constitucional y lanzar basura sobre él, </span><span style="color: #660000; font-family: inherit;"><b>Felipe VI ha dado pruebas de estar a la altura de lo que se demanda en pleno siglo
XXI de una monarquía parlamentaria y constitucional, que debe
legitimarse cada día por la rectitud ética y moral de los comportamientos
públicos y privados del titular de la corona </b></span><span style="font-family: inherit;">y los miembros de la
familia real.</span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><b><span style="color: #660000; font-size: large;">Explicaciones debidas</span></b></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">A pesar de no tener causas
pendientes con la Justicia, en buena medida gracias a la
inviolabilidad de la que disfrutó mientras fue jefe de Estado, y teniendo en cuenta el fuerte carácter simbólico de la monarquía, creo
que el rey emérito sí debe al menos algún tipo de explicación a los españoles
que pusieron su confianza en la rectitud de sus actos privados. <b><span style="color: #660000;">Lo que
resulta cuando menos sarcástico, por no calificarlo de cínico, es
que las exija también Pedro Sánchez, uno de los presidentes de gobierno de la democracia más opacos y alérgicos a dar explicaciones.</span></b></span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;">
</p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Por lo demás, Juan Carlos I no representa un peligro para nadie y no tendría que haber ningún
problema para que fije su residencia en España si así lo desea. Por
decirlo en otros términos, <b><span style="color: #660000;">el emérito, con sus muchas luces y sus no pocas sombras, ya forma parte de la historia de España para lo bueno y
para lo malo, algo que los españoles deberíamos aprender a conciliar sin
hacer tantos aspavientos ni llevar las cosas a los extremos por una y otra parte.</span></b></span></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><span><span><span style="font-family: inherit;">La institución monárquica española espera<span> reformas que la adapten a las demandas ciudadanas de transparencia e integridad</span></span></span></span><span><span style="font-family: inherit;"><span>, empezando por la inviolabilidad, una prebenda que, en mi opinión, no debería amparar los comportamientos privados del monarca durante su reinado<b style="color: #660000;">. En todo caso, d</b></span></span><b style="font-family: inherit;"><span style="color: #660000;">e lo que no tengo ninguna duda es de que, con monarquía o con
república, seguiríamos siendo un país cainita y de excesos</span></b><span style="font-family: inherit;">, incapaz
de reconocer y distinguir lo negativo de lo positivo, lo que también
significa comprender que las instituciones deben estar por encima de las
personas, aunque estas</span></span><span style="font-family: inherit;"> jamás las deben utilizar para su lucro particular so pena de acabar con ellas. </span></span></p>José Luis Díazhttp://www.blogger.com/profile/04378981631461909649noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4785156631546565289.post-2621654231013889972022-05-19T16:44:00.004+01:002022-05-20T07:42:09.317+01:00Sánchez, Canarias y el amigo marroquí<p><span style="font-family: inherit; font-weight: bold;"><span style="font-size: large;">Cuando oigo a un político prometer algo me acuerdo de la canción de Pablo Milanés: “el tiempo pasa,
nos vamos poniendo viejos”. El 23 de marzo Pedro Sánchez acudió
raudo a Ceuta y Melilla a “explicar” su amplia reverencia ante el
rey de Marruecos en el contencioso del Sahara, conocida por sorpresa
solo unos días antes a través del Gobierno marroquí, que no del
español. Ese mismo día el presidente de Canarias, el también
socialista Ángel Víctor Torres, decía solemnemente en el
Parlamento autonómico que Sánchez “tendrá que explicar en el
archipiélago su carta al rey de Marruecos”, que el dirigente
regional calificó de “relevante” y “trascendente”, para
añadir que “ninguna propuesta tendrá recorrido si no es con el
acuerdo entre las partes”. A Torres se le pasó el pequeño detalle
de que Sánchez ha despreciado olímpicamente la postura de una de
las dos partes, por no hablar de Argelia, de la oposición española y hasta de
sus ministros y socios de gobierno, antes de postrarse a las plantas
de Mohamed VI y jurarle que la propuesta autonomista es “la más
seria, realista y creíble”. A lo mejor lo es, pero eso lo deben decidir los saharauis y eso es lo que debe respetar Sánchez.</span></span></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><span style="font-size: large;"><img border="0" data-original-height="349" data-original-width="620" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhY7kxcZv8Vk-yO1l74RQNDY8aCT32p9KQrzGaFKe946dsnongA5_3mNWt191Rn4zXdHmnAX-wZPauOGiYQ9VZ_rDcertz8e9W5My1P5yexfgxex9ArWI98CM4OU7iNv3QV9UbODZfb4xcyffgvfSxBQjWSoJnBz8E6LvQ-A8X6aKbr5_XVZ9QdcPUf/w640-h360/m-sanchez-k8aE--620x349@abc.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" width="640" /></span></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;"><b><span style="color: #660000; font-size: large;">EFE</span></b></td></tr></tbody></table><div class="separator" style="clear: both; font-family: inherit; font-weight: bold; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhY7kxcZv8Vk-yO1l74RQNDY8aCT32p9KQrzGaFKe946dsnongA5_3mNWt191Rn4zXdHmnAX-wZPauOGiYQ9VZ_rDcertz8e9W5My1P5yexfgxex9ArWI98CM4OU7iNv3QV9UbODZfb4xcyffgvfSxBQjWSoJnBz8E6LvQ-A8X6aKbr5_XVZ9QdcPUf/s620/m-sanchez-k8aE--620x349@abc.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: large;"></span></a></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><b><span style="color: #660000; font-family: inherit; font-size: large;">Canarias y la danza de los siete
velos </span></b></div>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">El 26 de abril, mas de un mes después, el mismo Ángel Víctor Torres de antes afirmó
que el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, estaba
“preparando un viaje en las próximas semanas a Canarias” para
explicar la pirueta saharaui de <b><span style="color: #660000;">Sánchez, a quien, al parecer, su
apretada agenda no le impidió viajar ocho veces a La Palma para
fotografiarse junto al volcán, pero sí le impide subirse al <i>Falcon</i> y darse un
salto a los territorios de ultramar para despejar las numerosas incertidumbres provocadas por su danza de los siete
velos en Rabat</span></b>. Hay tantas cuestiones trascendentales para
Canarias en el cambio de posición sobre el Sahara, que demorar más
su explicación es confirmar que las islas, su futuro y sus intereses
no están ni se les espera tan siquiera en la trasera de la última hoja de la
agenda gubernamental. Imaginen que esto afectara a Cataluña o al País Vasco. </span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">La reactivación ahora de la
estancada comisión hispano – marroquí para abordar el peliagudo y
demorado asunto de la delimitación de las aguas territoriales sería
una buena noticia si pasamos por alto la política de hechos
consumados de Marruecos en las aguas del Sahara y el asentimiento
dócil de España. <b><span style="color: #660000;">Hace poco más de dos años el Parlamento
marroquí aprobó, unilateralmente y ante el silencio español,
ampliar las aguas territoriales y crear una zona económica exclusiva
que choca de lleno con la que nuestro país reclama para Canarias</span>.</b>
Es evidente el interés marroquí por las riquezas submarinas
insulares y, francamente, a la vista del tradicional entreguismo
español a las tesis de Rabat, el hecho de que las islas tengan un
representante en esa comisión tranquiliza muy poco si su <i>status</i>
se limita al de un mero convidado de piedra.</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #660000; font-family: inherit; font-size: large;">Vuelven las prospecciones y siguen
llegando pateras</span></b></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">En esas estábamos cuando, ¡oh,
sorpresa!, se anuncian prospecciones de hidrocarburos en aguas
supuestamente marroquíes, a unos pocos kilómetros de las costas de
Lanzarote y Fuerteventura. <b><span style="color: #660000;">De buenas a primeras se disparan de
nuevo las alarmas y se ponen sobre la mesa los riesgos ambientales de
una actividad de la que se desconocen las medidas de seguridad adoptadas</span></b> y quiénes serían los responsables de los daños económicos y medioambientales de un eventual accidente. Una
vez más, el Gobierno canario parece haberse enterado por la prensa
de lo que se cocía a unos pocos kilómetros de las costas de las
islas y que, probablemente, el Gobierno central sí conocía.</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Con todo, la inmigración es el aspecto más cínico de ese acuerdo a costa del pueblo saharaui. Aún así, las
llegadas de inmigrantes a Canarias desde que se dio a conocer el giro
de Sánchez se han incrementado un 20%, si bien ha disminuido la
presión sobre Ceuta y Melilla.<span style="color: #660000;"> <b>Los inmigrantes, ante cuyas
muertes y desapariciones en el mar el Gobierno español y el canario
se dan golpes de pecho, se han convertido en indecente moneda de
cambio en este trato espurio</b>.</span> Es difícil no ver que Marruecos se
ha comprometido de palabra a impedir – cuando le convenga, claro
está - la salida de sus propios ciudadanos hacia Ceuta y Melilla y
hacia Canarias a cambio de que España ceda en el Sahara y quién
sabe en qué más.</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #660000; font-family: inherit; font-size: large;">¿Se negoció con Marruecos sobre la
soberanía canaria?</span></b></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">La pregunta es una de las más
preocupantes si recordamos cierto titular, según el cual, el acuerdo
<i>“obliga a Marruecos a desistir </i>(sic)<i> de Ceuta, Melilla y las Islas
Canarias</i>”. El ministro Iceta lo retuiteó al instante e incendió
las redes, demostrando que en este Gobierno hay mucha gente a la que
le falta un buen hervor. <span style="color: #660000;"><b>¿Se puso en algún momento sobre la mesa la
soberanía de Canarias, Ceuta y Melilla en el conchabo con Marruecos?
¿A qué viene hablar de que Marruecos “desiste”? ¿Qué negoció Sánchez con Marruecos a propósito de Canarias, Ceuta
y Melilla?</b> </span>La guinda al lamentable espectáculo la ha puesto
<i>Pegasus </i>y sus escuchas. Todo
lo anterior, desde el inesperado giro de Sánchez a los supuestos
términos del acuerdo con Marruecos, ha quedado indeleblemente
manchado por la sospecha de un chantaje marroquí si, como todo
indica, el espionaje partió de ese país.</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;">A modo
de resumen, Canarias lleva décadas pagando los platos rotos de la
política de apaciguamiento español con el vecino del sur.<span style="color: #660000;"> <b>La
pesca, la agricultura o la inmigración son solo tres ejemplos de lo
que ha supuesto para los intereses de estas islas una política
exterior con Marruecos que ha tenido mucho menos de buena vecindad en
pie de igualdad que de hechos consumados marroquíes con consentimiento
español</b></span>. Un Gobierno
canario, cuyo presidente ha demostrado que su peso político en Madrid
no alcanza la categoría <i>pluma</i>
y cuyos socios lloriquean por las esquinas sin atreverse a dar un
golpe sobre la mesa, no garantiza que en este momento crucial se
defiendan tampoco los intereses canarios. Hoy es 20 de mayo de 2022
y ni Sánchez ni Albares se han dejado caer aún por Canarias. Torres calla y, </span><span style="font-family: inherit;">como
decía Milanés, “el tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos”.</span></span></p>José Luis Díazhttp://www.blogger.com/profile/04378981631461909649noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4785156631546565289.post-14426893861904020152022-05-17T07:47:00.002+01:002022-05-17T13:19:28.081+01:00Teoría y práctica de la crispación<p><b style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">Dice
el CIS – sí, el de Tezanos – que los españoles estamos hasta la
coronilla de la crispación política: ocho de cada diez nos
declaramos hondamente preocupados, 9 de cada diez queremos que los
partidos se pongan de acuerdo en algo que no sea repartirse los
cargos públicos y seis de cada diez creemos que son precisamente
ellos, los políticos, los que se pirran por una buena bronca en la
plaza pública. Aunque unos más que otros, porque también dice la
encuesta de marras que son el PSOE y Vox los que más hacen por la
causa crispadora, a mucha distancia del PP y Podemos. Si Tezanos lo
dice, quién soy yo para contrariar a un sondeador de su probada
independencia y nivel de aciertos. Sin embargo, a mí todo esto me
escama mucho habida cuenta de que los políticos españoles tienen
una larga tradición en la práctica de la filosofía <i>Zen</i> y el buen
rollito, evitan a toda costa poner como chupa de dómine a sus
adversarios y son unos rendidos admiradores de las somnolientas
democracias escandinavas. Lo que parece claro es que, si los
políticos crispan tanto como dice el CIS que dicen los ciudadanos,
estos, por el contrario, están más aletargados que nunca. ¿Y el Gobierno? ¿No crispa también el Gobierno? Algo no cuadra aquí. </span></b></p><p><b style="font-family: inherit;"></b></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfng9lBx_VM0jeK8KMXMz1Dms3Uw0n0SJHsWSfwGGlOeZcsqbUnWYQjc2bxmDyoWuuGtRH-4orEZY2z9RpxD2Gu5FxW4BOoQ4YBCdXeaj3q4qT2BeZvWck7QMUNor1I5sW2C1HSNN1YHltLYF8t9qWsdE3o5RYdJGbIRoYJIjKVT5ez8FME3ljCkaU/s740/2017062019150624173.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="494" data-original-width="740" height="428" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfng9lBx_VM0jeK8KMXMz1Dms3Uw0n0SJHsWSfwGGlOeZcsqbUnWYQjc2bxmDyoWuuGtRH-4orEZY2z9RpxD2Gu5FxW4BOoQ4YBCdXeaj3q4qT2BeZvWck7QMUNor1I5sW2C1HSNN1YHltLYF8t9qWsdE3o5RYdJGbIRoYJIjKVT5ez8FME3ljCkaU/w640-h428/2017062019150624173.jpg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;"><span style="color: #660000; font-size: medium;"><b>Alberto di Lolli</b></span></td></tr></tbody></table><p></p><p><b style="color: #660000; font-family: inherit; font-size: x-large;"><span style="color: #660000;"><span style="font-size: large;">El
arte de tocar las narices siempre y por todo</span></span></b></p><p></p><p style="font-style: normal; font-weight: normal; orphans: 2; widows: 2;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;">Primero
deberíamos ponernos de acuerdo sobre el significado de “crispación”,
porque aquí cada cual usa el término para asar su sardina.<span style="color: #660000;"> </span></span><b style="font-family: inherit;"><span style="color: #660000;">Si
tiramos de Academia, “crispar” es, según el DRAE, “irritar o
exasperar a alguien”</span></b><span style="font-family: inherit;">. Hay quien define “crispación” como
el desacuerdo permanente y sistemático sobre las iniciativas,
propuestas, gestos, actuaciones o decisiones del otro, presentados
desde la otra parte como un cambio espurio de las reglas del juego,
incompetencia, electoralismo, carencia de proyecto, corrupción,
etc., etc. </span><span style="font-family: inherit;">Hablando
en plata y por lo llano</span><span style="font-family: inherit;">,</span><b style="font-family: inherit;"><span style="color: #660000;"> crispar viene a ser tocarle las narices por
cualquier motivo y en todo momento al contrario político, todo ello
con el único fin de que no decaiga la tensión social</span></b><span style="font-family: inherit;"> y que los
respectivos hooligans tengan carnaza de la que alimentarse</span><span style="font-family: inherit;">. Vista
así, crispación y polarización son términos intercambiables y
equivalentes.</span></span></p>
<p style="font-style: normal; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Este
problema no es nuevo en las democracias ni exclusivo de nuestro país.
En esto España no es diferente de Italia, Francia o el Reino Unido,
aunque, a ojos de la ciudadanía, aquí la dolencia parece que se ha agravado más rápido según las encuestas. <span style="color: #660000;"><b>Entre los analistas hay coincidencia en que el punto de
inflexión fue la aparición de Podemos y poco después de Vox como
su contraparte</b></span>. En un ambiente crispado o polarizado, alimentado
desde las redes y los medios, el diálogo y el compromiso se cotizan
cada vez más caros por miedo a perder votos, la democracia se
bloquea, las instituciones se desprestigian y la desafección
ciudadana crece.
</span></p>
<p style="orphans: 2; widows: 2;"><i><b></b></i></p><blockquote><i><b><span style="color: #660000; font-family: georgia; font-size: x-large;">"La
aparición de Podemos y Vox marcan un antes y un después en la
crispación en España"</span></b></i></blockquote><p></p>
<p style="font-style: normal; font-weight: normal; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Del
mismo modo se exaltan las emociones, se avientan las teorías de la
conspiración y se cultiva la llamada “moral del asco”, que
prescinde de la argumentación y reduce al máximo el espacio para el
diálogo y el acuerdo. <b><span style="color: #660000;">El partido, la ideología, el territorio,
el feminismo, la corrupción, la inmigración, la pandemia, la economía, la monarquía, la Guerra
Civil, el franquismo y hasta el Festival de Eurovisión: todo vale para polarizar o crispar</span></b>, a veces también para
desviar la atención, haciendo que los votantes fieles se sientan
cada vez más aislados e incluso enfrentados a quienes no comparten
sus puntos de vista: o conmigo o contra mí, no hay término medio ni
espacio para la discrepancia. El viejo Torquemada habría disfrutado
de lo lindo en la España de hoy. </span></p>
<p style="font-style: normal; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: #660000; font-family: inherit; font-size: large;"><b>El
comodín de la crispación para silenciar al adversario</b></span></p>
<p style="font-style: normal; font-weight: normal; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Pero
deplorar la crispación como un mal para la democracia no debe impedirnos ver el uso torticero que
se hace del término para intentar acallar las críticas legítimas
de los adversarios, con el mal disimulado objetivo de imponer el
discurso oficial.<span style="color: #660000;"> <b>En esto son maestros el presidente del Gobierno
y su nutrida legión de cortesanos</b></span>, a los que se les llena la
boca de diálogo y sentido de Estado al tiempo que acusan de
antidemócratas y fachas a los que se atreven a ponerle peros a las
decisiones gubernamentales. Puestos a crispar que tire la primera
piedra quien esté libre de culpa:<b style="color: black;"> </b><b><span style="color: #660000;">la oposición no suele pecar
por defecto sino todo lo contrario, pero el Gobierno, sus socios y sus voceros
más manporreros tampoco son mancos</span></b><b style="color: black;">,</b> aunque ante la opinión
pública aparezcan como inocentes corderos que no han roto un plato.</span></p><p style="orphans: 2; widows: 2;"><span><span style="color: #660000; font-family: georgia; font-size: x-large;"><i><b></b></i></span></span></p><blockquote><span><span style="color: #660000; font-family: georgia; font-size: x-large;"><i><b>"No hay democracia sin crispación, el problema surge cuando se cruzan todas las líneas rojas"</b></i></span></span></blockquote><p></p><p style="font-style: normal; orphans: 2; widows: 2;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">Sin
que esto suponga justificar la polarización de la vida pública, la democracia es un sistema
político basado en la competencia por el poder de acuerdo con un
marco normativo aceptado por la mayoría. <b><span style="color: #660000;">Lo lógico y consustancial
a un sistema de esas características es que se produzca un cierto
grado de tensión entre los actores políticos que inevitablemente
trasciende a la ciudadaní</span></b><span style="color: #660000;"><b>a</b></span>. La ausencia de enfrentamientos y controversias en defensa de los respectivos planteamientos y puntos de vista no
sería precisamente síntoma de buena salud democrática, sino de todo
lo contrario. En España todos conocemos desde hace mucho el
significado de la expresión “la paz de los cementerios” y no
creo que la mayoría la prefiriera a un poco de ruido político.</span></span></p><p>
<span style="color: black; font-family: inherit; font-size: large;">El
problema surge cuando ese ruido se vuelve escandalera y se traspasan
todas las líneas rojas del respeto a la verdad, al adversario y a
las instituciones en las que se sustenta la democracia. </span><span style="color: #660000; font-family: inherit; font-size: large;"><b>Por
desgracia, en España esa situación se produce con una frecuencia
cada vez mayor, tanto en el Parlamento como fuera de él en las redes
o en los medios</b></span><span style="font-family: inherit; font-size: large;">. La crispación se ha convertido en un <i>modus operandi</i>
muy poco democrático de hacer política y de que eso ocurra son
responsables todos o casi todos los partidos y todos o casi todos los
políticos en mayor o menor medida<b><span style="color: #660000;">. Es mayor si cabe la
responsabilidad del Gobierno, sobre el cual recae el deber de
separar sus obligaciones institucionales del discurso de los partidos
que lo sustentan,</span></b> en lugar de esconderse tras la crispación para anatemizar
las críticas y actuar como aquel que iba con la cruz en el pecho y
el diablo en los hechos. </span></p>José Luis Díazhttp://www.blogger.com/profile/04378981631461909649noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4785156631546565289.post-63358967764214629482022-05-12T08:47:00.000+01:002022-05-12T08:47:32.809+01:00A los pies del separatismo<p><b><span style="font-family: inherit; font-size: large;">No es una exageración, es la
realidad a poco que se reflexione: el Gobierno español lleva toda la
legislatura viviendo, sufriendo y respirando por los poros del
separatismo catalán, de cuyo aliento depende en gran medida que
Pedro Sánchez cumpla su deseo de agotar la legislatura. Lo que los
independentistas reclaman, sus caprichos y sus órdagos para calibrar
hasta dónde está dispuesto a ceder Sánchez, adquiere
inmediatamente la categoría de asunto de estado, prioritario y
urgente: todo el Gabinete se desvive para satisfacer las exigencias
de quienes tienen como principal objetivo obtener el mayor rédito
político aprovechando que el único principio que guía la acción
del presidente es mantenerse en el poder cueste lo que cueste a las
instituciones y al país. Todo lo demás puede esperar por urgente
que sea, las demandas independentistas deciden la agenda
gubernamental en detrimento de otras necesidades más perentorias. No
es tan excesivo como pueda parecer concluir que España está en
buena medida gobernada desde la Generalitat de Cataluña y desde la
sede de ERC. Sánchez no sólo está en manos del separatismo,
también está a sus pies.</span></b></p><p><b><span style="font-size: large;"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPVkMxSuGa27ZNMy19e1P7dMjKqhmJC9tP_Cont9Xrk-2tcMZVcPXqp8rgzMcWnB4U5DJGlRLT6go9gSkaEsR2809hm8yte6FTPaRJwcuHV-KgBLpoy66ebnGZ_-QxQPUW5vd6WD98UZ9Rws2EHhL736654YgjfnbjdbHgx0jEERTbZiYJoq1CO83I/s420/fotonoticia_20220506144218_420.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="280" data-original-width="420" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPVkMxSuGa27ZNMy19e1P7dMjKqhmJC9tP_Cont9Xrk-2tcMZVcPXqp8rgzMcWnB4U5DJGlRLT6go9gSkaEsR2809hm8yte6FTPaRJwcuHV-KgBLpoy66ebnGZ_-QxQPUW5vd6WD98UZ9Rws2EHhL736654YgjfnbjdbHgx0jEERTbZiYJoq1CO83I/w640-h426/fotonoticia_20220506144218_420.jpg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;"><b><span style="color: #660000;">EP</span></b></td></tr></tbody></table><br /></span></b></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #660000; font-family: inherit; font-size: large;">Espionaje y ruedas de molino</span></b></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;">El Gobierno hace esfuerzos vanos para
que comulguemos con una descomunal rueda de molino, según la cual el
vergonzoso cese de la directora del CNI tiene algo que ver con los
pinchazos de <i>Pegasus</i> a los teléfonos del presidente y de los
ministros de Defensa e Interior. Sobre esto ya señalé en otro post
que </span><b style="font-family: inherit;"><span style="color: #660000;">en política no existen las coincidencias y este caso no es
una excepción. El cese es la ofrenda debida a los independentistas a
cambio de que no le retiren el apoyo a Sánchez, después de
conocerse que una veintena de ellos había sido vigilada con aval
judicial por el CNI</span></b><span style="font-family: inherit;">.</span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;">El riesgo de tener que poner un abrupto
punto y final a la legislatura obligó a Sánchez a ordenar a su
fontanero mayor Bolaños que aireara a los cuatro vientos que el
Gobierno también había sido espiado con Pegasus hacía un año. </span><b style="font-family: inherit;"><span style="color: #660000;">Lo
lógico y natural en un presidente que se respete a sí mismo y a los
ciudadanos y que valore la importancia de la seguridad nacional,
habría sido actuar con discreción, averiguar dónde estuvo la falla
y actuar en consecuencia</span></b><span style="font-family: inherit;">. Dar a conocer </span><i style="font-family: inherit;">urbi et orbi </i><span style="font-family: inherit;">y de
forma oficial que el Gobierno español había sido espiado y hacerlo
a pocas semanas de una cumbre crucial de la OTAN, es algo que solo
hace alguien tan agarrado al poder que incluso la
seguridad y la imagen internacional del país le importan tres
pimientos.</span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #660000;"><b><i><span style="font-family: georgia; font-size: x-large;"></span></i></b></span></p><blockquote><span style="color: #660000;"><b><i><span style="font-family: georgia; font-size: x-large;">"Solo alguien tan apegado al sillón como Sánchez airea los fallos en la seguridad nacional para mantener el poder"</span></i></b></span></blockquote><p></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;">Nadie en su sano juicio puede creer que
en La Moncloa no se conociera ese agujero en la seguridad hasta
justo el momento en el que Aragonés y los suyos pidieron que rodaran
cabezas. Es más,</span><b style="font-family: inherit;"> s<span style="color: #660000;">i hay alguien responsable en primera persona de
ese fallo es precisamente el ministro Bolaños, entre cuyas
atribuciones figura precisamente garantizar la seguridad de las
comunicaciones de La Moncloa</span></b><span style="font-family: inherit;">. A propósito de esa responsabilidad
se ha sabido que el CNI transmitió hace un año una serie de
instrucciones de seguridad para el presidente y sus ministros.
Bolaños tendría que explicar si se las hizo llegar a quienes iban
dirigidas o si estos no las cumplieron. Puede que debiera haber sido
su cabeza y no la de la responsable del CNI la que tendría que haber
rodado en este sainete.</span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #660000; font-family: inherit; font-size: large;">Margarita Robles, quién la ha visto
y quién la ve</span></b></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">Con el escenario de las justificaciones
ya bien dispuesto, llegó el momento anunciado de poner sobre una
bandeja de plata la cabeza de la responsable del CNI para calmar a
los independentistas. Los políticos nos tienen acostumbrados a
comparecencias que solo merecen el calificativo de ignominiosas y la
que ofreció el martes la ministra de Defensa no escapa a esa
categoría. </span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><span style="color: #660000;"><b style="font-family: inherit;">Margarita Robles, la única ministra que se atrevía a
levantar la voz ante independentistas y filoetarras y a defender el
estado de derecho, ha dejado también patente que le puede más el
cargo que la dignidad</b><span style="font-family: inherit;"> </span><b style="font-family: inherit;">de no hacerle el trabajo sucio al
presidente</b></span><span style="font-family: inherit;"><span style="color: #660000;">.</span> De lo contrario habría presentado su dimisión
inmediata e irrevocable antes de enfangarse como lo ha hecho, intentando
presentar una injusta defenestración en toda regla, de cuyas causas
no fue capaz de explicar con claridad ni tan solo una, por una “sustitución”
a la que en realidad habría que llamar genuflexión, una más, del
Gobierno ante los independentistas.</span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #660000; font-family: georgia; font-size: x-large;"><i><b></b></i></span></p><blockquote><span style="color: #660000; font-family: georgia; font-size: x-large;"><i><b>“Sánchez no ve contradicción en
espiar a los mismos con los que gobierna”</b></i></span></blockquote><b style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;"></span></b><p></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;">A salvo de momento la cabeza de Robles
gracias a su propia genuflexión ante Sánchez – ya veremos si
sigue en su lugar después de la cumbre de la OTAN o de las
elecciones andaluzas –</span><b style="font-family: inherit;"> <span style="color: #660000;">la siguiente cesión al insaciable
chantajismo independentista será seguramente desclasificar las
autorizaciones judiciales de la vigilancia a Aragonés y a su
revoltosa muchachada, aunque ello suponga volver a pasarse la ley por
el arco del triunfo</span></b><span style="font-family: inherit;">. Sobre la cabeza de Sánchez pende como una
espada de Damocles la cínica frase de Junqueras, condenado por
sedición y malversación y dispuesto a reincidir, que se permite
advertirle al presidente de que le seguirá apoyando con la condición
de que “no se repitan” las escuchas. </span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><b style="color: #660000;"><span style="font-size: large;">Un panorama desolador</span></b></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><b style="font-family: inherit;"><span style="color: #660000;">Tan incierto como que La
Moncloa no sabía del espionaje a Sánchez con <i>Pegasus</i> es que Sánchez
no tuviera conocimiento de las escuchas a los independentistas, en
los que se apoya para gobernar pero a los que al mismo tiempo vigila
como un peligro para el Estado a la vez que les permite acceder a secretos oficiales</span></b><span style="font-family: inherit;">. Es todo de una lógica tan aplastante que
asusta y que solo se </span></span><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">explica por el fin último que persigue: conservar
el poder.</span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">Decía en un reciente post que
asistimos a una legislatura zombi sin más rumbo que el que marcan
los independentistas y que, de quedarle a Sánchez una pequeña
brizna de sentido de estado, habría adelantado ya las elecciones. Lo
que me pregunto hoy es <b><span style="color: #660000;">qué quedará de todo esto cuando los socios
de Sánchez consideren que ha llegado el momento de dejarlo caer y
los ciudadanos decidan que no es digno de su confianza</span></b> para continuar
al frente del país.</span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;"></span><span style="font-family: inherit;">El panorama es desolador<span style="color: #660000; font-weight: bold;">: ruido estéril,
tiempo perdido, mentiras, incapacidad, destrozo de la credibilidad y el prestigio de las instituciones y el estado de derecho, un mayor descrédito de
la política entendida como el arte de mejorar la vida de los
ciudadanos y toneladas de propaganda </span><span>a mayor gloria de un político
tóxico para este país</span></span><span style="font-family: inherit;">. Por desgracia, las cosas positivas, que
algunas pocas también ha habido, pasarán completamente
desapercibidas.</span></span></p>José Luis Díazhttp://www.blogger.com/profile/04378981631461909649noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4785156631546565289.post-65390001417775049812022-05-10T08:22:00.002+01:002022-05-11T06:46:36.544+01:00Ucrania: sin novedad en el frente<p><b><span style="font-family: inherit; font-size: large;">De la perorata de Putin con motivo
de la celebración del aniversario de la victoria soviética
sobre Hitler se esperaba alguna señal de por dónde irán los tiros
en la guerra de Ucrania a partir de ahora. Pero pincharon en hueso
los que tal cosa esperaban: el sátrapa ruso, rodeado de una nutrida
corte de generales cargados de hojalata hasta el cuello, rememoró en
la Plaza Roja de Moscú los viejos desfiles militares de la era
soviética pero no soltó prenda sobre lo que piensa hacer en el país
que lleva masacrando a conciencia desde hace dos meses y medio. Más
allá de su retórica belicista y de sus ya conocidas
tergiversaciones sobre las causas que le llevaron a invadir un país
soberano, lo único que cabe concluir de sus palabras es que la
guerra continuará aunque las cosas no le estén yendo como esperaba.
No ha habido declaración oficial de guerra, lo que habría implicado
una movilización general, ni señal alguna que aliente las
esperanzas de alcanzar al menos un alto el fuego que alivie el
sufrimiento de la población civil mientras se busca un acuerdo de
paz.</span></b></p><p><b><span style="font-size: large;"></span></b></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOAlZAiHfAUjZ72SPzB_8fihjg-5mFx4tH4vcuxDV055ST0AJmok-sEWTQ7kGKu8fnNq2xcXFTy4vY85UasBNWVF6YCLEjUH-1u-riO56sU2nU5q-RVXpbuxHUPjIP8wFZ5HaNxRo2bhgD-PbQUC-c9-bQvA2hiTpjwyEjcnRqktXGNIKI9oO9M-7y/s980/CF2LDLJ24NBJNAEO4XJMVRIJHA.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="653" data-original-width="980" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOAlZAiHfAUjZ72SPzB_8fihjg-5mFx4tH4vcuxDV055ST0AJmok-sEWTQ7kGKu8fnNq2xcXFTy4vY85UasBNWVF6YCLEjUH-1u-riO56sU2nU5q-RVXpbuxHUPjIP8wFZ5HaNxRo2bhgD-PbQUC-c9-bQvA2hiTpjwyEjcnRqktXGNIKI9oO9M-7y/w640-h426/CF2LDLJ24NBJNAEO4XJMVRIJHA.jpg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;"><b><span style="color: #660000;">AFP</span></b></td></tr></tbody></table><p></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #660000; font-family: inherit; font-size: large;">Normalizando la guerra</span></b></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">Mientras la ONU eleva ya a más de
3.300 las víctimas civiles ucranianas de las tropas rusas y los
refugiados se acercan a los seis millones, <span style="color: #660000;"><b>no hay en el horizonte
próximo ninguna señal de que la guerra podría estar acercándose a
su fin</b></span>. Al contrario, todo indica que a la población ucraniana aún
le queda un largo calvario que soportar a manos del ejército
invasor. Tanto Rusia como Occidente parecen haber normalizado un
<i>status quo </i>bélico sin que por ninguna de ambas partes se conozcan esfuerzos de ningún tipo para dejar de
disparar y empezar a hablar de paz.<b><span style="color: #660000;"> La normalización del conflicto
se aprecia incluso en los medios de comunicación occidentales</span></b>, en
donde los peores sufrimientos del pueblo ucraniano ya ni siquiera abren informativos o portadas periodísticas.</span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">Es innegable que la democracia se
juega mucho en este envite ante el dictador de Moscú y en ningún
caso puede abandonar a su suerte al pueblo ucraniano. Sin embargo,
junto al imprescindible apoyo militar y económico a Kiev, deberían
estarse haciendo esfuerzos mucho mayores para que el ruido de las
armas sea sustituido por las conversaciones de paz. </span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;"><span style="color: #660000;"><b>Si como señalan
algunos analistas ni Rusia puede perder esta guerra ni Ucrania
ganarla, cabe preguntarse hasta dónde y hasta cuándo considera
Occidente que puede seguir enviando armamento a Ucrania sin que Putin
decida que el conflicto ha desbordado las fronteras del país
invadido</b></span> y ponga a los países occidentales en su punto de mira. No
es necesario ser un experto en estrategia militar para darse cuenta
de que cuanto más se alargue la guerra más riesgo de una
conflagración nuclear existe, bien sea por error o por cálculo que, como dice el refrán, las armas las carga el diablo.</span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><b><span style="color: #660000; font-size: large;">Peregrinación a Kiev sin estrategia
para la paz</span></b></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">Casi sin excepción, los líderes
occidentales, en particular los de la UE, han peregrinado a Kiev para
expresar su apoyo al pueblo ucraniano y el presidente Zelensky ha
hablando en los parlamentos europeos, pero es su pueblo el que está
poniendo los muertos civiles en esta guerra cruenta. Es legítimo
preguntarse por qué no ha surgido aún una iniciativa conjunta en
Occidente para detener la guerra, lo que incluye no solo a la UE y a
la ONU, sino incluso a la OTAN. <span style="color: #660000;"><b>Lo cierto es que no parece que exista
estrategia alguna tendente a alcanzar un alto el fuego y, en
paralelo, un acuerdo de paz duradera, aceptable para ambas partes</b></span>,
avalada por el pueblo ucraniano y garantizada por la comunidad
internacional. Al contrario, lo que se percibe es más bien la
voluntad de mantener indefinidamente el enfrentamiento militar con
Putin a través de Ucrania.</span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #660000; font-family: georgia; font-size: x-large;"><b><i></i></b></span></p><blockquote><span style="color: #660000; font-family: georgia; font-size: x-large;"><b><i>“Las esperanzas puestas en China han resultado infundadas"</i></b></span></blockquote><p></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Las esperanzas puestas en China al
comienzo de la guerra han resultado infundadas. <span style="color: #660000;"><b>Pekín sigue jugando
al despiste, a pesar de que era el país con más posibilidades de
conseguir que Putin aceptara un alto el fuego y se sentara a hablar
de paz. Pero si no lo hizo entonces, mucho menos cabe esperar que lo
haga ahora</b></span>. China comparte con Rusia la misma visión del mundo,
plasmada negro sobre blanco en la declaración conjunta suscrita por
Putin y Xi Jinping dos semanas antes de la invasión de Ucrania. Sin
duda, en Pekín inquieta la situación en Ucrania pero, mientras los
chinos no vean en serio peligro sus intereses económicos globales, es
dudoso que muevan un dedo para detener la guerra. Uno no desea ser
ave de mal agüero, pero diría que esta situación puede convertirse
en el camino más directo hacia la Tercera Guerra Mundial, si es que ésta no ha comenzado ya.</span></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #660000; font-family: inherit; font-size: large;"><b>De los negocios de Schröder, estos lodos</b></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;">En el plano económico, las cinco
rondas de sanciones al régimen de Moscú no parecen </span><span style="font-family: inherit;">estar haciendo demasiada mella de momento en
la economía rusa. Sobre todo si se toma en consideración que <b><span style="color: #660000;">los
países europeos siguen sin ponerse de acuerdo sobre cómo y cuándo
cortar las importaciones de hidrocarburos rusos, con Alemania como
escollo casi insalvable para tomar esa decisión sin quebrar la ya frágil unidad comunitaria</span>. </b></span><span style="font-family: inherit;">La elevada
dependencia europea de esas fuentes de energía es el fruto en gran
medida de los negocios alemanes con el gas ruso, con el ex canciller
Schröder como gran beneficiado, y de la desidia de una Comisión
Europea a la que no le importó poner la mayoría de los huevos de su
aprovisionamiento energético en la misma cesta. </span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">Para hacernos una
idea del coste de esa dependencia baste decir que <b><span style="color: #660000;">en en los dos meses
y medio de guerra en Ucrania, la UE ha pagado a Moscú la friolera
de 35.000 millones de euros por su petróleo y su gas</span></b>. Para desgracia
del pueblo ucraniano, sin planes de paz a la vista y con ese maná que Europa le
entrega graciosamente al dictador al que al mismo tiempo combate a
través de Ucrania, sería iluso pensar que la guerra está cerca de
llegar a su fin. </span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;">
</p>José Luis Díazhttp://www.blogger.com/profile/04378981631461909649noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4785156631546565289.post-5887361100488381142022-05-05T11:47:00.004+01:002022-05-06T07:42:05.956+01:00Una legislatura zombi, un país exhausto<p><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;"><b>Si
Pedro Sánchez atesorara solo un par de gramos de sentido de estado convocaría elecciones anticipadas mañana mismo y acabaría por la
vía democrática con una legislatura que ya no da más de sí
después de haber dado tan poco. Pero lo que natura non da, Salamanca non presta. </b></span><b style="font-family: inherit;">El chusco y escandaloso caso del
espionaje con <i>Pegasus</i> ha consumido hasta las heces las escasas
reservas de confianza que quedaban en el presidente. Con el único
fin de conservar el poder no solo ha expuesto al descrédito público
e internacional a los servicios de los que depende la seguridad
nacional, algo que ni al que asó la manteca se le ocurriría, sino
que ordenó a la obediente presidenta del Congreso que metiera hasta
la cocina de los secretos de estado a fuerzas políticamente hostiles
al estado de derecho y a la Constitución. Que revelaran el contenido de la comparecencia de ayer de la responsable del CNI dos minutos después de acabar la reunión de la Comisión de Secretos Oficiales, solo es la confirmación del respeto a las normas de los socios en cuyas manos Sánchez ha decidido poner la seguridad nacional. </b></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcNELIf-tmfN59i_cvNZPmtD4DuDy4eIP7GSl-s42UYBE62iGMquhUjOkt-Qtf-G_TEzZyqz4VxVd3qRxHTS0pbdYp1gyqyyxwSNjvO7s4NZhMIga7hWf-rdlV8YeEum0fC804CywCdIU01-goB-1H6lZRGHP6F9NOfEBoGSGcsbAkwWa7wiPJqOPA/s656/banquete-sanchez-mohamedvi-656x368.jpg.webp" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: large;"><img border="0" data-original-height="368" data-original-width="656" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcNELIf-tmfN59i_cvNZPmtD4DuDy4eIP7GSl-s42UYBE62iGMquhUjOkt-Qtf-G_TEzZyqz4VxVd3qRxHTS0pbdYp1gyqyyxwSNjvO7s4NZhMIga7hWf-rdlV8YeEum0fC804CywCdIU01-goB-1H6lZRGHP6F9NOfEBoGSGcsbAkwWa7wiPJqOPA/w640-h360/banquete-sanchez-mohamedvi-656x368.jpg.webp" width="640" /></span></a></div><b style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;"><br /></span></b><p></p><p></p><p><b style="color: #660000; font-family: inherit;"><b><span style="font-size: large;">El
bochorno continúa</span></b></b></p><p></p><p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">El bochorno, sin embargo, parece no tener fin. Ahora,
todo el país debe asistir entre incrédulo y hastiado – ya no queda
espacio para el asombro - a una batalla en el seno del ala socialista del propio
Gobierno a propósito de quién es el ministerio responsable de garantizar la seguridad de las comunicaciones del presidente y de
sus ministros. <span style="color: #660000;"><b>Todas las miradas están puestas en el ministro –
bombero Bolaños, al que Sánchez emplea para un roto y un descosido
como acudir raudo y veloz con la manguera a Barcelona, un domingo por la mañana, para sofocar el incendio provocado por los
independentistas</b></span>. </span></p><p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Lo que no se entiende – o
se entiende demasiado bien – es que el Gobierno tenga que dar
explicaciones a unos soberanistas que han prometido reincidir en su desafío al Estado, sobre escuchas que el propio
Gobierno asegura que cuentan siempre con aval judicial. <b><span style="color: #660000;">¿Desde cuándo es obligación del Gobierno informar a grupos separatistas de las actividades de la inteligencia nacional?</span></b> Obviamente, desde que Sánchez depende de ellos para seguir en el poder. </span></p><p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;">Sin embargo, pendiente de Cataluña y a pesar de que forma parte de sus
responsabilidades, a Bolaños parece que se le pasó ocuparse de la
seguridad de las llamadas del presidente y de los miembros del Gabinete y alguien,
probablemente desde desiertos cercanos, se llevó una tonelada de
datos de los teléfonos de Sánchez y de la ministra Robles. </span><span style="color: #660000; font-family: inherit;"><b>Si se
llegaran a confirmar las fundadas sospechas de que es Marruecos el
país que está detrás, no habría más remedio que concluir que el
viraje de Sánchez en el Sahara obedeció a un chantaje marroquí al
que el presidente se plegó</b></span><span style="font-family: inherit;">. Es probable que nunca lo sepamos a
ciencia cierta, pero la sombra de sospecha sobre las razones que
llevaron al presidente a tomar una decisión unilateral tan
importante, sin consultar con nadie y sin aparentemente sopesar sus graves consecuencias a
múltiples niveles, será muy difícil de borrar.</span></span></p><p></p><p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><b><span style="color: #660000; font-family: inherit; font-size: large;">¡Al
suelo, que vienen los nuestros!</span></b></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">A Bolaños, quien también ejercer como ministro - ventrílocuo de Sánchez cuando
este prefiere esconderse de los focos y los micrófonos, le resulta
mucho más descansado y políticamente conveniente desprestigiar
públicamente y ante todo el mundo a los servicios nacionales de
inteligencia y poner en la picota a su responsable directa y a
Robles para darle gusto al independentismo y a sus morados compañeros
de viaje. Al fin y al cabo, <b><span style="color: #660000;">la titular de Defensa es la única en el Ejecutivo que se atreve a levantarle la voz a Podemos y a
los independentistas y supone por tanto un obstáculo para los
indecentes juegos de manos entre Sánchez y sus tóxicos socios de
investidura</span></b>.</span></p><p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;">Con Podemos y los soberanistas pidiendo sangre a coro y
con los propios ministros socialistas tirándose el espionaje a la
cabeza, Pedro </span><b style="font-family: inherit;"><span style="color: #660000;">Sánchez se ha convertido en un presidente tan agotado
y amortizado como la legislatura zombi y sin rumbo que padecemos, de
la que ya solo cabe esperar ruido y furia política</span></b><span style="font-family: inherit;"> pero nada que
sirva al interés general de los españoles. Aguantar así un año y
medio más, bajo la permanente espada de Damocles del chantaje
podemita e independentista, debería ser una opción a descartar hoy
mismo por el presidente.</span></span></p>
<p style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><b><span style="color: #660000; font-family: inherit; font-size: large;">Maquillando
la realidad</span></b></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Los datos relativamente positivos del paro apenas bastan
para maquillar el sombrío panorama económico del país, reconocido
por el propio Gobierno, ni para contener el encarecimiento de una deuda ya monstruosa ni para paliar la crisis energética ni la
subida de los precios ni las brutales secuelas económicas y sociales
de la pandemia de la que parece que ya nos hemos olvidado por
completo. <b><span style="color: #660000;">No hay proyectos ni ideas, solo parches, votaciones
agónicas y cesiones al independentismo y a los albaceas del
terrorismo para conservar el poder a costa de las instituciones, del
prestigio del país y hasta de su seguridad nacional</span></b>. Es tal el
desvarío y la cacofonía gubernamental que, a la vista de las
posiciones de Podemos y de Yolanda Díaz en asuntos como la guerra en
Ucrania o el caso del espionaje, ya no sabemos si la coalición de
gobierno está formada por dos o tres partidos mal avenidos entre sí.</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Mas no cabe hacerse ilusiones, ni a Sánchez ni a sus socios
les interesa en estos momentos que haya elecciones. <span style="color: #660000;"><b>Primero porque
le podrían poner en bandeja la victoria a un PP que parece renacer de
sus cenizas tras la llegada de Feijóo; pero, además y sobre todo, porque cuanto más
débil sea Sánchez y cuánto más consigan alargar sus socios esta legislatura agónica más
rédito obtendrán de su extorsión política permanente</b></span>. Solo al
interés de los españoles le conviene pasar por las urnas cuanto antes para que
el Gobierno rinda las cuentas que se niega empecinadamente a rendir en el Congreso.
El drama de este país es que el interés de los españoles y el de
Sánchez y sus socios hace tiempo que se parecen tanto como la noche y el día. </span></p>José Luis Díazhttp://www.blogger.com/profile/04378981631461909649noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4785156631546565289.post-4547565425206719652022-05-03T08:39:00.001+01:002022-05-03T09:36:10.970+01:00Pegasus y la credibilidad<p><b><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Quienes
aún crean que en política hay casualidades o coincidencias probablemente también creerán que a los niños los trae la cigüeña
directamente de París. En absoluto puede considerarse casual sino
causal la sorpresiva rueda de prensa convocada por el Gobierno un día
de fiesta en media España para informarnos de que los teléfonos del
presidente y de la ministra de Defensa fueron infectados hace un año
por el programa israelí de espionaje Pegasus. Ni el fondo ni la
forma de dar a conocer una información de tanta gravedad contribuyen
en lo más mínimo a generar confianza y a mejorar la credibilidad de
un Gobierno reñido con la verdad desde el primer día de la
legislatura.</span></b></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqKDALpAvp5hD2MfZej7Ot0jN9EsmuK67wYF9VNHHNhGad5Iz6LXMkozXr5vTYzRXGJ0ELS_pfj4fVf6_1F1ONbGcf-v5oem6htM_rOlKm6jU-Xi4CRN_xqp2L6PriaiwPgHeG1YpM8BCzmYtJcZlD53HeSxfvvTd4v06SqIacSjyq8sYma_LvwrRY/s655/sanchez-003-1-655x368.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><span style="font-size: large;"><img border="0" data-original-height="368" data-original-width="655" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqKDALpAvp5hD2MfZej7Ot0jN9EsmuK67wYF9VNHHNhGad5Iz6LXMkozXr5vTYzRXGJ0ELS_pfj4fVf6_1F1ONbGcf-v5oem6htM_rOlKm6jU-Xi4CRN_xqp2L6PriaiwPgHeG1YpM8BCzmYtJcZlD53HeSxfvvTd4v06SqIacSjyq8sYma_LvwrRY/w640-h360/sanchez-003-1-655x368.jpg" width="640" /></span></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;"><span style="color: #660000; font-size: large;"><b>EFE</b></span></td></tr></tbody></table><p></p><p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><b><span style="color: #660000; font-family: inherit; font-size: large;">Victimización
y oportunismo</span></b></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Lo que ha conseguido en cambio es arrojar una alargada
sombra de sospecha sobre las instituciones responsables de la
seguridad nacional y dejar patente que, <b><span style="color: #660000;">detrás de las revelaciones a
medias conocidas ayer, hay una clara intencionalidad política
relacionada con las presiones del independentismo y sus compañeros
de viaje a propósito del presunto espionaje con Pegasus a un número
indeterminado de dirigentes soberanistas</span></b>. Blanco y en botella...</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Dando por hecho que la información difundida ayer es
cierta, lo primero que cabe deducir es que los <span style="color: #660000;"><b>s</b></span><b><span style="color: #660000;">ervicios secretos españoles estarían en
manos de incompetentes, incapaces de garantizar la seguridad de las
comunicaciones del presidente y de su ministra de Defensa</span></b>. Eso, si no
aparecen más teléfonos de ministros y altos cargos también
infectados con Pegasus, algo que no puede descartarse en absoluto.</span></p><p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;">Sin embargo, que el Gobierno haya hecho pública una
información que habitualmente se mantiene en secreto para no
desacreditar a los servicios de inteligencia, solo puede tener un
objetivo:</span><span style="color: #660000; font-family: inherit;"><b> pasar de villano a víctima en el caso del supuesto
espionaje a los independentistas y justificar los ceses en el CNI
para contentar a los levantiscos socios de un Gobierno rehén de
fuerzas políticas a las que les importa una higa el interés general
del país,</b></span><span style="font-family: inherit;"> pero a las que no duda en hacer copartícipes de una
comisión de secretos oficiales a cambio de que mantengan el apoyo a
Sánchez.</span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="color: #660000; font-family: inherit; font-size: large;"><b>Hablemos de espionaje</b></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Además del efecto calmante en el corral de
independentistas y allegados que persigue Sánchez con estas
revelaciones, el presidente pretende también desviar al menos por
unos días la atención sobre los graves problemas del país.
<b><span style="color: #660000;">Mientras hablemos de espías y de espionaje hablaremos mucho menos de
las feas perspectivas económicas del país reconocidas por el propio
Ejecutivo, del quiero y no puedo de la crisis energética, de la
subida en globo de los precios</span></b> o de los sondeos electorales en los
que empiezan a pintar bastos cada vez más alargados para el futuro
de Sánchez.</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">En resumen, lo que ha generado el Gobierno con su
extraña y extemporánea rueda de prensa de ayer es un clima de
inseguridad, incredulidad y desconcierto, <b><span style="color: #660000;">que socava la imagen de
instituciones de la importancia del CNI y deteriora gravemente el
prestigio internacional de nuestro país, a tan solo unas pocas
semanas de que España se convierta en la anfitriona de una cumbre de
la OTAN</span></b> en plena guerra en Ucrania.</span></p><p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="color: #660000; font-family: inherit; font-size: large;"><b>El Gobierno cuenta la mitad de la mitad que más le interesa</b></span></p><p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;">Los españoles sabemos desde ayer que al menos el
teléfono del presidente del Gobierno y de su ministra de Defensa
fueron espiados hace un año, pero </span><span style="color: #660000; font-family: inherit;"><b>no sabemos a ciencia cierta por
quién ni qué información sensible obtuvieron el o los espías ni
qué se ha hecho o se va a hacer para que algo así no se repita</b></span><span style="font-family: inherit;">.
Solo podemos hacer suposiciones más o menos acertadas sobre unos
hechos gravísimos de los que el Gobierno seguramente apenas ha
contado la mitad de la mitad y de esa mitad la que más le interesaba
contar en estos momentos. </span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Tal vez lo único que cabe sacar en claro
de todo esto es que el presidente del Gobierno no ha dudado en volver
a poner a las instituciones a los pies de los caballos, primero
<span style="color: #660000;"><b>retorciendo el Reglamento del Congreso para dar acceso a los secretos
de Estado a independentistas y a filoetarras y a renglón seguido
poniendo en evidencia a tus propios servicios secretos sin importar
las consecuencias que eso comporta</b></span>. Para Sánchez no hay líneas
rojas y todo le parece por bien empleado si contribuye al fin primero
y último de su concepción de la política: mantenerse en el poder
cueste lo que cueste a España y a los españoles.</span></p>José Luis Díazhttp://www.blogger.com/profile/04378981631461909649noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4785156631546565289.post-20651267611491673142022-04-28T16:43:00.015+01:002022-04-29T08:01:14.510+01:00Menos lobos, Elon<p><b><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Me cuesta
mucho ver a Elon Musk como un <i>Superman</i> al rescate de la libertad de
expresión en Twitter. La misma dificultad tengo para imaginármelo
como el Gran Hermano que controlará y dirigirá cada uno de nuestros
pensamientos y deposiciones en la red del pajarito azul, con la que
se acaba de hacer por la bonita cifra de 44.000 millones de dólares. Por fortuna aún no se ha aprobado ninguna ley en ningún país
que obligue a nadie a ser usuario de esa red, en la que basta un solo click para entrar o salir de una ciénaga en la que abundan menos la razón, la información veraz, el respeto y la tolerancia que los trolls, los bulos, el odio, el acoso, el
racismo, la propaganda política o simplemente la frivolidad y el
narcisismo. En otras palabras, no veo a Musk ni como héroe ni como
villano, que son las categorías a las que con pasión lo están
asociando estos días uno y otro bando en un nuevo capítulo de la
lucha por el control de la redes sociales.</span></b></p>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikpbTj9MzjNe_JZ0VnelhzW_TwoJirOyrBn33VH6Q9TIfuYAOrZgo32-uCLnYv4fVlKQe8FboYJkr0ov3L5Rf6F3MlK7ODl8Z5ns_3w3iw71vxIwRo31ly93W2hJQhMVGBAfP6UiubEWMYFx1nTV5b0TUtyWqTn2f31k9f8teKaMLdknOM_8vesGFI/s544/60004b36c2231.r_d.743-371.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><img border="0" data-original-height="399" data-original-width="544" height="470" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikpbTj9MzjNe_JZ0VnelhzW_TwoJirOyrBn33VH6Q9TIfuYAOrZgo32-uCLnYv4fVlKQe8FboYJkr0ov3L5Rf6F3MlK7ODl8Z5ns_3w3iw71vxIwRo31ly93W2hJQhMVGBAfP6UiubEWMYFx1nTV5b0TUtyWqTn2f31k9f8teKaMLdknOM_8vesGFI/w640-h470/60004b36c2231.r_d.743-371.png" width="640" /></span></a></div><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span><p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><b><span style="color: #660000; font-family: inherit; font-size: large;">¿Cómo será
la “plaza pública” de Musk? Nadie lo sabe</span></b></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Creo que Musk es un avispado empresario – bastante
excéntrico y contradictorio, eso sí - que<span style="color: #660000;"><b> ha visto en Twitter una
gran oportunidad de negocio con un importante potencial de
crecimiento y se ha lanzado a por ella sin importarle pagar por el
capricho un 38% más del valor de la empresa</b></span>. Que haya acompañado
esta mediática operación de compra con una campaña publicitaria en defensa de la libertad de expresión forma parte de su propio
espectáculo, ante el que lo más prudente es mantener el
escepticismo. Sobre todo porque aún no ha dicho qué piensa hacer
para conseguir lo que promete, probablemente porque <span style="color: #660000;"><b>declararse
“absolutista” de la libertad de expresión es mucho más fácil
que lograr que su nuevo y costoso juguete se convierta en esa “plaza
pública” de la que habla </b></span>y en la que todos podremos expresarnos
libremente.</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span><span style="font-family: inherit; font-size: large;">No cuestiono que este señor haga con su dinero lo que estime
oportuno y defienda con pasión la libertad de mercado, aunque eso no
le impidiera aceptar la subvención de 4.000 millones de dólares que
recibió de la Administración Obama para lanzar su empresa de coches
eléctricos. Pero de ahí a verlo como el adalid de la libertad de
expresión va un trecho que yo al menos no voy a recorrer. Para empezar, <span style="color: #660000;"><b>ni siquiera él es un ejemplo de respeto y tolerancia con
quienes se atreven a llevarle la contraria en la red. Con su inconfundible
estilo faltón y agresivo no dudó por ejemplo en predecir que en Estados Unidos no habría un solo caso
de COVID - 19</b></span>.</span></span></p>
<p style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"></span></p><blockquote><p style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><b><span style="color: #660000; font-family: georgia; font-size: x-large;"><i>"Musk no se
caracteriza por el respeto y la tolerancia en la red"</i></span></b></p></blockquote><p style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">
Que esto lo publique en las redes un <i>Don Nadie</i> no tendría la más
mínima repercusión, pero que lo haga alguien que tiene detrás 87,5 millones de seguidores merece al menos enarcar una ceja de
desconfianza ante este supuesto héroe sin capa de la libertad de expresión. Puede que esa sea la clase de libertad de expresión que a Musk le gusta ver en
Twitter, aunque para ese viaje no hacía falta gastarse 44.000
millones de dólares: su red ya rezuma mensajes de ese tipo por los
cuatro costados. <b><span style="color: #660000;">Si ninguna de las grandes redes sociales de ámbito
global ha conseguido hasta ahora resolver los problemas relacionados
con la moderación de los contenidos, los llamados mensajes de odio, las campañas de acoso o
las noticias falsas, será interesante ver cómo cumple Musk su
promesa de hacer de Twitter la “plaza pública” de la democracia</span></b>
en la que reine la libertad de expresión sin más limitaciones que
las establecidas en la ley. </span></p>
<p style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><b><span style="color: #660000; font-family: inherit; font-size: large;">Musk y la
libertad de expresión</span></b></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;"><span><span>Para empezar ya se puede ir preparando para cumplir la nueva normativa sobre servicios digitales de la UE que obliga a vigilar el contenido de lo que se publica en plataformas como la suya. Aunque Twitter es una red global, cada país </span></span></span><span style="font-family: inherit;"><span>tiene su propia
legislación sobre este tipo de redes y están, además, los que ni
siquiera tienen algo que merezca llamarse legislación sobre redes
sociales o, peor aún, los que la utilizan para cercenar de cuajo la libertad de
expresión. </span></span><b style="font-family: inherit;"><span style="color: #660000;">Como bien dice el propio Musk “la libertad de expresión
es la base de una democracia que funcione”. Esa contundente e
inapelable afirmación choca sin embargo con la frivolidad
propagandística y un tanto irresponsable de la que él mismo rodea una libertad tan esencial
</span></b><span style="font-family: inherit;">en un sistema democrático que, se quiera o no, tiene límites
definidos por otros derechos y libertades o por el interés general. </span></span></p>
<blockquote><p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="color: #660000; font-family: georgia; font-size: x-large;"><b><i>“Si lo que
pretende es manga ancha en Twitter el tiro le puede salir por la
culata”</i></b></span></p></blockquote><p style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;">Esos límites no son sinónimo de censura, como parecen sugerir algunos</span><span style="font-family: inherit;"> entusiastas </span><i style="font-family: inherit;">muskianos</i><span style="font-family: inherit;">, sino garantía de
respeto, tolerancia y convivencia, términos que cotizan cada vez más
a la baja en las redes a pesar de las optimistas previsiones con las
que algunos vieron el nacimiento de estas plataformas globales. </span><span style="color: #660000; font-family: inherit;"><b>Si lo
que Musk pretende es manga ancha en Twitter con el objetivo de
sacarle partido económico a lo que piensan y dicen más de 300 millones
de usuarios, puede que el tiro le salga por la culata </b></span><span style="font-family: inherit;">si
los que llevan tiempo pensando en marcharse dan el paso definitivo y
los que no lo habían pensando se lo empiezan a plantear.</span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Elon Musk, el hombre cuya fortuna ha valorado Forbes en 300.000
millones de dólares, no ha comprado Twitter para salvar la libertad
de expresión ni para
manipular y dirigir a placer nuestros débiles cerebros, como afirman
aquellos otros con alma de censores, a los que sí les gustaría ser ellos los encargados de
indicarnos lo que debemos pensar, decir y hacer y silenciar a los
discrepantes. <b><span style="color: #660000;">Musk viene a hacer negocios y no tengo nada que
reprocharle, salvo que me intente vender la especie de que sin él la
libertad de expresión está en peligro</span></b>. De garantizar el ejercicio de ese derecho
deben ocuparse las leyes y los jueces y lo mejor que puede y debe
hacer Musk es cumplir las primeras y cooperar lealmente con los responsables de aplicarlas sin arrogarse atribuciones que no le corresponden. Para todo lo
demás, MasterCard.</span></span></p>José Luis Díazhttp://www.blogger.com/profile/04378981631461909649noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4785156631546565289.post-46846497793763085582022-04-26T08:37:00.000+01:002022-04-26T08:37:47.631+01:00Europa respira...de momento<p><b style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">Un profundo suspiro de alivio se ha
dejado sentir este domingo en prácticamente todas las capitales
europeas al conocer que Enmanuel Macron seguirá siendo el inquilino
del Elíseo cinco años más tras vencer a Marine Le Pen en la
segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas. Su triunfo
frena por ahora el ascenso de la ultraderecha y evita que el país
que en estos momentos lidera la UE pase a manos de alguien que
estaría encantada de dinamitarla desde dentro. Sin embargo, estaría
bien evitar la autocomplacencia y contener la respiración un par de
meses más hasta saber qué suerte correrá el reelegido presidente
en las legislativas a dos vueltas previstas para el 12 y el 19 de
junio.</span></b></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkXn4_Hg8PVqaI9LIFjGjLurpHm23aZXxk9zSuqhPMoMDJZ69V5fD32R00gsYaIfpsnutIIPpeE_uAG0D0tvwXMMsKsgKtaidgJdGdz6nLM40uPwyTbWPmZs3gN2Y2gnFW9SmZ-LZDcUKBKXlmq3UNa4GM4qypFOoJhZoNMxrPHoHfINfFJuSl5ETP/s700/37415862_303.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: large;"><img border="0" data-original-height="394" data-original-width="700" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkXn4_Hg8PVqaI9LIFjGjLurpHm23aZXxk9zSuqhPMoMDJZ69V5fD32R00gsYaIfpsnutIIPpeE_uAG0D0tvwXMMsKsgKtaidgJdGdz6nLM40uPwyTbWPmZs3gN2Y2gnFW9SmZ-LZDcUKBKXlmq3UNa4GM4qypFOoJhZoNMxrPHoHfINfFJuSl5ETP/w640-h360/37415862_303.jpg" width="640" /></span></a></div><b><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><p style="margin-bottom: 0cm;"><b><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><span style="color: #660000;">Tercera vuelta en junio</span></span></b></p></span></b><p></p>
<p style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;">Bien mirado, esa
próxima cita electoral de los franceses con las urnas se ve ya como
una tercera vuelta que, en función del resultado, puede facilitar o
complicar seriamente los planes de Macron. </span><b style="font-family: inherit;"><span style="color: #660000;">No le bastará entonces
con invocar el voto de tirios y troyanos frente a la ultraderecha
como en las presidenciales, sino defender la plaza con sus propias
fuerzas frente a los populismos de extrema izquierda y extrema
derecha que ya le echan el aliento electoral en el cogote</span></b><span style="font-family: inherit;"> y a los
que un elevado porcentaje de franceses ha dejado de considerar
anatema votar. De hecho, unidos superan a Macron con creces después
de la debacle de los partidos tradicionales en la primera vuelta, un
dato que convendría no pasar por alto.</span></span></p>
<p style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;">A bote pronto cabe
pensar que después de vencer en las presidenciales las legislativas
de junio no deberían arrojar un resultado diferente para Macron. Sin
embargo, una vez más conviene no confiarse y analizar con espíritu
autocrítico algunos datos muy relevantes del clima político que
reina en el país vecino, expresado con claridad en las dos vueltas
presidenciales. El primero tiene que ver con la abstención: </span><b style="font-family: inherit;"><span style="color: #660000;">trece
millones de franceses, cerca del 30% del censo, decidieron este
domingo no votar, un nivel de abstención que no se registraba en
Francia desde hacía medio siglo</span>.</b><span style="font-family: inherit;"> Parece evidente que para uno de
cada tres franceses ni Macron ni Le Pen han sido capaces de generar
la suficiente confianza en ellos como para votar a alguno de los dos.</span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #660000; font-family: georgia; font-size: large;"><b><i></i></b></span></p><blockquote><p style="margin-bottom: 0cm;"><b style="color: #660000; font-family: georgia;"><i><span style="font-size: x-large;">"Le Pen ha mejorado
sus resultados en 2,5 millones de votos a pesar de la abstención"</span></i></b></p></blockquote><p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #660000; font-family: georgia; font-size: large;"><b><i></i></b></span></p>
<p style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;">Sería a todas
luces excesivo calificar de pírrica la victoria de Macron sobre Le
Pen, aunque es evidente que ha ganado sin convencer a una parte muy
importante del electorado.<span style="color: #660000;"> </span></span><b style="font-family: inherit;"><span style="color: #660000;">La holgura con la que superó a Le Pen
en 2017 se ha reducido considerablemente en 2022</span></b><span style="font-family: inherit;">. Si hace cinco
años Macron obtuvo el 66% de los votos frente al 34% que fueron para
Le Pen, en la cita del último domingo la diferencia se redujo al
pasar a un 58,5% para el presidente reelecto frente a un 41,4% para
la aspirante. En otras palabras, mientras los apoyos a Macron han
menguado en los últimos cinco años en 1,5 millones de votos,
los de Le Pen han aumentado 2,5 millones a pesar de la abstención.
</span><b style="font-family: inherit;"><span style="color: #660000;">¿Ha tocado techo Le Pen o aún tiene recorrido para seguir
creciendo? ¿Se debilita Macron o será capaz de resistir en
solitario ante los populismos de uno y otro extremo?</span> </b><span style="font-family: inherit;">Esas dos
preguntas tal vez obtengan respuesta en las legislativas, pero son
inquietantes.</span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><b><span style="color: #660000; font-size: large;">Macron: mensaje
recibido</span></b></span></p>
<p style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;">Macron parece
haber recibido el mensaje y ser consciente de que su gestión deja
mucho que desear para millones de franceses, que </span><b style="font-family: inherit;"><span style="color: #660000;">si votaron por él
el domingo lo hicieron para evitar un mal tal vez mayor, no porque
les ilusionen las propuestas del presidente</span></b><span style="font-family: inherit;"><span style="color: #660000;">.</span> Al menos eso se
desprende de sus palabras la noche electoral asegurando que su
segundo mandato será diferente del primero, en el que se intensificó
la polarización social que han reflejado los resultados electorales.
Según un estudio del Instituto Ipsos, Macron ha conseguido el apoyo
de los votantes de más edad, con más estudios y más renta
residentes mayoritariamente en zonas urbanas. Los parados, los
agricultores, los obreros y un alto porcentaje de los jóvenes de
zonas periféricas del país se inclinaron mayoritariamente en cambio
por Le Pen.</span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #660000; font-family: georgia;"><b><i><span style="font-size: x-large;"></span></i></b></span></p><blockquote><span style="color: #660000; font-family: georgia;"><b><i><span style="font-size: x-large;">"Pocas razones para la euforia y muchas para la autocrítica"</span></i></b></span></blockquote><p></p>
<p style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;">Aliviar la
fractura social que sufre el país es uno de sus principales
desafíos, junto con una reforma de las pensiones que pasaría por
retrasar la edad de la jubilación, algo que los sindicatos le van a
poner muy cuesta arriba. </span><b style="font-family: inherit;"><span style="color: #660000;">También tendrá que afrontar las causas
que provocaron la oleada de protestas de los Chalecos Amarillos y
hacerlo en una situación económica muy complicada por los efectos
de la pandemia y la guerra de Ucrania</span>.</b><span style="font-family: inherit;"> Todo esto habrá de
compatibilizarlo con el liderazgo de una Unión Europea en un momento
clave de su historia y con Alemania sumida en un mar de dudas e
incógnitas.</span></span></p>
<p style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;">No hay pues
razones para la euforia por mucho que Macron sea el primer presidente
francés reelegido en dos décadas. </span><b style="font-family: inherit;"><span style="color: #660000;">Hay en cambio muchos motivos
para la preocupación, la reflexión y la autocrítica ante un
escenario político francés potencialmente sombrío para la
democracia y para la UE</span></b><span style="font-family: inherit;">. Ese escenario también debería ser analizado con
detalle en nuestro país, en donde, salvo Vox, todo el mundo se ha
declarado <i>macroniano</i> de toda la vida, como si con eso bastara para
conjurar los riesgos democráticos de la polarización política a la
que tan adictos nos hemos vuelto en este país desde hace algún
tiempo. Si fueran inteligentes aprenderían del refrán y pondrían a remojo sus barbas a la vista de lo que está pasando con las del vecino francés.</span></span></p>
<p></p>José Luis Díazhttp://www.blogger.com/profile/04378981631461909649noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4785156631546565289.post-15707985530988048182022-04-21T16:47:00.001+01:002022-04-21T16:47:56.900+01:00Inmunizados ante la corrupción<p><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><b>Los
españoles no solo hemos alcanzado la inmunidad de grupo frente al
COVID-19, también ante la corrupción. Los casos turbios se suceden sin
solución de continuidad pero a la ciudadanía le resbalan, se encoge
de hombros y sigue a sus cosas: se ha normalizado socialmente hasta tal punto la innoble actividad patria de meter la mano en la lata del gofio público, que ya ni nos inmutamos, la damos por sabida e inevitable y
concluimos que de nada vale indignarse si lo van a seguir haciendo
igual. Y es ahí en donde nos equivocamos, en dejar pasar y dejar
hacer sin cantar las cuarenta en la plaza pública y expulsar
definitivamente de ella a quienes nos roban en nuestras propias
narices. Esa actitud pasiva es la mejor coartada para que nada cambie y
para que los espabilados de turno conviertan la actividad política
en un mercado persa en el que hacer lucrativos negocios.</b></span></p><p><span style="font-family: inherit; font-size: large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizqbQbBIJsnPm2jwjEhAbQIag-t6606z3dd1eES0P5uiduF2WS6U_V1OI8l9RNev4QwSI-xlKGD9fPfaXvGFwDYsol9G2QvBPKCXEVTg4x43pTEtnkLcaRMt0NHbSOrSTEpLmUsQGOXvXLx0z7Mb-WUubo0PhTu5oIkBjJKqfCaYpB7G8i6w3aZbO6/s580/JKSZRXHXJRDANIPCDEO63PP5YM.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="330" data-original-width="580" height="364" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizqbQbBIJsnPm2jwjEhAbQIag-t6606z3dd1eES0P5uiduF2WS6U_V1OI8l9RNev4QwSI-xlKGD9fPfaXvGFwDYsol9G2QvBPKCXEVTg4x43pTEtnkLcaRMt0NHbSOrSTEpLmUsQGOXvXLx0z7Mb-WUubo0PhTu5oIkBjJKqfCaYpB7G8i6w3aZbO6/w640-h364/JKSZRXHXJRDANIPCDEO63PP5YM.jpg" width="640" /></a></span></div><p></p><p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><b><span style="color: #660000; font-family: inherit; font-size: large;">A
calzón bajado</span></b></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">El caso de las mascarillas de Madrid
no es más que el penúltimo de esos episodios, en esta ocasión
alimentado por las urgencias que había al inicio de la pandemia para
adquirir material sanitario en donde fuera, cómo fuera y al precio
que fuera.<span style="color: #660000;"><b> La transparencia y el cumplimiento de las reglas relativas
a la contratación pública se apartaron a un lado y se abrió de par en par la
puerta a los comisionistas para que hicieran su agosto en pleno mes
de marzo</b></span>. Aunque no es solo el caso madrileño el que está bajo
la lupa judicial, por más que algunos prefieran ocultar otros de los
que también emana un olor a podrido que tira para atrás. </span></p><p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;">Tres altos cargos del Gobierno central están siendo investigados por supuestas irregularidades en la compra de material sanitario en los primeros meses de la pandemia, aunque de esto apenas es posible encontrar algo en los medios. </span><span style="font-family: inherit;">De hecho,
<span style="color: #660000;"><b>en estos momentos se investigan judicialmente contratos a dedo de
todas las administraciones públicas durante la pandemia por importe de casi 6.500
millones de euros. Mucha tela que cortar queda todavía.</b></span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;">España sigue siendo terreno fértil
para la corrupción pública. Lo certifica la organización
Transparencia Internacional y hace poco nos lo recordó el Grupo de
Estados contra la Corrupción (GRECO). Según Transparencia
Internacional, </span><span style="color: #660000; font-family: inherit;"><b>el Índice de Percepción de la Corrupción en nuestro
país ha retrocedido en los dos últimos años del puesto 32 al 34 en
una clasificación mundial de 180 países encabezada por Dinamarca, el país menos corrupto del mundo</b></span><span style="font-family: inherit;">.
Por su parte, el último informe del GRECO revela que España no ha
cumplido ninguna de las 19</span><span style="color: black; font-family: inherit;"> recomendaciones que
se le hicieron con el fin de rebajar los niveles de corrupción.</span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="color: #660000; font-family: georgia; font-size: large;"><b><i></i></b></span></p><blockquote><span style="color: #660000; font-family: georgia; font-size: x-large;"><b><i>"España no ha cumplido ninguna de las recomendaciones del GRECO"</i></b></span></blockquote><p></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Entre otras
medidas se demandaba mayor transparencia sobre la actividad de los
tropecientos asesores nombrados a dedo, que pululan por unas
administraciones públicas parasitadas por los partidos sin que se sepa a ciencia cierta a qué
dedican el tiempo. También <b><span style="color: #660000;">se recomendaba un mayor control de los grupos
de presión, acabar con las puertas giratorias tan útiles para que los partidos no dejen a ninguno de los suyos atrás, mejorar la
información financiera de los altos cargos y reducir el número de
aforados, tarea que se ha pospuesto una y otra vez hasta las calendas griegas.</span></b> En realidad, eran solo las viejas y reiteradas recomendaciones a
las que los sucesivos gobiernos han hecho oídos sordos una y otra
vez.</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="color: #660000; font-family: inherit; font-size: large;"><b>Premio por los
servicios prestados</b></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">El GRECO había
insistido también en la necesidad de garantizar la independencia de
la Fiscalía General del Estado, hoy ocupada por una exministra
socialista de Justicia que de un día para otro pasó directamente
del sillón del Ministerio al de la Fiscalía sin siquiera
ruborizarse un poquito. <b><span style="color: #660000;">Como </span><span style="color: #660000;">premio en diferido por los servicios prestados el
Gobierno ha decidido que cuando deje el cargo pasará a ser Fiscal de
Sala del Tribunal Supremo</span></b>. Alega su sucesora en el Ministerio que se
trata de cumplir la recomendación del GRECO y “garantizar una
salida correspondiente a la dignidad de su cargo una vez cesada”.
Lo que ocurre es que ese argumento es sencillamente falso, ya que en
ningún lado dice el GRECO que a la Fiscal General del Estado haya que
premiarla de algún modo cuando deje el cargo.</span></p><p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="color: #660000; font-family: georgia; font-size: large;"><b><i></i></b></span></p><blockquote><span style="color: #660000; font-family: georgia; font-size: x-large;"><b><i>"Nueve de cada diez españoles consideran que la corrupción es un problema grave"</i></b></span></blockquote><p></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Ante este estado de cosas, tal vez lo más sorprendente de todo es que casi
nueve de cada diez españoles ven la corrupción como un problema
grave y, sin embargo, no la penalizan electoralmente. Es más, <b><span style="color: #660000;">seis
de cada diez españoles consideran que el Gobierno no hace lo
suficiente para combatirla y un porcentaje similar piensa que las
administraciones públicas no han actuado con transparencia durante
la pandemia</span></b>. Todo eso queda muy bien en las encuestas e incluso nos
escandaliza durante unos cuantos minutos, pero en la práctica sirve de poco
o de muy poco. </span></p><p style="margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;">Por su parte,</span><span style="color: #660000; font-family: inherit;"><b> </b></span><span style="font-family: inherit;"><span style="color: #660000;"><b>los
dirigentes políticos siguen viendo la corrupción como un problema
que afecta sólo a sus rivales. El eterno "y tú más", que tanto gusta emplear a los partidos para tirarse a la cara la
corrupción política, se ha convertido en una rémora</b></span> aparentemente inamovible que
retrasa la aplicación de medidas eficaces. Leyes demasiado laxas y
benevolentes, listones éticos que se suben o bajan según convenga, ataques al Poder Judicial y connivencia expresa o tácita de los partidos con sus respectivos corruptos hacen el resto. </span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><span>Aunque
sea un tópico es necesario reiterarlo: <b><span style="color: #660000;">la corrupción es un cáncer
para la democracia porque representa la ruptura de un contrato no escrito entre representantes públicos y ciudadanos por el cual aquellos recibirán
un sueldo digno por sus servicios,</span></b> pero no robarán de las
arcas públicas para sí o para sus partidos. </span><span><span><span style="color: #660000;"><b>Una sociedad civil madura, atenta a la acción de sus representantes y
vigilante de que merecen la confianza depositada en ellos
es el mejor antídoto conocido contra la corrupción</b></span>. Generalizar y despotricar en bares y tertulias sirve como mucho de desahogo, pero las cosas no cambiarán mientras no seamos conscientes de que somos nosotros quienes tenemos el poder de hacerlas cambiar. </span></span></span></p>José Luis Díazhttp://www.blogger.com/profile/04378981631461909649noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4785156631546565289.post-12206941234586942952022-04-18T19:01:00.001+01:002022-04-18T19:03:34.714+01:00Sin partidos no hay democracia<p style="text-align: left;"><b style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">Es difícil concebir una democracia sin partidos políticos a pesar de que estos disten cada día más de estar a la altura de lo que la propia democracia espera y exige de ellos. </span></b><b style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">Esta reflexión
surge al hilo de la reciente implosión del PP, un asunto que provocó decenas de análisis
y comentarios, de los cuales no fueron muchos los que subrayaron la importancia que tiene para
el buen funcionamiento de nuestra defectuosa democracia que los
partidos cumplan lo que establece la
Constitución, a saber, que “los partidos políticos son instrumento fundamental
para la participación política”. En España,
aunque no solo en nuestro país, los partidos son hoy parte de los problemas de la democracia en tanto el cumplimiento de su función de instrumento democrático de participación y cauce de expresión de las demandas sociales deja mucho que desear. </span></b><b style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">En resumen, s</span></b><b style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">in partidos políticos que cumplan adecuadamente sus funciones no cabe esperar una democracia sana y fuerte. </span></b></p><p style="text-align: justify;"><b style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;"></span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;"></span></b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgnM7SsQslQlXZ5CMTSzaSrGLLH4ajoURrIhix7TsCGaMZ_kPt1eETH9cqd5k1DMDLSu2KThytfgMbnxYuWQ6ezXmU-2u5sL2b6nPyp_4p-2KGhcdEyNs1wXPvOev_AppEBjhUVAJPyl4zu4rtoyM2uLWg68ADS2KlB0HZ877JWQMyJRe81c2WLJNbU=s1024" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="576" data-original-width="1024" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgnM7SsQslQlXZ5CMTSzaSrGLLH4ajoURrIhix7TsCGaMZ_kPt1eETH9cqd5k1DMDLSu2KThytfgMbnxYuWQ6ezXmU-2u5sL2b6nPyp_4p-2KGhcdEyNs1wXPvOev_AppEBjhUVAJPyl4zu4rtoyM2uLWg68ADS2KlB0HZ877JWQMyJRe81c2WLJNbU=w640-h360" width="640" /></a></div><div style="text-align: left;"><span style="color: #660000; font-size: large;"><b><br /></b></span></div><div style="text-align: left;"><span style="color: #660000; font-size: large;"><b>La "ley de hierro" sigue en vigor</b></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">En líneas generales los partidos políticos siguen funcionando como los describió hace más de un siglo Robert
Michels en un libro ya clásico. A él le debemos la idea de <span style="color: #660000;"><b>la "ley
de hierro" de los partidos que, en síntesis, viene a decir que
la cúpula de estas organizaciones se suele suceder a sí misma, con
lo que las posibilidades de ascender están condicionadas por la afinidad o discrepancia con los intereses que en
cada momento defienda la dirección</b>.</span> Aplíquese este principio
general a la reciente pugna por el poder en la cúpula del PP y el asunto, que
ahora parece turbio y enredado, resplandecerá con mucha mayor
claridad.</span></span></div><p></p><p style="font-style: normal; orphans: 2; text-align: left; widows: 2;"><span style="font-size: large;"><span><span style="font-family: inherit;">Los partidos políticos no pasan por el
mejor momento de su historia, una historia llena de desconfianzas y
recelos hacia organizaciones que han sido vistas
tradicionalmente como la semilla de la división y la discordia y
como agentes al servicio de intereses particulares y no del interés
general. Según el politólogo italiano Piero Ignazi, <b><span style="color: #660000;">“<i>los
partidos han perdido el aura que adquirieron después de la II Guerra
Mundial como instrumentos esenciales para la democracia y la libertad
y para el bienestar general de sus electores”</i></span></b>. A su juicio, </span></span><span style="font-family: inherit;">y
creo que también a juicio de cualquier demócrata,</span><span style="color: #660000; font-family: inherit;"> “<i><b>la
recuperación de su legitimidad es una necesidad imperiosa para
contrarrestar la cada vez mayor ola populista y plebiscitaria”</b></i>. </span>Los pésimos resultados de los partidos tradicionales en la reciente primera vuelta de las presidenciales francesas confirman esa necesidad.</span></p><p style="font-style: normal; orphans: 2; text-align: left; widows: 2;"><span style="color: #660000; font-size: large;"><b>Los peligros del antipartidismo</b></span></p><p style="font-style: normal; orphans: 2; text-align: left; widows: 2;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;">Paradójicamente
fue esa desconfianza en los partidos la que abrió la puerta a
formaciones totalitarias en Alemania, Italia o la Unión Soviética, y cuyo objetivo era uniformar la sociedad y taponar cualquier tipo de
disidencia política. De ahí que <span style="color: #660000;"><b>debamos ponernos en guardia ante los
movimientos antipartidos, en tanto suponen un ataque directo a la
democracia y fomentan el populismo, el nacionalismo excluyente o
el cantonalismo tan en boga estos días</b>.</span> </span><span style="font-family: inherit;">La
pregunta que cabe hacerse es cómo han llegado los partidos a esta
situación de descrédito. Según Ignazi, los viejos partidos políticos de masas no han sido capaces de
adaptarse a la realidad de la sociedad posindustrial y los nuevos no han hecho sino copiar los métodos y los vicios de los
antiguos. El caso francés vuelve a ser un buen ejemplo.</span></span></p><p style="orphans: 2; text-align: justify; widows: 2;"><span style="color: #660000; font-family: georgia; font-size: large;"><b><i></i></b></span></p><blockquote><span style="color: #660000; font-family: georgia; font-size: x-large;"><b><i><blockquote>"Las viejas estructuras internas de los partidos no han cambiado"</blockquote></i></b></span></blockquote><p></p><p style="font-style: normal; orphans: 2; text-align: left; widows: 2;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;">De hecho, </span><b style="font-family: inherit;"><span style="color: #660000;">las
viejas estructuras internas permanecen prácticamente inalteradas a
pesar de la caída de la militancia y, con ella, de una parte
importante de los ingresos económicos</span></b><span style="font-family: inherit;">. En paralelo surge el perfil
de un nuevo votante, menos interesado e implicado en la
política y, sobre todo, menos leal a unas siglas. Todas estas
circunstancias han conducido a los partidos a un punto muerto del que
intentan escapar por dos vías: tímidas reformas internas y
parasitación de los recursos públicos. </span></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit;"><span style="color: #660000; font-size: large;"><b>Cuando la democracia interna deja mucho que desear</b></span></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;"><b><span style="color: #660000;">Las primarias para elegir dirigentes y candidatos o la
convocatoria de consultas no han aumentado la afiliación ni la participación ni la confianza pública en los partidos</span></b>, por más que los dirigentes presuman de democracia interna.
