Una hermosa canción de amor llena de sencillez que dan ganas de cantar sin parar. La letra es de un personaje singular, el poeta, compositor y hasta diplomático Vinicius de Moraes, uno de los pilares esenciales de la música popular brasileña; la música es de otro de esos grandes pilares, Tom Jobim, y la voz la pone una de las más grandes cantantes brasileñas, María Creusa. Para escuchar y canturrear contemplando tal vez una puesta de sol, en buena compañía y, si se tercia, saboreando una caipirinha.........
"Lo que inquieta al hombre no son las cosas, sino las opiniones acerca de las cosas". (Epicteto)
Ryanair: cuando volar es una experiencia única
Nunca antes volar había
sido tan emocionante y más que se va a poner. Ryanair, la sin par
compañía irlandesa de bajo coste y bajos vuelos, exigirá a sus
pasajeros que lleven consigo un bidón de gasolina de 20 litros para poder embarcar. Para
evitar incomodidades y manchas en las manos y en la ropa, quienes lo
deseen tendrán la opción de pagar el combustible en el aeropuerto según la cotización que marque ese día el barril de Brent
más un sobrecoste del 50% por gastos de gestión. La aerolínea ha
advertido de que mientras sus pasajeros no presenten el bidón o lo
paguen en el momento de la facturación. el avión no podrá despegar.
La única pega es que se prohibirá llevar equipaje de mano – aunque, al fin y al cabo,
quién lleva equipaje de mano ni de ningún otro tipo con Ryanair -
con el fin de utilizar los compartimentos situados encima de sus
asientos para colocar el
respectivo bidón de gasolina y tenerlo siempre a mano en caso de
prioridad para el aterrizaje.
También será
obligatorio llevar un bote
tamaño familiar de oro matón para que no se repitan los picores que sufrió el pasaje de un vuelo
de Ryanair en Italia, sorprendido por el ataque feroz de una legión
de chinches. A quienes justifiquen con tres
certificados médicos algún tipo de alergia al flis contra
cucas y chinches se le permitirá embarcar con la condición
ineludible de que limpien los servicios, le pasen a fondo la aspiradora al avión y recojan
los restos de comidas y bebidas y los periódicos arrugados –
quienes hayan comprado todo eso en el aeropuerto – que dejaron los
pasajeros del vuelo anterior.
Al hacer la reserva online habrá que
adquirir una mascarilla de oxígeno y un chaleco salvavidas. Para
darle más emoción y suspense al vuelo, en lugar de explicar con voz
cansina y gestos mecánicos cómo se coloca la mascarilla o el chaleco, la tripulación recorrerá los asientos e irá
entregando ambas cosas a los pasajeros junto con
un pequeño manual de instrucciones en inglés y sin admitir
preguntas.
Aunque
de momento no será obligatorio, la web de Ryanair ya recomienda a
sus clientes llevar consigo un libro de oraciones y al menos un rollo de papel higiénico
ante la posibilidad de que en una improbable despresurización de la cabina el
pomo se les suba a la coronilla y lo pongan todo perdido. Si lo
necesitan, los olvidadizos y los optimistas que siempre creen que no
va a pasar nada podrán adquirirlo a bordo con un recargo del 75%.
Durante el vuelo, se invitará a los pasajeros a escribir
atentas cartas a los medios de comunicación, a la ministra de
Fomento y a las autoridades de aviación civil. Para ello, Ryanair
recomienda que se lleve papel y lápiz de casa aunque la compañía
lo suministrará amablemente a bordo si es necesario con un recargo por gastos de gestion, sobres y sellos del 40%.
De acuerdo a un modelo que se repartirá entre los pasajeros, estos deberán explicar que es rotundamente falso que los altos ejecutivos de la compañía presionan a los pilotos para que pongan poco combustible, que los aviones sean pocilgas voladoras llenas de chinches y que un vuelo sin una buena despresurización de la cabina es de las experiencias más aburridas que puede vivir un ser humano volador. Los más entusiastas pueden incluso dedicarle algún insulto a la indecisa y meditabunda ministra de Fomento y afearle haber dicho que se estudiarán sanciones y hasta la retirada de la licencia de vuelo a Ryanair.
Con
este trajín – colocar el bidón de gasolina, leer e intentar comprender las
instrucciones del chaleco y la mascarilla, comprobar que el oro
matón y
el papel higiénico están en su sitio, rezar el rosario y recitar las letanías, estar atento a cualquier
ruido sospechoso y escribir la carta – los pasajeros notarán que
el vuelo se pasará volando.
