La prima de riesgo campa
a sus anchas y hoy se ha puesto por encima de los 600 puntos: otro
máximo histórico que, a buen seguro, no será el último. El
interés del bono a diez años vuelve a rebasar el interés del 7%,
la bolsa se pega el mayor batacazo de los últimos dos años y hasta
la comunidad valenciana de los Camps, Fabra y demás familia ha
tenido que pedir el rescate porque no puede pagar sus deudas.
A pesar de todos los
tijeretazos habidos y por haber, las mentiras, las medias verdades y
la chulería dentro y allende nuestras fronteras, la situación de
España, la de Grecia o la de Portugal se parecen cada vez más hasta
el punto de que se confunden. ¿Estamos “rescatados”? ¿No, pero
cómo si lo estuviéramos gracias a la delictiva gestión de nuestros
banqueros a los que ahora hay que salvarles el culo después de que
nos sodomizaran a placer? ¿Lo peor está por venir?
Nadie sabe nada. Lo único
que sabe el Gobierno es echarle la culpa a otros: a la herencia
socialista, a la incertidumbre económica global y ahora ¡a la
desconfianza internacional en el euro! Es lo que han dicho hoy sin
despeinarse la vicepresidenta del Gobierno y el sonriente ministro de
Hacienda - ¿qué le hace tanta gracia, señor Montoro? - para
justificar que el más brutal paquete de recortes de la democracia –
aprobado en solitario por el PP y contestado en la calle por decenas
de miles de ciudadanos más que hartos - solo haya servido para
empeorar la situación más de lo que ya estaba.
¿Se acuerdan de cuando
Zapatero culpaba de los problemas de España a la situación
económica internacional y a los mercados? ¿Y se acuerdan de lo que
entonces decía Mariano Rajoy?
¿Se lo aplicará a sí mismo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario