Los malos humos de Trump

No deberíamos llamarnos a engaño ni rasgarnos las vestiduras. De hecho, el repelente personaje aún está por debajo de las peores expectativas que teníamos sobre él cuando se sentó en el trono del país más poderoso del mundo. De momento lo están frenando los contrapoderes y algunas de sus promesas estrella han quedado empantanadas. Ahí está la negativa del Congreso a poner el dinero que pedía para continuar la construcción del muro entre su país y México y que, según este personaje de opereta, pagarían los mexicanos. Ahí está también, frenada por un simple y mortal juez, la primera gran medida que tomó nada más pisotear la moqueta del Despacho Oval: impedir que los ciudadanos de siete países de mayoría musulmana pisaran el sagrado suelo estadounidense.

Por no hablar de lo tiesas que se las está teniendo con los poderosos medios de comunicación norteamericanos a propósito de sus peligrosas amistades y conchabeos rusos que, aunque muy difícil, no es imposible que terminen en un impeachment si se llegara a probar que ha obstaculizado la acción de la justicia. En otras palabras, el sistema norteamericano de contrapoderes está funcionando hasta el momento e impidiendo que este energúmeno se maneje como realmente le gustaría, a empellones y de la manera más grosera como puso de manifiesto la semana pasada en la cumbre del G7.
“El sistema de contrapoderes está impidiendo que este energúmeno se maneje a empellones”
Lo que esos contrapoderes no pueden evitar es que, usando sus amplias atribuciones presidenciales, el vociferante magnate de los Estados Unidos haya decidido hacerle un soberano corte de mangas a un problema global que no sólo atañe a su país, sino a todo el planeta: el cambio climático. Su abandono de los acuerdos de París contra el calentamiento global y sus gravísimas consecuencias para millones de personas es la manifestación más genuina de la taruguez mental e intelectual y del egoísmo sin límites de este tipo. Pareciera como si Estados Unidos estuviera en la Galaxia de Andrómeda y los estadounidenses no fueran terrícolas como el resto y no estuvieran igual que el resto expuestos en mayor o menor medida a las consecuencias del cambio climático


Es cierto que los compromisos adquiridos a finales de 2015 en la capital francesa después de arduas negociaciones y que han sido ya ratificados por cerca de 150 países, no son la panacea y en muchos aspectos resultan incluso insuficientes. Son, sin embargo, la única herramienta de la que disponemos en estos momentos para cuando menos frenar el avance del problema y paliar sus efectos apostando por las energías limpias. Tengo la sensación de que esa herramienta se va a ir a hacer puñetas más pronto que tarde por cuanto, si la desprecia la que es al mismo tiempo la primera potencia y el segundo país más contaminante del mundo, lo que cabe esperar es que otros países mucho menos ricos que Estados Unidos sigan sus pasos o se relajen en el cumplimiento de los acuerdos.
“El Acuerdo de París se irá a hacer puñetas si hay efecto dominó y se van otros países”
El efecto dominó parece servido por más que chinos, alemanes o franceses hayan salido a coro a recriminarle al yanqui su falta de solidaridad y de sentido de la responsabilidad para con el presente y el futuro del planeta. Bien es verdad que no están muchos de estos países que afean la marcha de Estados Unidos para presumir demasiados de sus esfuerzos contra el cambio climático, aunque al menos mantienen los compromisos y dicen querer cumplirlos. No obstante, no hay que descartar que en parte esta malhumorada aunque justa reacción esté relacionada con la profunda decepción que ha dejado el presidente norteamericano a su reciente paso por Europa y sus filípicas a tumba abierta sobre el gasto en defensa de los europeos.

Por cierto que el presidente español también acaba de reaccionar con un tuit a la salida de Estados Unidos de los acuerdos de París. En su ya conocido estilo minimalista y muchas horas después de que se pronunciaran otros líderes europeos como Merkel o Macron, Rajoy dice textualmente que “España mantiene su compromiso con el Acuerdo de Parías. EU (Unión Europea) seguirá liderando la lucha contra el cambio climático en la dirección correcta”. Lo cual equivale exactamente a sortear el marrón sin mojarte ni un pelo de la barba y sin romper de verdad una lanza a favor de una lucha que debería estar por encima de cálculos políticos. Se desconoce si esta es la opinión de Rajoy o la de su famoso primo aunque, dicho lo cual, descansó de tanto esfuerzo intelectual.  

