Hoy mismo quiero retomar la actividad en el blog y lo quiero hacer con una muy breve reflexión sobre el patrioterismo, cosa muy distinta del patriotismo.
Viene a cuento porque, a propósito de la visita que el primer ministro británico, David Cameron, ha realizado hoy a Gibraltar, algunos líderes políticos españoles no han dudado en sacar a pasear su más rancio patrioterismo aprovechando, además, que estamos en campaña electoral. Sacar a relucir las esencias y viejas reivindicaciones patrias siempre es una tentación casi irresistible en épocas de marcado celo político como el actual.
A algunos les ha faltado el filo de un cuchillo para cuadrarse en el primer tiempo del saludo y entonar "montañas nevadas, banderas al viento". Son los que le echan la culpa de nuestros problemas a la pérfida Albión y al mismo tiempo critican a Nicolás Maduro por hacer lo mismo con el "imperialismo yanqui y sus lacayos". Los mismos también que buscan que seamos como el necio que mira el dedo y no como el sabio que mira la luna.
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