Antes al contrario, esos líderes ejercen ahora un mayor control con
tendencia al cesarismo y al respaldo plebiscitario. Ante la carencia de democracia interna, l</span><span style="font-family: inherit;">os partidos fallan por la
base: los jóvenes huyen del compromiso partidista y dejan el camino
libre a los arribistas que buscan un sustento vitalicio al calor de la política. </span></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-size: large;"><span><span style="font-family: inherit;"><b><span style="color: #660000;">Escasean los cuadros bien formados y es muy difícil encontrar carreras
profesionales que avalen el conocimiento y la experiencia necesarios
para afrontar responsabilidades relacionadas con el interés general cuando se llega al gobierno</span></b>. Surgen así líderes aparentemente fuertes </span></span><span style="font-family: inherit;">pero intrínsecamente débiles, sin proyecto político
definido y obsesionados por su imagen en los medios y en las redes. </span></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">Es
también revelador que, a pesar de la caída de la afiliación y con
ella la reducción de los ingresos, los partidos europeos sean hoy
más ricos que nunca gracias a la generosidad del Estado que ellos mismos se encargan de controlar. <b><span style="color: #660000;">Se calcula que en países como España la financiación de los
partidos depende del Estado en más del 70% y el resto procede de
recursos privados</span>.</b> Ante ese dato no cabe esperar que ese asunto figure en la agenda política, a pesar de ser
una de los motivos que alimentan el descontento y la desconfianza de
los ciudadanos hacia los partidos en particular y hacia la democracia
en general.</span></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: inherit;"><span style="color: #660000; font-size: large;"><b>Un futuro incierto</b></span></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-size: large;"><span><span><span style="font-family: inherit;">No
sé si “la era de la democracia de partidos ha pasado”, como
sentenció lapidariamente hace unos años Peter Mair. <span style="color: #660000;"><b>Lo que sí creo
es que los partidos se han desconectado de la sociedad y parecen
incapaces de ser soportes de la democracia representativa</b></span>. </span></span><span style="font-family: inherit;">La cuestión es cómo revertir
la situación y acortar la brecha entre partidos y ciudadanos. </span></span><span style="font-family: inherit;">¿Podremos seguir hablando de democracia si los partidos acaban
convertidos en gestores de la agenda institucional sin más contacto
con la calle que a través de las redes y en campaña electoral?<b> </b></span></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;"><b><span style="color: #660000;">¿Hasta qué punto se puede hablar de democracia si sigue aumentando
la abstención y descendiendo la participación a través de la
afiliación política?</span> </b>¿Qué esperan hoy los ciudadanos de los
partidos políticos, si es que esperan algo a estas alturas? ¿Es preferible tener malos partidos que no
tener ninguno? Hay muchas preguntas y una sola constatación: </span><span style="font-family: inherit;">la
democracia de partidos, la única imaginable a fecha de hoy, parece estar mutando hacia un sistema que aún no
somos capaces de definir con precisión ni de dar nombre, pero que </span><span style="font-family: inherit;">podría parecerse poco al actual y seguramente no para bien. </span></span></p>José Luis Díazhttp://www.blogger.com/profile/04378981631461909649noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4785156631546565289.post-55269470634856970512022-04-11T15:22:00.004+01:002022-04-11T17:06:12.303+01:00Francia vota, Europa tiembla<p><b><span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><span lang="es-ES">Había muchas razones de peso para que la expectación política volviera a desbordarse el pasado domingo en Europa ante la primera vuelta de
las elecciones presidenciales francesas. En clave europea, Francia no es precisamente un socio
menor de una UE que vive una encrucijada histórica por
los efectos económicos de la pandemia, seriamente agravados ahora
por la guerra en Ucrania. En clave interna, el hundimiento
de los partidos tradicionales y el ascenso de los populismos de
izquierda y de derecha remueven los cimientos de la V República. De
manera que no es precisamente poco ni poco importante lo que se
dirime en esta cita con las urnas, que tendrá su desenlace
definitivo el próximo 24 de abril.</span></span></span></b></p><p><span style="font-size: large;"><b><span style="font-family: inherit;"></span></b></span></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-BP5VZgpjtkoq8xXwIMyZZSMO2F2bJFrC7RCkO3g2MIfK6uraxY6w1-MfJHI8E-jTjAsAUS3rhFsaSWbjLU9AxHc8NzoSuIxmEGiyA-rVvgKb_bR_N1NP9nz7zop-_14zg1Ah5nj8cts-A8q6mBXRt38c_4eWTissGUIUfJVLw5usPwFtUsAqegZ7/s968/splash-duel-macron-le-pen-macron-visuels-splash-presidentielle_5874937.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><span style="font-size: large;"><img border="0" data-original-height="545" data-original-width="968" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-BP5VZgpjtkoq8xXwIMyZZSMO2F2bJFrC7RCkO3g2MIfK6uraxY6w1-MfJHI8E-jTjAsAUS3rhFsaSWbjLU9AxHc8NzoSuIxmEGiyA-rVvgKb_bR_N1NP9nz7zop-_14zg1Ah5nj8cts-A8q6mBXRt38c_4eWTissGUIUfJVLw5usPwFtUsAqegZ7/w640-h360/splash-duel-macron-le-pen-macron-visuels-splash-presidentielle_5874937.jpg" width="640" /></span></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;"><b><span style="color: #660000; font-size: medium;">REUTERS</span></b></td></tr></tbody></table><span style="font-size: large;"><b><span style="color: #660000; font-family: inherit;"><span lang="es-ES"><br /></span></span></b></span><p></p><p><span style="font-size: large;"><span style="color: #660000; font-family: inherit;"><span lang="es-ES"><b>Macron
tiene las de ganar, pero...</b></span></span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><span style="color: black;"><span><span lang="es-ES">El
primer asalto ha sido para el aspirante a revalidar el título, que le saca casi cinco puntos de ventaja
a la aspirante de la ultraderecha.</span></span></span><span><span lang="es-ES"><b>
<span style="color: #660000;">A priori todo indica que, si nada se tuerce en las dos semanas
próximas, Macron renovará el cargo por otros cinco años y Le Pen
se tendrá que conformar con haber disputado una segunda vuelta por
segunda vez consecutiva</span></b></span></span><span style="color: black;"><span><span lang="es-ES">.
Sin embargo, de apriorismos políticos incumplidos están llenos los
periódicos y los libros de historia. Para cantar victoria Macron
deberá convencer a ese 26% de franceses que el domingo se quedaron
en casa y a los que optaron por otras opciones para que le apoyen. </span></span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;"><span><span lang="es-ES"><b><span style="color: #660000;">Especialmente
decisivos serán los votos de la izquierda populista liderada por
Mélenchon, quien de momento solo pide que no se vote a Le Pen, pero
no que se vote a Macro</span>n</b></span></span><span style="color: black;"><span><span lang="es-ES">. Cabe recordar a los desmemoriados que en 2017 y ante una situación casi calcada de esta, Mélenchon
recomendó el voto en blanco o la abstención por inaudito que parezca. </span></span></span></span><span style="color: black; font-family: inherit;"><span lang="es-ES">Le
Pen se ve hoy más cerca del Elíseo que en 2017, cuando su distancia
respecto a Macron fue mayor que en esta segunda cita electoral entre
ambos con aroma de </span></span><span style="color: black; font-family: inherit;"><span lang="es-ES"><i>déjà
vu.</i></span></span><span style="color: black; font-family: inherit;"><span lang="es-ES">
</span></span><span style="color: #660000; font-family: inherit;"><span lang="es-ES"><b>Una
abstención similar o mayor a la de la primera vuelta beneficiaría
sus aspiraciones y podría ponerla a las puertas del palacio presidencial</b></span></span><span style="color: black; font-family: inherit;"><span lang="es-ES">.
A su favor juegan varios factores, entre ellos la moderación del
discurso ultraderechista que caracterizaba al Frente Nacional, hoy
significativamente rebautizado Reagrupamiento Nacional. </span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: #660000; font-family: georgia;"><span lang="es-ES" style="font-size: large;"><b><i></i></b></span></span></p><blockquote style="text-align: right;"><span style="color: #660000; font-family: georgia; font-size: x-large;"><b><i>"Le Pen se ve hoy más cerca del Elíseo que en 2017"</i></b></span></blockquote><p></p><p style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><span style="color: #660000;"><span lang="es-ES"><b>Le
Pen ha renunciado a sacar a Francia del euro y se ha distanciado de
Putin aceptando la acogida de refugiados ucranianos en suelo francés.
Como populista de libro tiene soluciones mágicas para los grandes
problemas de los franceses</b></span></span><span style="color: black;"><span><span lang="es-ES">,
desde la inmigración a la economía, y pesca en un caladero de votos
que comparte con el ultraderechista radical Eric Zemmour – quien ya
ha pedido a los suyos que la apoyen en la segunda vuelta - y en parte
con el izquierdista Mélenchon. </span></span></span><span style="color: #660000;"><span lang="es-ES"><b>Esos
caladeros están principalmente en los suburbios marginados de las
grandes ciudades, entre los jóvenes sin empleo, los agricultores
arruinados, los obreros y las clases medias empobrecidas por la
crisis.</b></span></span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><b><span style="color: #660000; font-family: inherit; font-size: large;">Le
Pen y Macron: dos modelos diametralmente opuestos</span></b></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;"><span><span lang="es-ES">Son los electores que ven en la lideresa de la ultraderecha alguien </span></span></span><span style="font-family: inherit;"><span lang="es-ES">cercano a sus preocupaciones y problemas cotidianos, en
contraste con un Macron al que perciben </span></span><span style="font-family: inherit;"><span lang="es-ES">alejado de la
realidad diaria del país y preocupado únicamente por Ucrania y su
papel como líder europeo.<span style="color: #660000;"> </span></span></span><span style="color: #660000; font-family: inherit;"><span lang="es-ES"><b>Las
reformas pendientes, la crisis energética, el confinamiento y las protestas sociales como las de los
“chalecos amarillos” que han jalonado su mandato son, entre
otros, factores que pesan negativamente en sus posibilidades de
reelección</b></span></span><span style="color: black; font-family: inherit;"><span><span lang="es-ES">.
Esos factores, unidos a una campaña electoral de perfil bajo junto a la sensación de que ya estaba todo decidido antes de que abrieran
los colegios, son los responsables de la alta abstención
del domingo, un síntoma más de los males que
aquejan a las democracias occidentales.</span></span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: #660000; font-family: georgia; font-size: x-large;"><b><i></i></b></span></p><blockquote style="text-align: right;"><span style="color: #660000; font-family: georgia; font-size: x-large;"><b><i>"Un triunfo de Le Pen causaría un efecto contagio en otros países"</i></b></span></blockquote><p></p><p style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="font-size: large;"><span style="color: black; font-family: inherit;"><span lang="es-ES">Pero
por encima de todo eso,</span></span><span style="font-family: inherit;"><span lang="es-ES">
<span style="color: #660000; font-weight: bold;">Le Pen y Macron representan proyectos políticos y modelos de
sociedad diametralmente opuestos. </span><span>El ultranacionalismo económico,
político y hasta cultural de Le Pen choca frontalmente con la
Francia europea y abierta que defiende el presidente actual</span><span style="color: #660000; font-weight: bold;">. </span><span>Un
triunfo de Le Pen probablemente implicaría el fin del eje
franco-alemán, pilar maestro de la Unión Europea</span></span></span><span style="color: black; font-family: inherit;"><span lang="es-ES">,
y daría lugar a un efecto de contagio en otros países europeos en
donde fuerzas afines como Vox buscan también protagonizar el
</span></span><span style="color: black; font-family: inherit;"><span lang="es-ES"><i>sorpasso</i></span></span><span style="color: black; font-family: inherit;"><span lang="es-ES">
a la derecha tradicional como ha ocurrido en Francia. De ahí, y por
lo que supone para la democracia y la estabilidad política en el
viejo continente, que </span></span><span style="color: #660000; font-family: inherit;"><span lang="es-ES"><b>lo
que se dirime en estas presidenciales francesas vaya mucho
más allá y sea mucho más importante que una simple pugna electoral
por el sillón del Elíseo.</b></span></span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;"><span><span lang="es-ES">Ocurra
lo que ocurra el 24, el panorama político francés se ha polarizado
entre un centro derecha sostenido únicamente por Macron y una oposición bifronte de
ultraderechistas e izquierdistas populistas que puede poner contra las cuerdas la estabilidad de la V República.<span style="color: #660000;"> </span></span></span><span><span lang="es-ES"><b style="color: #660000;">Cuesta
creer que hace solo cinco años presidiera esa república un
socialista llamado François Hollande y que hoy, el otrora
todopoderoso Partidos Socialista de François Mitterrand, apenas tenga el
respaldo del 2% de los electores; como cuesta creer que la derecha
moderada republicana de Chirac y Sarkozy no sea capaz ya de arañar
ni el 5% de los sufragios </b>de los franceses</span></span><span style="color: black;"><span><span lang="es-ES">. </span></span></span></span><span style="font-family: inherit;">Las fuerzas que sostuvieron el bipartidismo francés se hunden en la insignificancia víctimas de sus
propios errores y buena parte de su espacio lo han ocupado partidos de corte populista que hacen temer seriamente por el
futuro de la democracia en Francia y en toda Europa. </span></span></p>José Luis Díazhttp://www.blogger.com/profile/04378981631461909649noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4785156631546565289.post-9961177845918970532022-04-07T16:09:00.002+01:002022-04-08T08:02:22.900+01:00¿Paz o aire acondicionado?<p><b><span style="font-family: inherit; font-size: large;">La vieja Europa parece
incapaz de aprender de sus errores: cuando no es por inercia es
porque se anteponen intereses económicos o por ambas cosas a la vez, como ocurre ahora ante la guerra en Ucrania. Cada día que pasa sin cortar
las importaciones de gas, carbón y petróleo rusos es un día más
que añadir al horror y la posibilidad de que las tropas rusas
perpetren nuevas masacres como la de Bucha. Enviar más armas,
aprobar la quinta tanda de sanciones incluyendo a las hijas de Putin,
horrorizarse o exigir que se lleve al tirano ante la justicia por
crímenes de guerra es necesario pero también es evidente que no basta: la UE no puede seguir financiando ni
un día más la guerra de Putin y, al mismo tiempo, abominando del único
responsable de haberla desatado. Si eso no es hipocresía se le
parece mucho, de manera que hay que elegir cuanto antes: o con Putin
o contra Putin.</span></b></p><p><span style="font-size: large;"><b></b></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: large;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjD4iIEAnuhJyDo55pRbID27XYtyiKuAZEnRdL_-kUw3WsIKfrpbEnqo2C7crkS2xS7OGmICu9zJaa2vsVYMEfq_X35BMPPS8csDZ0bhnTC7dDZepn8712WOL2pre_Ut-LWpjfyz1zVSt5Zp7WvMqXTcnn77Rb9Sn_7y0G3gwwjOqXPOIb2bfecaEzg/s1200/no-al-petroleo-y-gas-putinjpg.webp" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="675" data-original-width="1200" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjD4iIEAnuhJyDo55pRbID27XYtyiKuAZEnRdL_-kUw3WsIKfrpbEnqo2C7crkS2xS7OGmICu9zJaa2vsVYMEfq_X35BMPPS8csDZ0bhnTC7dDZepn8712WOL2pre_Ut-LWpjfyz1zVSt5Zp7WvMqXTcnn77Rb9Sn_7y0G3gwwjOqXPOIb2bfecaEzg/w640-h360/no-al-petroleo-y-gas-putinjpg.webp" width="640" /></a></b></span></div><span style="font-size: large;"><b><span style="color: #660000; font-family: inherit;"><p><b><span style="color: #660000; font-family: inherit;">Putin, un viejo
conocido para Europa</span></b></p></span></b></span><p></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;">
</p>
<p style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Cuando
Putin arrasó Grozni, la capital chechena, la Unión Europea siguió
comprando gas, petróleo y carbón rusos; cuando bombardeó
Alepo (Siria), siguió comprando gas, carbón y petróleo rusos;
cuando invadió Georgia no dejó tampoco de comprar gas, carbón y
petróleo rusos. <b><span style="color: #660000;">En los tres casos hubo flagrantes
crímenes de guerra, pero eso no disuadió a la vieja Europa de
seguir con sus compras energéticas a Moscú mientras miraba a otro lado</span></b>.
