¿Por qué no voy a la Convención?

Estimado Mariano, si no fuera causa de fuerza mayor, ni por todo el vino de la Ribera faltaría a la convención que el partido celebra este fin de semana en Valladolid. Siento de veras no poder acompañarte y ofrecerte mi colaboración leal y mis más sinceros consejos para que España vuelva a ir bien. He suplicado a mis patrones un cambio de agenda para no perderme este fin de semana que, sin duda, será memorable para ti y para el partido. Sólo he recibido incomprensión y amenazas de despido con 20 días de indemnización como no fiche. Dicen que es lo que establece la reforma laboral que tú aprobaste para casos como el mío. Compréndelo, tengo mujer e hijos que atender y a mi edad ya no me puedo arriesgar a perder el puesto de trabajo

Te escribo estas líneas desde el aeropuerto a punto de tomar el vuelo rumbo a Papúa Nueva Guinea para desde allí volar a Las Malvinas y luego a Alaska. No imaginas cómo me incomoda estar lejos de ti y de los nuestros en una cita a la que hasta ahora no había faltado nunca. Antes de partir quiero transmitirte todo mi apoyo y confianza y advertirte de que andes ojo avisor con gente como Esperanza, cuyos prontos conoces bien. 


He visto con tristeza que tampoco se dejará caer por Valladolid el bueno de Jaime. Todos sabemos que él es más de vino consagrado que profano y es comprensible que esté hasta el bigote de Bruselas, pero aún así no me lo explico y me preocupa un poco que no esté contigo. Pero no adelantemos acontecimiento, igual tenía hora en la peluquería para hacerse la barba y le venía mal bajarse a Valladolid. Sabrás que Alejo Vidal Cuadras se ha ido a Vox previo paso por YouTube como un rapero cualquiera. Por este no me preocuparía mucho, la verdad, aunque yo que tú echaba un vistazo al fondo a la derecha del partido por si hay más goteras ocultas y fuera necesario llamar a algún fontanero para sellarlas. 

Si este fin de semana tienes la mala suerte de ponerte al alcance de los periodistas y te preguntan por la economía, el paro, la reforma fiscal, la política antiterrorista, el desafío soberanista catalán o Bárcenas contesta a todo como sólo tú sabes hacerlo y di que hay que seguir con las reformas estructurales para crecer y crear empleo. No dices nada pero se aburren y no preguntan más. Ya me gustaría estar yo ahí para responderles como es debido, pero como no puede ser, mejor ponte de perfil, sonríe y espera que pase el chaparrón. Ni sé te ocurra entrar al trapo si te preguntan si has tenido algo que ver en lo de Pedro J. y su salida de EL MUNDO aunque, entre nosotros, te diré que el asunto me tiene un poco molesto porque este hombre nos ha hecho grandes favores en el pasado y ahora habrá que recolocarlo de algún modo. Ya pensaré en algo.

Pero no quiero arruinarte un fin de semana tan especial para ti con mis consejos. Admito que en ocasiones se me ha soltado la lengua y he dicho cosas duras sobre tu Gobierno y tus políticas. Me conoces desde hace muchos años y sabes que soy de natural así, un poco castellano recio y enseguida se sabe si subo o si bajo, si entro o si salgo, si vengo o si voy. Tú sí que tienes una habilidad endiablada para no decir nada cuando te hacen preguntas incómodas, aunque me gustó mucho la contundencia con la que dijiste aquello sobre la inocencia de la Infanta. 

Yo, por mi parte, soy incapaz a veces de controlarme y digo cosas de las que después me arrepiento en la intimidad. Aunque, créeme, lo hago siempre con la mejor voluntad de echarte una mano para que saques a España de la crisis en la que la metió Zapatero y no porque te eligiera a dedo como mi sucesor, que también un poquito, no lo voy a negar. Te tengo que dejar, me llaman para embarcar. Disfruta del fin de semana y no abusen del Viña Pesquera, no vaya a aparecerse Jorge con el alcoholímetro y nos chafe la salida de la crisis.

