Carlos Dívar: Ecce Homo


Vilipendidado por la canalla y humillado por sus enemigos, Carlos Dívar se apresta a anunciar mañana una decisión "conduntente" sobre las calumnias que han lanzado sobre él quienes no le quieren bien y sólo persiguen desestabilizar instituciones de la trascendencia del Poder Judicial y el Tribunal Supremo. Todos apuntan a que esa decisión será abandonar la cuarta magistratura del Estado. Y todo por unos pocos viajes – algo más de treinta – en largos fines de semana a Marbella o unas cuantas merecidas vacaciones en Fuerteventura, todo ello con el fin de aliviar el peso de la púrpura.

Si por fin se va, seguro que lo hará con la cabeza bien alta y la conciencia tranquila: todos esos viajes de fin de semana caribeño eran inherentes a su alta responsabilidad y los gastos que ocasionaron al bolsillo de los contribuyentes, una miseria. 

Porque Carlos Dívar es, donde los haya, un hombre de principios: acude a misa todos los domingos y fiestas de guardar y lo hace en coche oficial, algo lógico y natural en alguien que considera que el Poder Judicial  es él y no una abstracción político-filosófica, y eso lo deben percibir los simples mortales y eventuales justiciables con cristalina claridad.


 Del mismo modo, si tiene a bien alojarse en hoteles de lujo durante sus merecidos días de asueto y compartir mesa y mantel en restaurantes de postín con quien le guarda bien las espaldas, nada debe reprochársele so pena de desestabilizar las sagradas instituciones.

Carlos Dívar es, por tanto, un hombre herido en lo más profundo de su abnegado espíritu de servicio público y sólo comprendiendo la ruindad humana se puede entender que las calumnias que se han lanzado contra él no se hayan dirimido de puertas adentro para no dar motivo de escándalo al populacho, como así ha ocurrido.

Ahora todo está perdido y nada se puede hacer para reparar el terrible daño recibido, salvo recoger los papeles e irse a casa, eso sí, con la conciencia tranquila del deber cumplido aunque con la herida abierta de la injusticia. ¡Quién se lo iba a decir a él, Carlos Dívar, Ecce Homo! 

La víctima griega


Hoy recomiendo este esclarecedor artículo titulado La víctima griega de Paul Krugman aparecido en EL PAÍS. En él analiza las verdaderas causas de la crisis en la Unión Europea y desmonta algunos de los tópicos sobre la culpabilidad de Grecia en esta situación. No tiene desperdicio. 

Y vuelta la burra al trigo


Se las prometían muy felices los titulares de esta mañana celebrando que los griegos optaran ayer por votar de forma mayoritaria a Nueva Democracia, fuerza política partidaria de mantener al país en el euro y la misma que - ¡qué casualidad! – falseó las cuentas públicas griegas y abocó a Grecia a dos rescate consecutivos con las consecuencias que no es necesario recordar.

Pero ¿quién se acuerda ya de eso y qué importancia tiene ahora? "Europa respira aliviada" decían muchos de esos titulares y aplaudían con las orejas la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y, por supuesto Angela Merkel, que ahora está convencida de que los griegos "cumplirán sus compromisos", es decir, seguirán bebiendo de la misma medicina que ha destrozado el país para unas cuantas décadas.

Todo ello después de que la famosa troika (UE, FMI y BCE) con la propia Merkel a la cabeza, advirtieran seriamente a los griegos de que, o votaban a favor del euro, o se les aplicaría un "corralito" a la argentina que se iban a enterar. Así que los griegos votaron ayer atenazados por el miedo a un escenario aún peor del que sufren – que ya es decir - en un país intervenido económica y políticamente.

Ahora empieza de nuevo el rosario de contactos entre los partidos políticos griegos para formar gobierno y ya empieza la consabida troika a meterles prisa. A priori parece probable un acuerdo entre conservadores y socialistas, pero estos últimos alegan de entrada que no estarán en el Gobierno si no se le da cancha también a Siryza, la formación de izquierdas que, en contra de lo que se había dicho con muy mala intención, apuesta por el euro pero también por renegociar las draconianas condiciones y los plazos del rescate impuesto por los mercados.

Se lo puede ir quitando de la cabeza tanto Siryza como Nueva Democracia y el PASOK que también apuestan por esa opción, aunque con menos fuerza: Alemania, en contra de lo que declaró ayer su ministro de Exteriores, acaba de decir "nicht" a esa posibilidad.

Lo que nos conduce a España, en donde la alegría, como en la casa del pobre, cada vez dura menos. Exactamente una hora duró la alegría de la bolsa, que subió al abrir la sesión, y la prima de riesgo, que bajó. A la hora exacta ambas se dieron la vuelta y volvieron a escenificar que a los mercados les dan exactamente igual los resultados de las elecciones griegas: a Grecia ya la tienen completamente amortizada y ahora es España la que les preocupa y van a por ella para añadirla a su colección de países rescatados.

Este es el tremebundo panorama frente al que se reúnen hoy en México los países del G-20, club de países ricos del que no cabe esperar gran cosa más allá de alguna vaga declaración de intenciones, eso sí, rodeada de mucha trompetería y expectación.

Quien espere una decisión clara de al menos suavizar el tratamiento de caballo y abrir la mano en la santa austeridad sin paliativos que predica la irreductible Angela Merkel, se equivoca por completo. Y vuelta la burra al trigo (dicho sea sin ánimo de señalar) aunque se acabe el poco trigo que queda y la burra se quede sin comer.