Había muchos intereses en juego y nadie quería enemistarse con el
que nos vendía gas para mantener funcionando el aire acondicionado.
<b><span style="color: #660000;">Ahora que Putin arrasa Ucrania y a los ucranianos, la Unión Europea no ha dejado ni
un solo día de comprar gas, petróleo y carbón rusos</span></b>. Es más,
ha intensificado las compras por si al sátrapa de Moscú le entraba
la tentación de cerrar el grifo en respuesta a las sanciones de Bruselas y
Estados Unidos.
</span></p>
<p style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">En realidad, es muy dudoso que Putin pensara en hacer tal
cosa: <b><span style="color: #660000;">¿Cómo iba el dictador ruso a cortar los suministros si a
cambio de su gas, su carbón y su petróleo ingresa cada día cerca
de 1.000 millones de euros con los que continuar financiando la
guerra a costa de los europeos occidentales?</span></b> Sería un tonto si
lo hiciera y Putin será un sátrapa o un tirano o un autócrata sanguinario, pero no es estúpido. Arrastrando los pies Bruselas acaba de aprobar el veto al carbón ruso. Bueno, por algo se empieza
pero sigue siendo insuficiente mientras no se cierre la llave del gas
y para eso no se percibe precisamente mucho entusiasmo en estos
momentos entre los principales líderes europeos.</span></p>
<p style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #660000; font-family: inherit; font-size: large;">El nudo gordiano alemán</span></b></p>
<p style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">El
nudo gordiano está en una Alemania que importa de
Rusia casi dos terceras partes del gas y una tercera parte del
petróleo que necesita su economía para no griparse. <b><span style="color: #660000;">Las tímidas
declaraciones de algunos ministros alemanes abriendo la puerta a vetar el gas ruso han sido inmediatamente contestadas por
los bancos del país advirtiendo de una grave recesión económica si
eso ocurre</span></b>. Además, la UE también tiene en casa a
un quintacolumnista húngaro llamado Victor Orban, al que Putin ha
felicitado efusivamente por su triunfo electoral del domingo, que
amenaza con dinamitar la precaria unidad europea en torno a las
sanciones a Moscú. Nos crecen los enanos, dicho sean sin ánimo de
señalar.</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">La UE
está pagando su falta de determinación de años para reducir su
elevada dependencia energética de la Rusia de un Putin al que a
estas alturas ya debería conocer perfectamente para saber que no es
precisamente un demócrata. Aún así,<b><span style="color: #660000;"> los líderes europeos se hacen ahora de nuevas y se espantan y se persignan ante lo autócrata y déspota que ha
resultado ser el inquilino vitalicio del Kremlin</span>. </b>Sin embargo, a pesar de
las documentadas atrocidades rusas en Siria, Chechenia o Georgia, siguieron inyectando miles de millones de euros
en las arcas del dictador y se
olvidaron convenientemente de los crímenes de guerra. Con <span style="color: #660000;"><b><span>el Atila de Moscú a las puertas de la Unión Europea y de
la OTAN, los países occidentales se enfrentan hoy a las duras consecuencias de no haber hecho los
deberes y no haber buscado</span> fuentes alternativas de
aprovisionamiento energético.</b></span></span></p>
<p style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #660000; font-family: inherit; font-size: large;">¿Paz o aire
acondicionado?</span></b></p>
<p style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Un
mes y medio después de la invasión las débiles negociaciones de
paz han encallado y apenas funcionan corredores humanitarios para la población ucraniana castigada sin piedad por las
tropas invasoras. Mientras, <b><span style="color: #660000;">China parece haber
renunciado por completo a desempeñar un papel constructivo frente a
su aliado moscovita y solo se preocupa de mantenerse sobre el alambre
de su calculada ambigüedad ante las atrocidades rusas</span></b>. Su
tibia reacción tras la masacre de Bucha demuestra con claridad que la prioridad de Pekín no es detener la guerra sino que no la pierda Putin.</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Hay
ya pocas dudas de que esta será una guerra larga, y cuanto más larga
sea más cruenta puede ser también. La UE tiene medios para paliar los
efectos económicos de un embargo energético a Rusia en los países
más expuestos, caso de Alemania. <span style="color: #660000; font-weight: normal;"><b>Lo que no puede hacer es seguir demorando una medida que debió figurar entre
las primeras sanciones al régimen ruso</b>.</span> Lo ha expresado muy bien
el primer ministro italiano Mario Draghi, dispuesto a apoyar el embargo a pesar de que su país importa de
Rusia casi el 50% del gas que necesita. Según Draghi, <span style="color: #660000;"><b>“los líderes
europeos deben preguntarse si prefieren la paz o mantener el aire
acondicionado encendido”</b></span>. ¿Ustedes que creen que preferirán?</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;">
</p>José Luis Díazhttp://www.blogger.com/profile/04378981631461909649noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4785156631546565289.post-27778236716975482592022-04-04T16:15:00.030+01:002022-04-05T07:21:26.898+01:00Feijóo pide paso<p><b><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Los
populares se acaban de dar en Sevilla un baño de optimismo del que tenían mucha falta desde hacía tiempo. Prácticamente todos a una,
como en Fuenteovejuna, se han conjurado para proclamar santo súbito a Alberto Núñez
Feijóo y han puesto en sus manos su futuro y el del partido tras
retirar ambos de las del decepcionante Casado. Ni debate de ideas ni
programa, no tocaban esas lucubraciones ahora: lo que tocaba en la cita sevillana era mostrar unidad. Tanta ha sido la mostrada que
el nuevo líder fue aplaudido con la misma o parecida intensidad que
el líder destronado por los barones que le habían jurado lealtad
perpetua, aún siendo él la causa oficial del mal causado. También la lideresa madrileña
ha recibido la sonora ovación del respetable, siendo ella la
responsable a su vez de la causa de que quien causó el mal causado
haya tenido que recoger los bártulos en Génova. Y no solo eso,
también es la misma que a buen seguro le provocará más de un dolor
de cabeza a Feijóo, al que le quedan menos de dos años, o lo que
decida Sánchez sobre las próximas elecciones, para no defraudar las
esperanzas que acaban de poner en él la hinchada popular y los
españoles que consideran imprescindible desalojar al PSOE y a Podemos de La
Moncloa.</span></b></p><p><span style="font-size: large;"><b></b></span></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsQbWvOIQ5EPY84mnvfE0Z0prz4E_rK2uBZilKYROPKMlzlc0za-lDx6lDVk8AUWyOtxAZYuPElLjSLx_OVoXYXIy54hOk_0Zq2MWeE_XxtBaptTX7pqw4nKWXeaww4ZUJmgUd-cb0xQWBOv5oA91kG3BG0ekU4fwUCXFPyUZ5E2oYdOGLWwvzkHXA/s1200/433b8e7c-391b-4715-86a7-6607be85aefd_alta-libre-aspect-ratio_default_0.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><span style="font-size: large;"><img border="0" data-original-height="675" data-original-width="1200" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsQbWvOIQ5EPY84mnvfE0Z0prz4E_rK2uBZilKYROPKMlzlc0za-lDx6lDVk8AUWyOtxAZYuPElLjSLx_OVoXYXIy54hOk_0Zq2MWeE_XxtBaptTX7pqw4nKWXeaww4ZUJmgUd-cb0xQWBOv5oA91kG3BG0ekU4fwUCXFPyUZ5E2oYdOGLWwvzkHXA/w640-h360/433b8e7c-391b-4715-86a7-6607be85aefd_alta-libre-aspect-ratio_default_0.jpg" width="640" /></span></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: right;"><span style="color: #660000; font-size: large;"><b>EFE</b></span></td></tr></tbody></table><b><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></b><p></p><p><b><span style="color: #660000; font-family: inherit; font-size: large;">Un líder con
experiencia contrastada</span></b></p>
<p style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Feijóo
no es un desconocido ni un pardillo que acaba de aterrizar en la
política, dicho esto sin ánimo de señalar a su fracasado
predecesor. <b><span style="color: #660000;">El político gallego ha obtenido cuatro mayorías
absolutas consecutivas en su comunidad autónoma, algo de lo que
jamás podrán presumir sus rivales</span>.</b> Se le tiene por más interesado en la eficacia de la gestión de los
asuntos públicos que en la pureza ideológica de sus decisiones,
aunque convencionalmente se le podría considerar un autonomista de
centro derecha moderado. La composición de la nueva ejecutiva ha
confirmado ese perfil <b><span style="color: #660000;">al rescatar algunos nombres de la época
de Rajoy, aunque sin olvidarse de Díaz Ayuso por la cuenta que le
trae</span></b> si no quería empezar con muy mal pie su andadura en Madrid.</span></p>
<p style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">De
hecho, <b><span style="color: #660000;">tener a Díaz Ayuso de su lado no solo es uno de los muchos retos
a los que se enfrenta Feijóo, sino probablemente el más
peliagudo y difícil </span></b>toda vez que la presidenta
madrileña es para muchos el activo más valioso con el que cuenta el
partido. En su condición de verso suelto, si se lo
propone Díaz Ayuso es capaz ella sola de destrozar la estrategia de
Feijóo para <span style="color: #660000;"><b>hacer del PP un partido responsable con sentido de
estado y librarse del abrazo de Vox, en donde, a la vista de los
sondeos, ya empiezan a salivar con la posibilidad del </b><i><b>sorpasso</b></i></span>.
Aunque puede que aún sea pronto para preguntarse qué haría Feijóo si dependiera de los votos de Vox para ser
presidente o qué haría si fuera Abascal el que necesitara de los votos del PP, tarde o temprano el nuevo líder popular tendrá que
responder a cuestiones que no son precisamente menores. </span></p>
<p style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #660000; font-family: inherit; font-size: large;">La sombra de Vox es
alargada</span></b></p>
<p style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;">Feijóo está obligado a definir con claridad el perfil
ideológico de un partido sometido durante la etapa de Casado a
sucesivos bandazos y vaivenes entre el centro y la derecha extrema.
<b><span style="color: #660000;">No lo tiene fácil porque desde hace tiempo los partidos tienden
</span></b></span><b style="font-family: inherit;"><span style="color: #660000;">a un modelo conocido como “atrapalotodo”,
una suerte de cajón de sastre de ideas y promesas con el que captar
votos en todos los nichos económicos, sociales e incluso ideológicos
posibles</span></b><span style="font-family: inherit;">. En cualquier caso, el líder gallego deberá hacer
verdaderos encajes de bolillos para encontrar su hueco en el espectro
político sin levantar suspicacias y recelos a uno y otro lado: ni
muy centrado para impedir que Vox le siga comiendo la tostada por la
derecha, ni muy a la derecha para que el electorado de centro no le
dé la espalda.</span><span style="color: #660000; font-family: inherit;"> <b>Navegar sin inclinarse demasiado a estribor o a
babor es la clave, pero seguramente es más fácil decirlo que conseguirlo.</b></span></span></p>
<p style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;"><b><span style="color: #660000;">El destino final de su particular camino de Santiago a Madrid no puede ser otro que La Moncloa, aunque antes deberá explicarle a los españoles cuál es su proyecto
para España y cómo piensa ponerlo en práctica</span></b>. Adoptar la indolencia política de Rajoy ante la realidad o esperar que sea el Gobierno el que pierda las elecciones en lugar de preparar al partido para ganarlas no es una opción que se pueda permitir el nuevo líder popular. E</span><span style="font-family: inherit;">s cierto que
en Sevilla dio algunas pistas pero falta mucha más concreción sobre
cuestiones como la respuesta a la crisis por la guerra
en Ucrania, las reformas tanto tiempo aplazadas, las tensiones
territoriales, la cuestión catalana, la regeneración de la vida política, la independencia del Poder
Judicial o la corrupción, por solo mencionar los más
trascendentales y en boca de todos. </span></span></p>
<p style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: #660000; font-family: inherit; font-size: large;">Sánchez y los suyos no
le dejarán pasar ni una</span></b></p>
<p style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Cuanto
más tiempo pase sin definir su alternativa menos le quedará para convencer a los españoles de que
confíen en él en las próximas elecciones. <b><span style="color: #660000;">A partir de
ahora no solo deberá preservar y consolidar como un tesoro la unidad
escenificada en Sevilla, sino ofrecer al país una imagen de partido
centrado, con identidad y propuestas propias</span></b>. La primera prueba
de fuego será el próximo jueves cuando se reúna con Sánchez en su condición de nuevo líder de la oposición. Puede estar seguro de que el presidente y sus socios no desaprovecharán la más mínima
oportunidad de identificarlo con la ultraderecha o con la corrupción apenas
se le ocurra discrepar o llevarle la contraria al Gobierno, mientras que desde Vox tampoco le perdonarán una política de mano tendida a Sánchez en temas de estado. Sin embargo,<span style="color: #660000;"> <b>dejarse atrapar en esa pinza y
continuar dando tumbos para intentar agradar a un mismo tiempo a
tirios y a troyanos como hizo su predecesor sería reproducir su mismo error fatal.</b></span></span></p>
<p style="font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">En
resumen, Feijóo se ha echado a la espalda el liderazgo de un partido
que en las citas electorales celebradas entre 2011 y 2019 perdió
casi 6,5 millones de votos y vio como Vox crecía sin parar a su
costa. Analizar las causas de esa sangría y ponerle remedio se
antoja una necesidad vital para el futuro del PP a medio y largo
plazo. Pero, además, <b><span style="color: #660000;">Feijóo también lidera desde esta semana el
que a fecha de hoy sigue siendo el principal partido de la oposición,
lo que en una democracia estable supone a priori y en teoría ser la fuerza
política con más posibilidades de convertirse en la alternativa al
partido en el gobierno</span></b>. Ese es precisamente el gran reto de
Feijóo que engloba todos los demás: hacer del PP algo que en
estos momentos está lejos de ser, un partido ganador. La cuenta atrás
ya ha comenzado.</span></p>José Luis Díazhttp://www.blogger.com/profile/04378981631461909649noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4785156631546565289.post-87150990629718586862022-03-31T17:55:00.026+01:002022-04-01T15:22:38.429+01:00De grandes planes está el infierno empedrado<p></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><b><span style="color: black;">Puede que Draghi no llamara <i>Antonio </i>a Pedro Sánchez aunque, como dicen
los italianos, </span><span style="color: black;"><i>se
non è vero, è ben trovato</i></span><span style="color: black;">.
En realidad creo que el nombre que mejor le va al presidente español
es el de </span><span style="color: black;"><i>Juan
Palomo</i></span><span style="color: black;">,
aquel personaje ya mencionado por Quevedo que se lo guisaba y se lo
comía sin contar con nadie.
