Legal puede, bonito no es

Tal vez sea legal que el Cabildo de Gran Canaria se gaste casi un millón de euros en que sus empleados, consejeros/as, altos cargos y personal de confianza tengan dentaduras perfectas y vista de lince. Así parece que lo establece el convenio colectivo de la corporación, según pubica hoy Canarias 7 (leer aquí). Otra cosa es que sea bonito, o sea, socialmente asumible y éticamente presentable. 

Hablamos de personal con su puesto de trabajo garantizado y con salarios dignos en la inmensa mayoría de los casos. Si parece poco creíble que con lo que cobran no les llega para pagarse el dentista o el oculista de su bolsillo, entonces tenemos que hablar claramente de privilegios injustificados a los que hay que poner fin de inmediato. 

Tal vez nada de esto se sabría si no estuviésemos inmersos en una crisis brutal y, aún así, seguiría siendo impresentable desde cualquier punto de vista. Pero en la actual situación, mantener esos privilegios es una ofensa a los miles de grancanarios que hacen malabarismos económicos para llegar a fin de mes o, simplemente, no tienen trabajo. 

Dirán algunos que, al fin y al cabo, no es más que el chocolate del loro. Puede, pero si juntamos unos cuantos "chocolates del loro" seguro que reuniremos dinero suficiente, por ejemplo, para prestar mejores servicios sociales. Retribuciones justas en función de la responsabilidad, le experiencia y la formación, sí. Privilegios, ni uno. 

¿Qué dirá Merkel?

En una entrevista en LA VANGUARDIA, (leer aquí) Cristóbal Montoro, el ministro más dicharachero del gobierno que preside Mariano Rajoy, ha venido a reconocer entre líneas que España no podrá cumplir su objetivo de reducir el déficit hasta el 4,4% en 2012 y mucho menos alcanzar el 3% sólo un año después. En realidad ya lo había dicho con más claridad el pasado viernes, aunque apenas unas horas después la vicepresidenta y portavoz, Soraya Sáenz de Santamaría, le enmendó la plana y aseguró que España cumplirá ese objetivo aunque ello suponga realizar más recortes. 

A Montoro no se le escapa que bajar en sólo un año de un déficit de más del 8% al 4,4% es tarea titánica que tendría que pasar, entre otras cosas, por una subida del IVA o por tocar los impuestos especiales, y ambas opciones parecen descartadas (de momento). Todo ello, además, en un escenario económico negrísimo en el que el Fondo Monetario Internacional vaticina que la economía española caerá este año cerca de un 2% y para el que los expertos calculan que la tasa de paro escalará hasta el 24%. 

Por eso, el ministro ya insinúa que si Bruselas (léase Angela Merkel) no cede en su sacrosanta política de estabilidad presupuestaria, la medicina de caballo que habrá que aplicar sólo conseguirá agravar mucho más la salud del enfermo (algo en lo que, por otra parte, coinciden casi todos los analistas). Estaríamos hablando de un ajuste de 50.000 millones de euros frente a los 16.500 con los que arrancó la era de ajustes de Rajoy hace menos de un mes. 

De ahí que Montoro ande sondeando la posibilidad de retrasar en el tiempo el cumplimiento del objetivo de déficit, tal y como propuso Alfredo Pérez Rubalcaba en la última campaña electoral para rechifla de los populares. La demora permitiría inyectarle algo de oxígeno al enfermo por la vía de medidas de dinamización económica que el gobierno de Rajoy sigue sin poner en marcha y mucho menos anunciar. 

Claro que, para ello, hay que contar con la señora Merkel, obsesionada con su intención de hacer pagar a los manirrotos países del sur sus alegrías presupuestarias de la época de vacas gordas. De manera que, si Merkel no quiere, hay poco que hacer. La canciller es de las personas que piensan que no hay mejor remedio para una enfermedad que aplicar siempre el mismo tratamiento, aunque las evidencias demuestren que sus efectos son los contrarios a los deseados. Muera el paciente si es preciso, pero muera sin déficit.

Adiós a dos voces


Johnny Otis, uno de los "padres" del rhythm and blues, murió el pasado día 17 de enero en Los Ángeles. Etta James, una de la mejores voces del soul y el jazz, murio el 20 de enero. Se da la circunstancia de que fue Otis quien le concedió una audición a James en el ¡cuarto de baño! del hotel en el que se alojaba el cantante (al parecer la acústica era mucho mejor que en el dormitorio). Con sus muertes se va toda una época irrepetible de la música.

Etta James: At Last



Johnny Otis: Willie and the Hand Jive- ¡Atención al coro!