Una
vez finalizado éste - con suerte - sin incidentes de ningún tipo,
una vocecita enlatada les agradecerá haber volado con Ryanair y
expresará el deseo de la compañía de volver a verles nuevamente a
bordo. Ni lo dude, viaje de nuevo con ellos y deje atrás esos
soporíferos vuelos de otras compañías en los que casi nunca pasa
nada emocionante y en los que a los pasajeros se les trata
generalmente con correcta cortesía. Todo
eso ha pasado de moda: con Ryanair, volar puede ser una experiencia
única y tal vez irrepetible.
Frau Merkel y Herr Rajoy: tanto monta monta tanto
Dijo ayer Angela Merkel
que está “impresionada por la profundidad y la consistencia” de
las reformas que está aplicando Mariano Rajoy en España para salir
de la crisis. Que alguien de carácter tan granítico e inflexible
como Merkel se impresione es una buena vara para medir lo
impresionados que estamos los españoles que tenemos que sufrir en
nuestros bolsillos esas mismas reformas que nunca se iban a poner en
práctica.
Envalentonado ante un
apoyo tan nítido a unas medidas que le vienen impuestas por la
propia Merkel, Rajoy hizo de hooligan merkeliano y volvió a tirar de
esa irritante frasecita que suelta ya a cada rato sin el más mínimo
rubor: “sabemos que son medidas duras, difíciles de entender y que
no nos gustaría tomar, pero es lo que hay que hacer y lo vamos a
seguir haciendo porque es el único camino para volver a crecer y
crear empleo”. Y la dice así, una y otra vez, palabra por palabra,
sin tomar resuello y haciendo bueno el principio de que una mentira
mil veces repetida se convierte en verdad a oídos de quienes la
escuchan.
Rajoy y Merkel
protagonizaron ayer otra de esas reuniones históricas,
trascendentales, decisivas, claves y fundamentales para el futuro del
euro de las que hemos tenido varios centenares desde que comenzó la
crisis y que, una tras otras, han acabado como el parto de los
montes: pariendo un ratón muy pequeñito. Aunque la de ayer no llegó
ni a eso ya que, después de dos horas de reunión, ambos ofrecieron
la rueda de prensa más narcotizante que uno recuerde en mucho
tiempo, llena de tópicos, frases manidas, medias verdades y mentiras
completas.
Ni un sólo mensaje de esperanza, ni una frase que infundiera algo de ánimo y alentara la confianza en que tantos y tan duros sacrificios y renuncias tienen algún sentido y terminarán más pronto que tarde, se escuchó en esa prescindible rueda de prensa de ayer; nada tampoco que sonara a medidas para reactivar la economía y para cargar los costes de la crisis sobre quienes la han provocado y sobre quienes más tienen.
A Merkel sólo parece
preocuparle que continúen los recortes y ajustes, además de la
pésima imagen que de ella y de su sadismo fiscal tenemos los
españoles, por no mencionar la declarada germanofobia que arraiga ya
entre los griegos. Y a Rajoy lo único que le interesa es quedar bien
ante su jefa y anunciar que nos va a seguir suministrando la misma
medicina de ajustes y recortes hasta que nos aprendamos todas las
óperas de Wagner de carrerilla.
A su pesar, el
protagonismo mediático de la enésima reunión histórica sobre la
crisis se lo robó el ojeroso Mario Draghi, que con cara de
enterrador anunciaba que el Banco Central Europeo comprará deuda
soberana de países como España si estos lo piden y a cambio, cómo
no, de estrictas condiciones macroeconómicas. Eso se llama rescate,
lo llame como lo quiera llamar en su momento el propio Rajoy y sus
expertos ministros en neolengua.
Falta
saber si Merkel dará el visto bueno, cuándo se
decidirá Rajoy a pedir el rescate y cuáles serán esas estrictas
condiciones. Respecto a lo primero, la canciller respondió con
calculada ambigüedad, así que cabe esperar tanto el visto bueno a
la compra de deuda pública por el BCE como todo lo contrario,
en cuyo caso el rescate se precipitaría.
En cuanto a lo segundo y
en el caso de que la respuesta sea favorable, no hace falta ser un
gurú de la economía de los que tanto abundan últimamente para
intuir que las “estrictas condiciones” de las que habla Dragui
implicarán un nuevo hachazo al estado del bienestar, en este caso
con las pensiones como objetivo a batir. Dijo Rajoy que no tiene
intención de tocar las pensiones “de momento”, aunque ya sabemos
todos por experiencia que los “momentos” del presidente suelen
ser muy breves.
Rajoy necesitaba tiempo para capear la tormenta de la
prima de riesgo a la espera de que pasen las elecciones gallegas y
vascas, tal y como hizo con los Presupuestos de este año y las
elecciones andaluzas. El anuncio del Banco Central Europeo y el apoyo
de Merkel se lo conceden, aunque eso suponga volver a poner sus
intereses electorales por delante de los del país. En realidad, nada
nuevo bajo el imperio de la gaviota.
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