Una huelga contra el miedo



Mariano Rajoy tendrá mañana su huelga, la que descontó e impulsó con una reforma laboral desequilibrada, injusta e inútil. Como inútil dicen ahora el propio Rajoy, sus ministros, los empresarios y el coro mediático que le hace la ola al Gobierno que será la protesta de mañana.

Auguran algunas encuestas que no hay ambiente de huelga, que los ciudadanos dispuestos a secundarla no rebasarán el 30% y añaden el Gobierno y los empresarios que dañará la "imagen" de España y costará miles de millones de euros. Pero las encuestas están para desmentirlas, como hicieron los andaluces el pasado domingo y, en cuanto a las "pérdidas" económicas nada se dice, sin embargo, del fraude fiscal y la evasión de impuestos que se producen no de manera excepcional sino a diario.

 
Se ataca a los sindicatos y se les llama caducos y desfasados y no digo yo que no necesiten también una buena reforma, pero son los únicos que en esta situación pueden encauzar el malestar social que la reforma laboral y el resto de las reformas en marcha y anunciadas están generando en el país.

Se lanza desde el Gobierno y quienes apoyan sus draconianas medidas un mensaje de pesimismo y resignación: no hay otra solución que recortar, ajustar y acabar con servicios básicos y derechos consagrados en la Constitución y en la negociación colectiva; lo ordenan los mercados, Alemania y el Fondo Monetario Internacional. Es lo que toca y al que no le guste, agua y ajo. Se atiza el miedo a perder el empleo y se inculca la idea de que si el Gobierno no piensa cambiar una coma de la reforma, de qué sirve ir a la huelga.

 Sirve y mucho: para dejarle claro al Gobierno que su obligación es gestionar la crisis atendiendo al interés general y no a la parte más fuerte del mercado laboral y que su legitimidad no procede de la sede de la CEOE sino de las urnas y que se debe tanto a los que votaron por su programa oculto y ahora revelado como a los que no lo hicieron; sirve para expresar el completo desacuerdo con la utilización de la crisis económica como coartada para convertir a los trabajadores en mera mercancía laboral; sirve para decirle bien claro una vez más que sus medidas nos llevan al abismo económico, a la recesión durante largos años, al empeoramiento de la calidad de vida y a la precariedad laboral.

La huelga general de mañana no será la Revolución de Octubre ni la toma de la Bastilla, aunque el coro mediático quiera presentarla con esos colores, criminalizando a los sindicatos y metiendo el miedo con los piquetes. Será la ocasión para decirle al Gobierno que la inmensa mayoría de los españoles no estamos de acuerdo con sus políticas y que ni nos resignamos ni nos asustamos.

Primer aviso electoral


Las elecciones autonómicas de ayer en Andalucía y Asturias ponen sobre la mesa algunas conclusiones provisionales y no pocas preguntas por resolver:

1.- Las encuestas no dieron ni una. Auguraban mayoría absoluta o casi para el PP en Andalucía y aunque Javier Arenas ha ganado, se ha quedado a cinco escaños de conseguirla.

2.- Arenas se queda por cuarta vez a las puertas de gobernar en su comunidad autónoma ¿Lo volverá a intentar dentro de cuatro años o se desdecirá de su promesa de no volver a la política nacional?

3.- La abstención se dispara en Andalucía y Asturias. Hasta una parte de los votantes del PP andaluz se ha quedado en casa, bien porque daba el triunfo por hecho a tenor de las encuestas o bien porque no le convencía ninguno de los candidatos. La gestión política de la crisis y la falta de alternativas que ilusionen no animan precisamente a la participación


4.- José Antonio Griñán, el presidente saliente y entrante si, como se supone, el PSOE e IU alcanzan un acuerdo de gobierno, acertó de pleno posponiendo las elecciones autonómicas para después de las generales. De haberse celebrado el 20N, es muy probable que hoy liderara la oposición en el Parlamento andaluz y Javier Arenas fuera el presidente de la comunidad.


5.- Izquierda Unida dobla los resultados en Andalucía al recoger el voto disgustado con un PSOE que lleva gobernando 30 años esa comunidad autónoma y que aparece envuelto en algunas tramas corruptas como la de los ERE que, sin duda, le ha restado un apoyo considerable.

6.- En Asturias, a pesar del avance del PSOE e Izquierda Unida y la entrada en el parlamento autonómico de UPyD, los ex populares del ahora llamado Foro de Asturias y los populares de ayer y de hoy se entenderán para formar gobierno. No obstante, la situación podría ser diferente si, como espera el PSOE, el voto emigrante le otorga al menos un escaño que le permitiría un pacto a tres bandas con IU y UPyD para formar gobierno en el Principado.

7.- En los resultados electorales de ayer en ambas comunidades autónomas es seguro que deben de haber tenido una influencia decisiva las duras medidas de ajuste y las reformas puestas en marcha por el Gobierno de Mariano Rajoy. Es probable que, desde el punto de vista de su estrategia política,  Rajoy acertara también al posponer la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado hasta después de la cita electoral andaluza. ¿Qué habría pasado de haberlos aprobado antes, de manera que los electores hubieran acudido a las urnas sabiendo con toda exactitud cuál es el alcance del sacrificio que se les exige? Nunca lo sabremos, pero es lícito suponer que los resultados habrían sido menos favorables.

8.- El PSOE saca pecho y resiste la ola popular que ha teñido de azul la práctica totalidad del mapa político español. Sin embargo, la legislatura no ha hecho más que comenzar y mucho deberá cambiar aún este partido para que vuelva a contar con la confianza mayoritaria del electorado. Ese es el reto que los resultados de ayer no pueden ocultar. 

9.- A la vista de los resultados de ayer, el PP tendrá que sacar también sus propias conclusiones: una gestión de la crisis orientada a hacerle pagar sus consecuencias a quienes menos responsabilidad tienen no ha sido un buen comienzo. ¿Rectificará? Ese es su reto.


La cancion de la tierra

El vino ya brilla en la dorada copa,
¡pero no bebáis todavía, antes os cantaré una canción!
El canto de la aflicción os ha de sonar con risas en el alma.
Cuando se acerca la pena, yacen desiertos los jardines del espíritu,
se marchita y muere la alegría, el canto.
Sombría es la vida, oscura es la muerte.
¡Señor de esta casa!
¡Tu bodega atesora la abundancia de vino dorado!
¡Aquí, declaro mío este laúd!
Tocar el laúd y vaciar los vasos,
he aquí las cosas que realmente hacen juego.
¡Una buena copa de vino en el momento justo
vale más que todos los reinos de esta tierra!
Sombría es la vida, oscura es la muerte.
El firmamento es eternamente azul, y la tierra
permanecerá inmutable largo tiempo, se llenará de flores en primavera.
Pero tú, hombre, ¿cuánto tiempo vives tú?
¡Ni siquiera cien años se te permite divertirte
con las frágiles futilidades de este mundo!
¡Mirad allá abajo! A la luz de la luna, sobre las tumbas
se agacha una imagen salvaje y fantasmal...
¡Es un mono! ¡Escuchad cómo su lamento
resuena por todas partes, en el suave perfume de la vida!
¡Tomad ahora el vino! ¡Ahora es la hora de disfrutarlo!
¡Vaciad vuestros dorados vasos hasta el final!
Sombría es la vida, oscura es la muerte.
"La canción de la Tierra" en versión de K. Ferrier