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La Ruta de las Presas, un paisaje para el recuerdo

Hoy quiero invitarles a recorrer fotográficamente conmigo la llamada Ruta de las Presas de La Aldea, que discurre por el barranco que lleva el nombre de esta localidad situada al oeste de la isla de Gran Canaria. Antes de continuar aclaro para quienes no lo sepan que "presa" es el nombre con el que se conocen habitualmente en la isla los embalses de grandes dimensiones, en los que se almacena agua de lluvia para el riego y el consumo humano. 

Si recuerdan, en el anterior post fotográfico, en el que hablamos de la vertiginosa carretera de La Aldea, nos quedamos justo a las puertas de este municipio agrícola, cuya economía se sustenta fundamentalmente en el cultivo en invernaderos de tomates y otras hortalizas. La producción se destina a la exportación a los mercados británico y holandés y al consumo local. 

La Ruta de Las Presas arranca en el mismo pueblo, si bien también se puede hacer en sentido contrario partiendo desde la localidad de Artenara, en la cumbre de Gran Canaria. El barranco por el que discurre conforma un paisaje árido, casi exento de vegetación y con abundantes y profundos desfiladeros. Precisamente son esas características las que otorgan todo su encanto a la ruta, que transcurre por una carretera asfaltada pero estrecha y muy sinuosa. Aunque esta vallada, conviene extremar la precaución en las curvas y cuando se circula por el borde mismo de una de las grandes presas que encontramos a nuestro paso. 

Después de salir del pueblo de La Aldea, las presas que nos vamos encontrando son, por este orden, las de Caidero de la Niña, El Siberio, El Parralillo y Candelaria. Entre todas suman más de 11 millones de metros cúbicos, con las de El Parralillo y El Siberio como las de mayor capacidad por ese orden. En estos momentos y después de la lluvias que dejó a su paso por Canarias la borrasca Filomena se calcula que tienen almacenada en torno al 44% de su capacidad. 

Es recomendable tomarse la ruta con calma para recrearse en el paisaje y descansar de la conducción, que puede llegar a ser cansina por la casi interminable sucesión de curvas. Además de fotos de las presas acompaño otras del barranco para que se puedan hacer una idea de cómo es este paraje singular de la isla de Gran Canaria. Espero que se animen y la disfruten. Hasta pronto...



Vienen curvas

En la pequeña excursión fotográfica que pretendo realizar cada semana a través del blog, hoy quiero invitarles o recorrer una carretera tan espectacular como hermosa. Transcurre por el impresionante acantilado de la costa del Noroeste de Gran Canaria y conduce desde la localidad de Agaete a la de La Aldea. El trayecto es endemoniadamente complicado por la gran cantidad de curvas sobre el risco, lo que la hace además de las que te ponen un nudo en la garganta apenas se te dispare la imaginación de lo que puede suponer salirse del carril. 

Por esa carretera han circulado durante décadas los aldeanos para dirigirse al norte de la isla o a Las Palmas de Gran Canaria, así como todos los que por placer o necesidad se desplazaban a La Aldea. Es cierto que también se puede tomar una ruta alternativa a través del sur de la isla, pero el rodeo alarga considerablemente la duración del viaje. 

La carretera en cuestión ha quedado parcialmente en desuso a raíz de la construcción de una nueva vía mucho más segura y que acorta la duración del viaje en algo más de media hora. No obstante, aún quedan unos buenos kilómetros de la vieja carretera para quien guste de las emociones fuertes. Este otro tramo también será abandonado dentro de unos años, una vez concluya la segunda fase de la nueva carretera ya en ejecución después de muchos años de demora por diferentes motivos. 

Los aldeanos venían reivindicando esta nueva carretera desde hacia mucho tiempo como vía para superar el aislamiento al que se veían sometidos cada vez que la vieja calzada quedaba cortada durante días por desprendimientos de rocas en días de lluvia. En esos casos se veían obligados a tomar la carretera del sur, lo que como hemos dicho eternizaba el viaje. 

Contra lo que pueda parecer y a pesar de su peligrosidad, han sido relativamente pocos los accidentes mortales que se han producido en esa carretera, en gran medida por el extremo cuidado que los conductores siempre han puesto al circular por ello y en parte también gracias a la suerte. 

Las fotografías que acompañan este post fueron tomadas unos meses antes de que la carretera se abandonara por la vía alternativa y por ella ya no circula nadie en la actualidad. Entre las fotos se incluyen imágenes de los acantilados por los que transcurre la carretera que, de paso, sirven para que quienes no conocen Gran Canaria descubran que la isla tiene un paisaje mucho más variado que el de sol y playa que figura en los folletos turísticos. 

 Espero que les gusten....