Antona da el paso

Puede que sea mi torpeza natural pero no termino de tener claro si el PP quiere entrar en el Gobierno de Canarias o sólo quiere entrar en el Gobierno de Canarias. De lo que no tengo duda es de que una de las dos opciones es la correcta, al menos para un sector importante del partido. Su líder, Asier Antona, quiere ser “copartícipe” de la gestión que el ejecutivo en minoría del nacionalista Fernando Clavijo tendrá que hacer de la millonada rajoyana que llegará a las islas vía nuevos Presupuestos del Estado. La forma y el fondo elegidos por Antona para hacer el anuncio urbi et orbi pueden marcar tendencia a partir de ahora por su originalidad. El esperado anuncio no ha llegado después de una larga y provechosa reunión entre los futuros esposos políticos ni tras un cónclave de tres días y medio de la dirección del PP en pleno, con los periodistas pernoctando a las puertas de la sede.

Ha sido un miércoles como a las cinco y a través de una agencia madrileña de noticias cuyo nombre no consigo recordar. Ahí es en donde ha planteado la necesidad de “coparticipar” ya en el Gobierno de Clavijo, un término cuidadosamente elegido para restarle connotaciones imperativas e invasivas. A Antona, que llevaba meses deshojando la margarita sobre su entrada en el Gobierno y al que los periodistas canarios sólo habían conseguido arrancarle ambigüedades, le han entrado ahora unas urgencias tremendas y exige que Clavijo responda a sus requerimientos en el plazo máximo de un mes. Pasado ese tiempo - dice - ya no le interesa el acuerdo. 

“¿Este es el mismo PP cuyo único objetivo era darle estabilidad al Gobierno?”

¿Es éste el mismo PP que ha repetido como un mantra que su único objetivo es darle estabilidad al Gobierno? ¿Lo desestabilizará aliándose con el resto de la oposición si la respuesta de Clavijo es negativa? ¿Y en dónde ha quedado, de la noche a la mañana, aquello que decía Antona  de que “en lo único que pensamos en estos momentos en el PP es en ganar las elecciones de 2019? ¿Qué ha pasado para que el objetivo ahora sea “coparticipar” en el Gobierno?


Por lo demás, es llamativa la poca confianza de Antona en la capacidad de CC para gastarse las perras que Rajoy, en otro alarde de generosidad al que tan acostumbrados tiene a los canarios, destinará a las islas en los nuevos presupuestos. Además de olvidar que si hay cuentas públicas nuevas es porque dos diputados nacionalistas canarios han votado a favor, no parece que la mejor manera de iniciar una larga amistad sea llamar torpe e ineficaz a aquellos que quieres que sean tus socios políticos. Puestos a hablar de gestión, se podría hacer una larga lista de los aeropuertos para las personas, los auditorios para los pájaros y las autopistas de peaje para las cabras construidos con dinero tan público como el que recibirá Canarias en estos presupuestos. No habría siquiera necesidad de consultar la amplia bibliografía judicial al respecto para tener una idea exacta de la manera en la que el  PP ha venido manejando desde hace años el dinero de los contribuyentes.

 “Llamar torpes a tus futuros socios no parece la mejor manera de iniciar una larga amistad”

Lo que Antona no ha dicho de manera explícita es qué áreas de gobierno necesita el PP para "coparticipar" en la gestión eficaz y eficiente de esos recursos públicos. Otros lo han hecho por él y leyendo la lista uno se pregunta por qué no se ha pedido también la presidencia del Gobierno y hasta la jefatura del cuerpo de bedeles autonómicos. Pensando con un poco de espíritu maquiavélico, puede que lo que en el fondo busque el líder del PP sea poner el listón tan alto que ni un corredor de fondo como Clavijo lo podría saltar.

Esto le serviría para acallar a los que en el partido esperan que su líder aproveche la riada de millones para matar el gusanillo de poder que produce llevar casi siete años calentando bancos en la oposición. Además, la negativa del presidente tranquilizaría al sector que ve un grave riesgo político en embarcarse en el Gobierno cuando la legislatura empieza ya a declinar y cuando la estrategia más inteligente sería la de mantener la oposición firme pero responsable.  Puede que detrás del órdago de Antona esté la necesidad de satisfacer a esos dos sectores del PP, aunque eso no implica necesariamente que Antona sea una especie de Maquiavelo macaronésico ya que ni siquiera tiene aires florentinos. Eso sí, un acusado ramalazo soriano es claramente identificable. 