Recibe un estrecho y vigilante abrazo de tu presidente que te estima.

Es el clima, estúpido

Al director del Servicio Canario de Empleo le ha declarado el hombre del tiempo un huracán de fuerza 5 con diluvio mediático - político y rayos y truenos en su despacho: los teléfonos dan calambre, las sillas se mueven solas sin persona humana que las empuje y los papeles han salido volando por la ventana. Todo a cuenta de que fue Alejandro Martín, que así se llama el afectado, y dijo en una radio que Canarias puede soportar más parados que los que ya tiene. Sospecho que se le fue el baifo por algún risco muy escarpado. Decir que aquí podemos soportar más parados cuando ya rondamos los 400.000 para una población total de poco más de dos millones es como poco para hacérselo mirar por el médico chino o, al menos, por Fátima Báñez. 


La clave de esta sesuda tesis sociometeorológica de Martín hay que buscarla en el clima: como las Islas disfrutan de un clima primaveral todo el año, hay muchos parados que se vienen aquí a buscar empleo sin riesgo de que se le congelen hasta las ideas, como a él, dicho sea de paso. Esa y no otra es la causa – según Martín – de que en Canarias haya aumentado la población activa a tenor de la última EPA que Dios guarde muchos años. 

Razona nuestro hombre que no todo en la vida es dinero y matarse a producir de la madrugada a la noche; también influyen en la felicidad humana cosas como un clima templado que te permita ir en cholas y bermudas todo el día y la posibilidad de echarse unas cervecitas con los colegas de fatigas a la vera de las olas mientras se hace un análisis concienzudo del último golpe en los ñoños de Messi o Ronaldo. Ahora se comprende también que haya tanta gente potando a las seis de la mañana del 1 de enero en la playa de las Canteras sin convertirse en carámbanos o que masas amorfas se suban a una caravana de fotingos rumbo a la cumbre a las diez de la mañana de un martes laboral para ver cuatro granizos mal caídos. 

La fuerza de la rociada ha sido de tal magnitud que Martín no ha tenido más remedio que plegar velas y refugiarse en puerto seguro hasta que pase la borrasca. Desde allí ha puesto en práctica el arte cinegético preferido por el 99,9% de los políticos del mundo mundial: matar al mensajero. “Mis palabras han sido tergiversadas y sacadas de contexto”, ha dicho. Me quedo más tranquilo, la verdad. Porque su tesis climática tenía un fallo en el que este hombre, en su buena voluntad de intentar explicar cómo es posible que con 400.000 parados sigamos yendo al supermercado sin una recortable al hombro, no reparó. 

Y es que, como el tiempo no empeore a marchas forzadas y nos alcance una glaciación, no iba a haber disco de ordenador ni papel de reciclar o del otro para apuntar tanto parado tostándose al sol en estas islas. Así que para luchar con éxito contra las tremendas cifras de paro de esta tierra se haría imprescindible y urgente que empezara a nevar ya mismo y sin pausa en La Graciosa, Corralejo y Papagayo y que las temperaturas máximas no superaran los 40 grados bajo cero en Maspalomas. 

Con todo, la innovadora teoría climática de Martín sobre las causas del desempleo en Canarias tiene su lado positivo. Si el clima viene a influir de manera tan directa en el empleo como aseguró, bien podemos ahorrarnos su sueldo y preguntarle al hombre del tiempo cómo irá el paro en los próximos días. Eso que saldríamos ganando y las posibilidades de acertar serían aproximadamente las mismas.

¡Reflexione, Sr. Bauzá!