Sánchez actúa así hasta con sus socios de Gobierno, a los que
ningunea y endosa sus decisiones sin consultarles, tal vez con la
perversa intención de averiguar hasta dónde son capaces de aguantar
tanto desplante sin despegarse de unos sillones ministeriales a los
que siguen firmemente atornillados. Si a Podemos y a sus compañeros de viaje los
tiene a dos velas, al PP lo tiene en la más absoluta oscuridad, lo
cual no le impide subir a la tribuna del Congreso a pedir apoyo y
unidad para sus mejunjes económicos contra las consecuencias de la
guerra en Ucrania.</span></b></span></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;"><b><span style="color: black;"></span></b></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;"><b><span style="color: black;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgCdW8_YO9h6X6Gg_YOWrJ5qYqahq4DT2VaNQBfisVP1TUFmabzRHXJUW5-j12exnyJ1bZmhBkxNg6O60VHxH0uwl0Z9XvpH-afKRY9GMBo5tpsZbHWFX7CakvTwHwr9__MVXKzqusf9udQLKAE7h0wKFw-3cuVud3uZz5g6d9X2R12Qwc-nAIf-Vc/s1766/FPKXm8iXIAI9VEt.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1766" height="434" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgCdW8_YO9h6X6Gg_YOWrJ5qYqahq4DT2VaNQBfisVP1TUFmabzRHXJUW5-j12exnyJ1bZmhBkxNg6O60VHxH0uwl0Z9XvpH-afKRY9GMBo5tpsZbHWFX7CakvTwHwr9__MVXKzqusf9udQLKAE7h0wKFw-3cuVud3uZz5g6d9X2R12Qwc-nAIf-Vc/w640-h434/FPKXm8iXIAI9VEt.jpg" width="640" /></a></span></b></span></span></div><span style="font-family: inherit;"><b><span style="font-size: large;"><p style="color: black; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: black;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span></b></p><span style="color: #660000;">Un
plan para un milagro</span></span></b></span><p></p>
<p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><span style="color: black;">Hace
tiempo que tengo el convencimiento de que nuestro </span><span style="color: #660000;"><i><b>J</b></i><i><b>uan
Palomo </b></i><b>está
tan pagado de sí mismo y se cree tan tocado por el don de la
infalibilidad, que se tiene por el creador y salvador de la
democracia y por el único que la respeta y practica como mandan los
cánones</b></span><span style="color: black;">.
En consecuencia, todo lo que no sea seguirle la corriente, asentir
sin rechistar y comulgar con sus ruedas de molino y sus mentiras es
ser antipatriota o, en el peor de los casos, de ultraderecha.</span></span></p>
<p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><span style="color: black;">Su
pomposamente bautizado </span><span style="color: black;"><i>“Plan
Nacional de respuesta a las consecuencias de la guerra en Ucrania”</i></span><span style="color: black;">
es la enésima muestra de su desprecio por el diálogo, el consenso y
la unidad con los que sin embargo no deja pasar ninguna oportunidad
para llenarse la boca. </span><span style="color: #660000;"><b>El
nombre en sí del plan ya supone un magnífico ejemplo de autobombo
narcisista, cocinado secretamente en palacio y aprobado en el Consejo
de Ministros</b></span><span style="color: black;">,
y del que los primeros en enterarse no fueron ni los socios del
Gobierno ni el principal partido de la oposición ni los
representantes del pueblo español, sino algunos empresarios del Ibex
35 ante los que el presidente se apareció cual mesías redentor para
anunciar su buena nueva.</span></span></p>
<p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><b><span style="color: #660000; font-family: inherit; font-size: large;">Una
huida hacia adelante</span></b></p>
<p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">En
síntesis, el asunto consiste en destinar 6.000 millones de euros a ayudas
directas y avalar otros 10.000 millones de créditos ICO. No se
puede decir del plan de marras que sea un dechado de imaginación
sino más bien una huida hacia adelante a la espera de un milagro, y
un corta y pega de planes anteriores que, para colmo de males, ha
caducado a las pocas horas de su aprobación al conocerse que
la inflación ha escalado hasta casi el 10%.<span style="color: #660000;"> </span><span style="color: #660000;"><b>Según
FUNCAS, el plan servirá para recortar como mucho un punto del IPC
siempre y cuando los precios de la energía se moderen, de manera que
su virtualidad puede que se haya agotado ya en su kilométrica
denominación.</b></span></span></p>
<p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;">Dicho
en otros términos, los españoles somos hoy casi 17.000 millones de
euros más pobres que hace un año, cuando la inflación provocada
por el alza del precio de la luz comenzó a subir en globo sin que el
Gobierno hiciera nada para detenerla salvo remolonear y echarle la
culpa a Bruselas.<span style="color: #660000;"> </span><span style="color: #660000;"><b>Claro
que entonces Putin no había invadido Ucrania y aún no servía</b></span></span><span style="color: #660000; font-family: inherit;"><b> de chivo expiatorio del Gobierno para justificar todos los
males habidos y por haber </b></span><span style="color: black; font-family: inherit;">y culparle si se tercia hasta de</span><span style="font-family: inherit;"> la muerte de Kennedy.</span></span></p>
<p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><b><span style="color: #660000; font-family: inherit; font-size: large;">Bonificación
de los combustibles: un pan como unas tortas</span></b></p>
<p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><span style="color: black;">Mención
especial merecen los 600 millones para bonificar con 20 céntimos por litro el precio de
los combustibles a todo hijo de vecino, sea pobre, rico o
mediopensionista sin tener en cuenta ni renta ni patrimonio de cada
cual. </span><span style="color: #660000;"><b>La
picaresca no tardó en aparecer y en muchas gasolineras los
precios subieron inmediatamente al menos los 5 céntimos de bonificación que deben aportar las compañías - los otros 15 salen del erario público - antes de que el descuento, anunciado con trompetería con varios días de antelación,
entrara en vigor</b></span><span style="color: black;">.
De manera que, como muy bien refleja la viñeta periodística que
reproduzco en este post, esos 20 céntimos se pagarán con dinero
público y para más recochineo no habrá tal bonificación para
nadie. Que las petroleras no hayan elevado la voz para protestar
ilustra mejor que cualquier otra cosa quién se beneficiará
realmente de la decisión del Gobierno de </span><span style="color: black;"><i>Juan
Palomo.</i></span></span></p><p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><i><b><span style="color: #660000; font-family: georgia; font-size: large;"></span></b></i></p><blockquote style="text-align: right;"><i><b><span style="color: #660000; font-family: georgia; font-size: x-large;">"Pagaremos la bonificación con dinero público sin beneficiarnos de ella"</span></b></i></blockquote><p></p>
<p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">El
Plan se completa con un trágala a los empresarios a los que se les
prohíbe el despido objetivo y con un incremento del 15% para el
Ingreso Mínimo Vital, un fracaso clamoroso como demuestra el hecho
de que solo lo ha pedido una cuarta parte de sus
potenciales beneficiarios.<b><span style="color: #660000;"> F</span></b><b><span style="color: #660000;">alta
por saber aún en qué medida la famosa “excepcionalidad ibérica”
del mercado eléctrico con la que <i>Palomo</i>
y su corte se vienen incensando desde hace una semana, servirá para
bajar el precio de la luz </span></b><span style="color: black;">y
cuánto habrá que esperar para que eso ocurra.</span></span></p>
<p align="LEFT" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><span style="color: black;">En
estas cuatro medidas se condensa un plan en el que </span><span style="color: #660000;"><b>no
hay una sola mención a algún tipo de alivio fiscal, a una mayor eficiencia del gasto público o al
recorte drástico de partidas superfluas ligadas a determinados
peajes ideológicos y partidistas que </b><i><b>Palomo
</b></i><b>paga
gustoso para mantenerse en el poder</b></span><span style="color: black;">.
Partidas de ese tipo no deberían tener cabida nunca en unos
presupuestos públicos, pero mucho menos cuando estamos casi a las
puertas de una economía de guerra mientras un Gobierno hipertrofiado
sigue tirando alegremente del gasto público al tiempo que vende
populismo económico en planes tardíos e inadecuados para afrontar la
realidad. Planes cargados de retórica grandilocuente como este, de los que ya está bien empedrado el infierno de la economía española.</span></span></p><p></p>José Luis Díazhttp://www.blogger.com/profile/04378981631461909649noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4785156631546565289.post-49837521151091045482022-03-29T09:02:00.002+01:002022-03-29T09:02:48.981+01:00La guerra que ganará China<p><b style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">Que sepamos, China no tiene armas ni
soldados en Ucrania, pero se perfila como el verdadero ganador en
términos geoestratégicos de la invasión rusa. A la consecución de
ese objetivo cabe atribuir la tibieza y la ambigüedad con la que
viene actuando desde antes incluso del inicio de la guerra y sus
jeremiadas sobre la paz, para cuya consecución no puede decirse que
haya hecho grandes esfuerzos a pesar de la ascendencia de Jimping
sobre su amigo y aliado Putin. Muchos teníamos puestas nuestras esperanzas en
que China jugaría un papel mucho más proactivo en favor de un alto
el fuego en Ucrania y de la apertura de negociaciones conducentes a
un acuerdo de paz justo y duradero. Sin embargo, el régimen chino
camina sobre el alambre de la tibieza y solo parece pensar en la
posibilidad de erigirse en la primera potencia mundial y en comer a dos carrillos cuando la guerra termine, el
ruso y el occidental.</span></b></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhF49IsuIG0PsrNogxYaYFXUMD904ic5HGye9ZCGFHa1HOZX_qvu6ajLyUkuNK4DIZjbXLAIC_oxE6Vz__e0nXnuibAt0AGmK5ZS2vgY9Ek9bTtI3u5-CWOD_9IUgSuRpEmcZQymm-RE4VVMf-cNOfMYh-ptv--GK7sPOEIk5Zeg1pjhnUtfp2YIO4I/s1090/5cfa21d411e2051ac04a09c3.webp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: large;"><img border="0" data-original-height="817" data-original-width="1090" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhF49IsuIG0PsrNogxYaYFXUMD904ic5HGye9ZCGFHa1HOZX_qvu6ajLyUkuNK4DIZjbXLAIC_oxE6Vz__e0nXnuibAt0AGmK5ZS2vgY9Ek9bTtI3u5-CWOD_9IUgSuRpEmcZQymm-RE4VVMf-cNOfMYh-ptv--GK7sPOEIk5Zeg1pjhnUtfp2YIO4I/w640-h480/5cfa21d411e2051ac04a09c3.webp" width="640" /></span></a></div><b style="color: #660000; font-family: inherit;"><p><b style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">¿China lo sabía?</span></b></p></b><p></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">Cuesta creer que China no conociera
de antemano los planes de Putin para invadir Ucrania, por más que
unos días antes de que se produjera el régimen chino se mofara de
esa posibilidad y acusara de paranoico al presidente estadounidense.
Luego vino el ataque y <b><span style="color: #660000;">China se puso inmediatamente de perfil y así
sigue hasta la fecha: derramando lágrimas de cocodrilo por la
masacre civil en Ucrania pero sin hacer nada útil que sepamos para
que cese</span></b>. Por no condenar ni siquiera ha condenado abiertamente la
invasión, contradiciendo de este modo el que ha sido hasta la fecha
el santo y seña de su política exterior: la soberanía nacional y
la integridad territorial son sagradas.</span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">La estrategia de Pekín parece
consistir en colocarse por encima del enfrentamiento entre Rusia y
Occidente y presentarse ante el mundo como un pilar de estabilidad en
un nuevo orden mundial con China en el primer lugar del podio. No solo en términos geoestratégicos tiene China mucho que ganar con esta guerra, también en términos económicos en<b><span style="color: #660000;"> una Rusia convertida en un paria internacional de la que
obtener a muy buen precio gas y otros productos esenciales para la
economía china, así como en un Occidente, que ve debilitado y
decadente</span></b>, en el que seguir introduciendo sus mercancías.</span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #660000; font-family: georgia;"><b><i><span style="font-size: x-large;"></span></i></b></span></p><blockquote style="text-align: right;"><span style="color: #660000; font-family: georgia;"><b><i><span style="font-size: x-large;">"China quiere comer a dos carrillos"</span></i></b></span></blockquote><p></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">Es este doble juego el que está
llevando a Pekín a nadar y guardar la ropa, procurando no
enemistarse abiertamente con ninguno de los actores presentes en el drama
ucraniano. “Ten cerca a tus amigos y más cerca aún a tus
enemigos”, escribió Sun Tzu en <i>“El arte de la guerra”</i>. <b><span style="color: #660000;">Pero
debe ir con mucho tiento y no dar pasos en falso en asuntos tan delicados como Taiwán, porque
corre el riesgo de que Occidente lo empiece a percibir como un país
tan poco fiable como Rusia. De ahí que el régimen chino no se canse
de repetir ante el mundo que no hay ningún paralelismo entre Ucrania
y Taiwán</span></b>. Sin embargo, no es descabellado pensar que en Pekín
estarían encantados de que Rusia se saliera con la suya en Ucrania,
ya que eso podría servir como excusa para intentar hacerse con Taiwán.</span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><b><span style="color: #660000; font-size: large;">¿Quién ganará la guerra sobre el terreno?</span></b></span></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">En términos militares, la cuestión
es si Rusia conseguirá salirse con la suya y eso es algo
sobre lo que especular es casi como jugar a la ruleta rusa: se corre
el riesgo de acertar. Los analistas se devanan los sesos ideando<b>
<span style="color: #660000;">posibles escenarios que incluyen una conquista total de Ucrania y
una larga posguerra de guerra de guerrillas, una retirada honrosa de Putin, una ocupación
parcial del territorio invadido e incluso que el conflicto desborde
las fronteras ucranianas e implique de manera directa a la OTAN</span>. </b></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #660000; font-family: georgia;"><b><i><span style="font-size: x-large;"></span></i></b></span></p><blockquote style="text-align: right;"><span style="color: #660000; font-family: georgia;"><b><i><span style="font-size: x-large;">"A Putin se le atraganta Ucrania"</span></i></b></span></blockquote><p></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">Cada
una de esas hipótesis tiene detractores y partidarios, aunque en
realidad es muy difícil saber qué puede pasar con tantos actores sobre el escenario del conflicto. De hecho,<b><span style="color: #660000;"> todos
pensábamos que la invasión sería un paseo militar y hoy, sin
embargo, hay un amplio consenso en que a Putin se le está
atragantando esta guerra</span></b>. Prueba de ello es que cinco semanas después de la invasión aún no ha conseguido
doblegar ni la capital ni otras ciudades importantes y que el número
de bajas rusas parece considerable.</span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><span style="color: #660000; font-size: large;"><b>¿Cambio de régimen en Moscú?</b></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: inherit;">Puestos a fantasear los hay que
hacen cábalas sobre la posibilidad de un cambio de régimen en
Moscú, bien a través de una suerte de “Primavera rusa” en la
que el pueblo ruso afectado por las sanciones económicas occidentales se
echa a la calle o bien a través de un golpe de mano de la
camarilla de oligarcas en la que se apoya Putin. <span style="color: #660000;"><b>Sobre el papel nada
es descartable, pero del papel a la práctica va un gran trecho en un
país en el que, entre otras cosas, apenas hay oposición a la
dictadura del Kremlin. </b></span></span><span style="font-family: inherit;">Lo que sí es cierto es que </span><b style="font-family: inherit;"><span style="color: #660000;">Putin ya ha pasado
el Rubicón que le impide volver atrás e irse de Ucrania con las
manos vacías. De ahí que en Occidente haya quienes consideren la
necesidad de no arrinconarlo</span></b><span style="font-family: inherit;"> y ofrecerle alguna salida airosa que
conjure el peligro del uso de armas químicas e incluso nucleares, así como de evitar que Rusia, un país demasiado grande y poderoso como para dejarlo caer, se sumerja en la anarquía. </span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: large;">A pesar de ciertas similitudes con otros conflictos, la de Ucrania es una guerra a la que no es fácil encontrarle un parangón histórico en términos de
brutalidad con la población civil y en transmisión en vivo y en
directo a todo el mundo de esa crueldad a través de las redes
sociales. <b><span style="color: #660000;">Esta es una guerra que, aunque aún no haya traspasado las
fronteras de Ucrania, ya se siente en todo el mundo y sus efectos
económicos ya los estamos padeciendo en nuestros bolsillos</span></b>. Es, en
definitiva, una guerra tras la que se atisba un nuevo orden mundial con
China como primera potencia in pectore. Con ese objetivo apenas disimulado trabajan Jimping y los suyos y, si eso
ocurre, puede ser la peor noticia para la democracia desde la II Guerra
Mundial. </span></span></p>José Luis Díazhttp://www.blogger.com/profile/04378981631461909649noreply@blogger.com0