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Dunas y Charca de Maspalomas: tesoros en peligro

Aquí estamos una semana más con un post dedicado a la fotografía. En esta ocasión les invitó a realizar un recorrido fotográfico por una de las joyas de la corona del paisaje de Gran Canaria: las dunas de Maspalomas. Aclaro antes de continuar que estas fotografías se tomaron cuando aún se podía caminar libremente por esta Reserva Natural Especial, lo que admito que no era precisamente lo más indicado para la protección de este espacio singular. Quienes quieran "ver" más de cerca "las dunas", como las conocemos los grancanarios ya que no hay necesidad de especificar en dónde se encuentran, tendrán que hacerlo a través  de estas fotografías o de otras muchas que pueden encontrarse en Internet. Como siempre dejo varios enlaces al final del post para quienes tengan más interés en profundizar sobre las características de este entorno de arena dorada, en el que se tiene la sensación de andar por algún desierto como el del Sahara. 

Por desgracia, las dunas de Maspalomas pueden tener los años contados, según los científicos de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria que las han estudiado a fondo y que analizan constantemente su evolución natural. Una duna es en cierto modo un fenómeno vivo en continuo cambio y movimiento que, afectado por las circunstancias ambientales y la acción humana, acabará seguramente teniendo un final. El reto es retrasarlo lo más posible para que naturales y visitantes puedan seguir disfrutando de su encanto durante mucho tiempo más. 

Lamentablemente, la construcción de hoteles, el turismo masivo o el empobrecimiento de la vegetación que rodea la zona, enclavada entre Maspalomas y Playa del Inglés, destino de millones de turistas al año, han causado un grave deterioro a este espacio por el que durante mucho tiempo se ha podido andar prácticamente sin restricciones de ningún tipo. 

A raíz de la pandemia, de la caída en picado de los turistas y de las prohibiciones implantadas por el Cabildo de Gran Canaria, las dunas parecen hoy más vírgenes e intactas que nunca, aunque solo sea un espejismo. No obstante y aunque no se pueda ya andar sobre ellas, sí es posible acercarse a sus límites y recrear la vista en un paisaje de suaves ondulaciones doradas, cuajado de sombras cambiantes en función de la luz solar, que nunca cansa la vista a pesar de su aparente monotonía. 

Junto a la Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas se encuentra lo que los lugareños conocemos como la Charca de Maspalomas, un humedal de gran belleza y extraordinario interés científico. También protegida, su superficie varía según las lluvias y tiene una profundidad de solo metro y medio. Junto a la Charca, al lado de un Centro de Interpretación, hay dos miradores que ofrecen vistas privilegiadas. La Charca está considerada la zona más vulnerable de la Reserva Natural de Las Dunas, con una rica flora y fauna muy amenazadas por la presión turística. Entre sus principales atractivos figura la presencia de aves, que usan esta laguna salada como zona para invernas o descansar entre las migraciones. En algunas épocas del año se pueden dar cita aquí hasta cuarenta especies diferentes de aves. 


Confío en que este post contribuya con su granito de arena - valga la expresión - a la conservación de dos lugares tan especiales para los grancanarios y para quienes nos visitan como las Dunas y la Charca de Maspalomas. ¡Hasta luego!

Para más información: 

Dunas de Maspalomas

Turismo de Gran Canaria

Reserva Natural de las Dunas de Maspalomas

Reportaje de La Vanguardia

COVID-19: ¿Se han recuperado las dunas de Maspalomas durante el confinamiento?

Vegueta: el Nuevo Mundo empieza aquí

Esta semana les quiero proponer un pequeño tour fotográfico a través de un barrio muy especial para quienes nacimos o vivimos en Las Palmas de Gran Canaria. Hablo del barrio de Vegueta, cuna y corazón de esta ciudad desde su fundación en 1478. En Vegueta se congregó hasta bien entrado el siglo XX el poder económico, político y religioso de Canarias así como de la ciudad que, a partir de principios del pasado siglo, empezó a desbordar sus límites originales y a extenderse hacia el sur y hacia el norte hasta conformar la urbe que es hoy. Ese hecho histórico hace que en un espacio relativamente pequeño se concentre una gran cantidad de pequeñas iglesias, casas palaciegas y suntuosos edificios como los de la catedral o la Audiencia provincial. 

Cabe subrayar que la arquitectura empleada en la conformación de este barrio singular fue trasladada pocos años después a las ciudades que los españoles fueron construyendo en el continente americano a partir del descubrimiento. De ahí el título del post, en el sentido de que barrios como el de Vegueta sirvieron en gran medida de modelo para la urbanización americana. 

El recorrido por Vegueta debe hacerse a pie, en primer lugar porque la práctica totalidad del barrio es peatonal y, además, porque no hay manera mejor de conocerlo bien de cerca. Es un paseo agradable, de suaves pendientes, que se puede realizar con toda tranquilidad en una mañana. Si se quiere conocer más de cerca el barrio es inexcusable una detenida visita a la catedral de Santa Ana, al Museo de Arte Diocesano o a la Casa Museo Colón. En definitiva, los rincones de Vegueta están llenos de historia y caminar por sus silenciosas calles es un placer del que muchos lugareños no nos privamos siempre que podemos. 

Como no quiero hacer demasiado largo este post y centrarlo en las fotografías del barrio, al final adjunto algunos enlaces con más información sobre la historia y sobre lo que se puede ver y hacer en este histórico barrio de Las Palmas de Gran Canaria.