Sr. José Ramón Bauzá, presidente del Gobierno de las Islas Baleares por el tercio popular: tiene usted que reflexionar sobre los beneficios sin cuento que el petróleo supondrá para esa comunidad autónoma hermana en la insularidad de Canarias. No es usted sensato al afirmar que el “petróleo de Baleares es su turismo”. Mire a Canarias: aquí también nos visitaron el año pasado casi 12 millones de turistas y estamos encantados de que nuestro paisano el ministro Soria esté haciendo lo imposible para que Repsol nos plante unas cuantas plataformas petrolíferas a escasos kilómetros de las playas en las que se tuestan nuestros visitantes.

¿No es una preciosidad?
Estamos tan ansiosos que no vemos llegar el día en el que empiece a salir oro negro del mar. Menos mal que el ministro Soria nos informará con puntualidad de cuándo ocurrirá el feliz acontecimiento y podremos preparar con tiempo los timples para festejarlo con unas isas y unas papas arrugadas. Le comunico que ya es un clamor por estas latitudes ultramarinas la petición para declarar ese venturoso día como el más grande en la Historia de este Archipiélago hasta ahora dejado de la mano de Madrid, algo que gracias a nuestro paisano el ministro acabará muy pronto.

Vamos a ser la envidia del mundo. Se lo digo sin ánimo de molestar, sólo para invitarle a la reflexión y a la sensatez: no desoiga la voz de la razón y el sentido común y no desprecie una industria tan limpia e inocua como la petrolífera sólo por el miedo a que un día pueda aparecer algo de piche en una playa. Con esos temores injustificados se está usted jugando el futuro de su tierra y el de sus paisanos. No siga los pasos de su colega autonómico el Sr. Rivero y no insista con el “no” a las prospecciones. Ni ande aventando la protesta en los consejos insulares de su tierra como ha hecho Rivero con los cabildos de Lanzarote y Fuerteventura. Sepa que eso no conduce a nada, sea razonable.

Por cierto, en Canarias no hay ningún debate sobre si las prospecciones son en aguas españolas o marroquíes, como ha dicho Usted, seguramente mal asesorado. Aquí son sobre todo las proyectadas en aguas próximas a las Islas Canarias las que nos tienen saltando de emoción y esperanza en un futuro dichoso; de las de Marruecos sólo cabe esperar y desear que beneficien a los marroquíes tanto como nos beneficiarán a nosotros las nuestras.

Recapacite y si por un casual aparecen por ahí unos altos ejecutivos de alguna petrolera cargados de ensaimadas y sobrasadas a decirle a los naturales que el mundo “mira atónito” su rechazo a los sondeos y a ofrecer alguna base logística, déles la bienvenida con los brazos abiertos y llévelos de marcha a Ibiza. Se merecen eso y mucho más porque ellos sí piensan en el beneficio que para su tierra tendrían unos estilizados pozos de petróleo y gas a 40 kilómetros de sus costas.

Aprenda Sr. Bauzá de sus correligionarios en el tercio popular canario, serios y enconados defensores de la energía del futuro, el petróleo, y no de esas chorradas de las energías limpias y alternativas que nos encarecen sin parar el recibo de la luz. Pregúnteles a sus compañeros del PP canario por las decenas de miles de puestos de trabajo que se van a crear en Canarias y el dineral que va a dejar aquí en inversiones o subcontratas esa filantrópica y providencial empresa llamada Repsol. Ni se preocupe por el impacto ambiental de los sondeos:  el ministro Soria se encargará de todo que él sabe cómo solucionar ese engorroso papeleo para cubrir las apariencias.

Creo por eso que hace mal firmando manifiestos y proclamas ecologistas llenos de argumentos demagógicos, cuando debería de estar pensando en todo lo que podría hacer con el dinero del petróleo que le llovería a Baleares y que inexplicablemente usted parece empeñado en despreciar. Y permítame que le diga por último que comete un grave error al asegurar que por encima de su militancia en el PP están los intereses de su tierra. Aprenda de sus compañeros de Canarias y reflexione, Sr. Bauzá.