Preguntas sin respuestas


El mundo al revés: llega un gobierno conservador al poder y hace lo que pudo hacer y no hizo un gobierno socialista. Luis de Guindos, ministro de economía, le ha metido un buen tijeretazo a los sueldos de los ejecutivos de los bancos intervenidos por el Banco de España o ayudados con dinero público: los primeros no podrán cobrar más de 300.000 euros al año y los segundos no más de 600.000. Si la medida les ha escocido, que es muy probable, se han guardado las ganas de protestar.

Se da la paradoja de que entre los segundos está el presidente de Bankia, Rodrigo Rato, quien fuera en tiempos jefe de Guindos, el mismo que ahora le rebaja el sueldo de los 2,34 millones de euros anuales a los "escuálidos" 600.000. ¿Chocolate del loro, sobre todo teniendo en cuenta lo que han ganado ya estos altos ejecutivos? ¿Mensaje para la galería habida cuenta del cabreo que ha generado entre la ciudadanía conocer los sueldazos de los directivos de bancos y cajas que tuvieron que ser intervenidos o ayudados con dinero público? Puede que ambas cosas, pero la pregunta sigue siendo la misma: ¿por qué no tomó una medida como esta el Gobierno de Rodríguez Zapatero? ¿Miedo a la banca?
 
Además, el ministro obliga a los bancos y cajas a rebajar los precios de los pisos en stock para intentar que se vendan y las entidades financieras se liberen del chapapote inmobiliario en el que se metieron ellas solitas y metieron de paso a millones de ciudadanos.

Sin embargo, con ser la acumulación de pisos sin vender un problema importante porque contribuye a impedir que se concedan créditos, no es el más importante desde el punto de vista social. Más que la venta de las casas sin vender, el problema radica en las que se han vendido y ahora resulta casi imposible cobrar. Me refiero a las hipotecas incobrables o de muy difícil cobro sobre las que la reforma del ministro no dice nada, en particular sobre la llamada dación a cuenta.

Ésta es, por cierto, una de las medidas estrella anunciada por Pérez Rubalcaba, el nuevo secretario del PSOE. Sólo cabe preguntarse una vez más: ¿ porqué no la aplicó cuando podía hacerlo? ¿tendrá que ponerla en práctica también de Guindos?   

Músicas para una vida - Volver a los 17

Este es uno de los poemas más conocidos de la chilena Violeta Parra, que se quitó la vida tal día como hoy hace 45 años. Hermana de Nicanor Parra, el último Premio Cervantes, aún después de muerta  fue uno de los iconos de la resistencia tras el golpe de estado de Augusto Pinochet, que acabó también con la vida de otro de aquellos símbolos de la lucha contra la tiranía, Víctor Jara. (ver artículo de EL PAIS)




Gana el aparato


Por los pelos (en un modo de hablar), pero gana. Alfredo Pérez Rubalcaba se ha hecho con la secretaría general del PSOE por 22 votos de diferencia sobre Carme Chacón. Trámite cumplido: uno y otra han recorrido España proclamándose la mejor opción para dirigir un partido en sus horas más bajas; no han faltado navajazos, traiciones y desplantes, todo muy visto en política sea del color que sea cuando hay cargos de por medio.

El debate sobre las ideas es otra cosa. ¿Cómo va a salir el PSOE  de ésta? ¿qué propone para que no nos gobiernen los banqueros y los "mercados"? ¿hay futuro para la socialdemocracia tal y cómo la conocemos? ¿cómo será? ¿cómo piensa recuperar el terreno perdido? 

Por lo pronto, todo lo que sabemos es que el nuevo líder socialista quiere revisar los acuerdos con el Vaticano. Empezamos bien porque, sin duda, es lo más urgente que hay que hacer si queremos evitar que el PP beatifique a Fraga cualquier día de estos. 

Gana pues el aparato, que para eso se creó, para perpetuarse y perpetuar a los suyos - Rubalcaba es un hombre del aparato desde hace mucho tiempo - y que  por definición recela de lo desconocido. Nada nuevo tampoco bajo el sol. Por tanto, pierde quien no cuenta con ese apoyo, es decir Carme Chacón. Lo que no quiere decir, ni mucho menos, que sus planteamientos fueran mucho más originales que los de su contrincante. La sobreactuación, el gusto por los mensajes publicitarios sin contenido tangible y el punto de victimismo que han tenido sus intervenciones puede que no le hayan ayudado mucho. 

Ejemplo de ese toque altanero que parece caracterizar su conducta, es que no ha tardado en decirle a Rubalcaba que no quiere figurar en la nueva ejecutiva, aunque al mismo tiempo pide unidad e integración. Veremos ahora qué hace Rubalcaba con quienes no han apoyado su candidatura. Los desafectos tal vez estén dándole vueltas a una de las frases del nuevo secretario general: "El PSOE es un partido federal, no una federación de partidos". No es un bonito juego de palabras, es la voz del aparato.