Plaza de Santa Ana
Plaza de Santa Ana con las Casas Consistoriales al fondo
Rincón de Vegueta
Plaza de Santo Domingo
Casa de Colón
Plaza de San Agustín (Audiencia Provincial)

Calle de Los Balcones
Puesto del Mercado Municipal de Vegueta
Obispado de Canarias
Vista de la Plaza de Santa Ana y de los barrios de San Juan y Schaman desde la azotea de la catedral
Vista del barrio de San Nicolás desde la azotea de la catedral
Vista al mar desde la azotea de la catedral
Barrio de Vegueta y campanario de la iglesia de San Francisco de Borja
Vista general de Vegueta y la catedral
Catedral de Santa Ana
Catedral de Santa Ana
Vista nocturna de la catedral de Santa Ana
Vista del interior de la catedral de Santa Ana
Vista del interior de la catedral de Santa Ana
Casas de la calle Reyes Católicos
Fachada lateral del Mercado Municipal de Vegueta
Fachada de la catedral desde la plaza de Santa Ana
Rincón de Vegueta
Uno de los perros que custodian la Plaza de Santa Ana
Rincón de Vegueta

Algunos enlaces para saber más sobre Vegueta...

Blog sobre Vegueta

Guía de Vegueta

eldiario.es

Espero que disfruten del paseo y de las vistas. Hasta la próxima...

La Ruta de las Presas, un paisaje para el recuerdo

Hoy quiero invitarles a recorrer fotográficamente conmigo la llamada Ruta de las Presas de La Aldea, que discurre por el barranco que lleva el nombre de esta localidad situada al oeste de la isla de Gran Canaria. Antes de continuar aclaro para quienes no lo sepan que "presa" es el nombre con el que se conocen habitualmente en la isla los embalses de grandes dimensiones, en los que se almacena agua de lluvia para el riego y el consumo humano. 

Si recuerdan, en el anterior post fotográfico, en el que hablamos de la vertiginosa carretera de La Aldea, nos quedamos justo a las puertas de este municipio agrícola, cuya economía se sustenta fundamentalmente en el cultivo en invernaderos de tomates y otras hortalizas. La producción se destina a la exportación a los mercados británico y holandés y al consumo local. 

La Ruta de Las Presas arranca en el mismo pueblo, si bien también se puede hacer en sentido contrario partiendo desde la localidad de Artenara, en la cumbre de Gran Canaria. El barranco por el que discurre conforma un paisaje árido, casi exento de vegetación y con abundantes y profundos desfiladeros. Precisamente son esas características las que otorgan todo su encanto a la ruta, que transcurre por una carretera asfaltada pero estrecha y muy sinuosa. Aunque esta vallada, conviene extremar la precaución en las curvas y cuando se circula por el borde mismo de una de las grandes presas que encontramos a nuestro paso. 

Después de salir del pueblo de La Aldea, las presas que nos vamos encontrando son, por este orden, las de Caidero de la Niña, El Siberio, El Parralillo y Candelaria. Entre todas suman más de 11 millones de metros cúbicos, con las de El Parralillo y El Siberio como las de mayor capacidad por ese orden. En estos momentos y después de la lluvias que dejó a su paso por Canarias la borrasca Filomena se calcula que tienen almacenada en torno al 44% de su capacidad. 

Es recomendable tomarse la ruta con calma para recrearse en el paisaje y descansar de la conducción, que puede llegar a ser cansina por la casi interminable sucesión de curvas. Además de fotos de las presas acompaño otras del barranco para que se puedan hacer una idea de cómo es este paraje singular de la isla de Gran Canaria. Espero que se animen y la disfruten. Hasta pronto...



Vienen curvas

En la pequeña excursión fotográfica que pretendo realizar cada semana a través del blog, hoy quiero invitarles o recorrer una carretera tan espectacular como hermosa. Transcurre por el impresionante acantilado de la costa del Noroeste de Gran Canaria y conduce desde la localidad de Agaete a la de La Aldea. El trayecto es endemoniadamente complicado por la gran cantidad de curvas sobre el risco, lo que la hace además de las que te ponen un nudo en la garganta apenas se te dispare la imaginación de lo que puede suponer salirse del carril. 

Por esa carretera han circulado durante décadas los aldeanos para dirigirse al norte de la isla o a Las Palmas de Gran Canaria, así como todos los que por placer o necesidad se desplazaban a La Aldea. Es cierto que también se puede tomar una ruta alternativa a través del sur de la isla, pero el rodeo alarga considerablemente la duración del viaje. 

La carretera en cuestión ha quedado parcialmente en desuso a raíz de la construcción de una nueva vía mucho más segura y que acorta la duración del viaje en algo más de media hora. No obstante, aún quedan unos buenos kilómetros de la vieja carretera para quien guste de las emociones fuertes. Este otro tramo también será abandonado dentro de unos años, una vez concluya la segunda fase de la nueva carretera ya en ejecución después de muchos años de demora por diferentes motivos. 

Los aldeanos venían reivindicando esta nueva carretera desde hacia mucho tiempo como vía para superar el aislamiento al que se veían sometidos cada vez que la vieja calzada quedaba cortada durante días por desprendimientos de rocas en días de lluvia. En esos casos se veían obligados a tomar la carretera del sur, lo que como hemos dicho eternizaba el viaje. 

Contra lo que pueda parecer y a pesar de su peligrosidad, han sido relativamente pocos los accidentes mortales que se han producido en esa carretera, en gran medida por el extremo cuidado que los conductores siempre han puesto al circular por ello y en parte también gracias a la suerte. 

Las fotografías que acompañan este post fueron tomadas unos meses antes de que la carretera se abandonara por la vía alternativa y por ella ya no circula nadie en la actualidad. Entre las fotos se incluyen imágenes de los acantilados por los que transcurre la carretera que, de paso, sirven para que quienes no conocen Gran Canaria descubran que la isla tiene un paisaje mucho más variado que el de sol y playa que figura en los folletos turísticos. 

 Espero que les gusten....