Moix y lo que nos queda por ver

A la larga y conspicua lista de políticos y empresarios españoles con intereses en paraísos fiscales se acaba de incorporar nada menos que Manuel Moix, el fiscal jefe Anticorrupción. Diría que lo último que nos faltaba por ver era que el responsable público de perseguir los delitos de cuello blanco cayera bajo la sospecha de cometerlos. Prefiero la cautela y esperar acontecimientos porque me temo que lo último por ver aún no lo hemos visto. A Moix le ha descubierto www.infolibre.es una participación del 25% en una empresa radicada en Panamá, ese país que no localizaríamos en el mapa si no fuera por su opacidad fiscal y por sus ventajas para quienes pueden y desean burlar a la hacienda de sus países. El mismo país del que aún hay ingenuos que creen que el dinero y los bienes de las empresas que en él se ubican son para luchar contra el hambre en el mundo.

Cual si fuera un Messi de la fiscalía, Moix alega en su defensa que todo fue cosa de su papá y que la Agencia Tributaria conoce de la existencia del chiringuito panameño y él está al corriente de sus obligaciones fiscales. Su padre fue el que creó la empresa en Panamá y después se la dejó en herencia a él y a sus hermanos. Afirma que no tiene actividad y que su única propiedad es un chalé en Madrid valorado en más de medio millón de euros. Moix desconoce las razones por las que su progenitor – catedrático e inspector de trabajo – abrió una empresa en Panamá y nos recomienda que  se las preguntemos a él. Lo haríamos con sumo placer si no fuera por el pequeño inconveniente de que murió en 2011, aunque eso ahora es lo de menos.

“¿Lo último que nos quede por ver es al fiscal Anticorrupción bajo la sospecha de evadir impuestos?”

Lo que empieza a chirriar como los ejes de mi carreta es la razón por la que Moix no ha liquidado la empresa panameña en la que figura como participe. Él asegura que se debe a que los hermanos herederos no se ponen de acuerdo sobre los gastos fiscales pero parece una explicación algo forzada. En cualquier caso, es sólo su palabra y no por ser fiscal jefe Anticoprrupción tene Moix un plus de credibilidad con respecto al resto de los ciudadanos. Lo que se impone es una investigación de oficio por parte de la Agencia Tributaria que aclare si lo que dice Moix es cierto y si efectivamente la empresa no ha tenido actividad.


Convendría también que la propia Fiscalía investigara a su responsable Anticorrupción porque, a fecha de hoy, no hay constancia de que Moix informara a la inspección del Ministerio Público de sus intereses panameños. Hay que recordar que el Estatuto de la Fiscalía es muy restrictivo con las incompatibilidades de los miembros de la carrera fiscal y ser administrador, accionista, socio o gestor de una empresa – sea española, panameña a de Papúa Nueva Guinea -  está expresamente prohibido. Mientras se sustancian esas investigaciones, Moix tiene que irse a casa inmediatamente y dejar abiertas de par en par las ventanas de la fiscalía Anticorrupción para que corra el aire fresco y limpio.

“Moix tiene que irse ya a su casa y dejar abiertas las ventanas para que circule el aire fresco”

El sólo hecho de haber mantenido en secreto su participación en una empresa ubicada en un paraíso fiscal le inhabilita ética y estéticamente para seguir al frente de la institución pública encargada de perseguir a los corruptos y llevarlos ante el juez.  Recordemos que Moix, su jefe directo el Fiscal General del Estado y el jefe político de ambos, el ministro de Justicia, fueron reprobados hace sólo dos semanas por el Congreso de los Diputados a propósito de su actuación en el “caso Lezo”. Es el mismo Moix al que el ex presidente madrileño Ignacio González, en la cárcel por ese caso de presunta corrupción, consideró el candidato ideal para dirigir la fiscalía Anticorrupción.

Los tres, sin embargo, siguen hoy en sus cargos mientras se desploma la confianza de los ciudadanos en la Justicia. Y encima y para mayor escarnio hemos de soportar las jeremiadas del PP después de que la Audiencia Nacional le haya ordenado a Rajoy que dé la cara y deje de parapetarse detrás del plasma en el caso Gurtel, la madre y el padre de la corrupción en el PP. ¿Nos falta algo por ver? ¿Qué será lo siguiente? Hagan sus apuestas.