El día después


No le ha ido mal a los sindicatos en su primer pulso con el Gobierno a propósito de la reforma laboral. De hecho, les ha ido mucho mejor que en las protestas convocadas contra la reforma aprobada en su día por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. 
 
Lo reconocen incluso los medios más próximos al Ejecutivo de Mariano Rajoy que, no obstante, le piden al presidente que desoiga lo que miles de ciudadanos pidieron ayer en las calles de toda España: que una reforma de las relaciones laborales no puede sustanciarse por la vía de ceder todo el poder a una de las partes, que hay que equilibrar las fuerzas y que hay que ver a los trabajadores como elemento central de la economía y no como simples peones que se cambian a placer o a capricho.

 Dicen estos medios que la verdadera voz de la calle es la de Mariano Rajoy, que para eso ganó las elecciones por abrumadora mayoría y representa por tanto la voluntad popular. Olvidan decir en cambio que Rajoy ganó esas elecciones en gran parte por los errores continuados del PSOE y sin anunciar en su programa electoral ni una sola de las medidas que está tomando una vez instalado en La Moncloa.
 
Se les ha olvidado que Rajoy dijo en el debate de investidura que no subiría los impuestos y fue lo primero que hizo; olvidan también que Rajoy criticó que la reforma laboral de Zapatero abaratara el despido y él lo ha abaratado mucho más.

Pero más allá de los análisis pro domo sua de los medios que apoyan al Gobierno, lo que está sobre la mesa es una nítida exigencia de rectificación y de búsqueda del equilibrio en un marco de relaciones laborales que, es cierto, tiene que adaptarse a la profunda crisis económica que vive el país. Ahora bien, esa situación no se puede convertir en una coartada para eliminar de un plumazo a uno de los agentes clave en ese marco laboral: los trabajadores.

Gobierno y sindicatos deben sentarse a negociar una modificación de la reforma que no cargue todo el peso sobre la parte más débil de las relaciones laborales, como si fuera ésta la causante de la crisis económica y no su principal víctima. Ese es el reto que comparten ahora los sindicatos y el Gobierno. 

El reto sindical


Los sindicatos se enfrentan hoy al reto de sacar a la calle a la mayor cantidad de gente posible para plantarle cara a la durísima reforma laboral del Gobierno del PP. De la respuesta que reciba la convocatoria dependerá seguramente que haya o no huelga general. En cualquier caso – y los sindicatos lo saben – la decisión no se puede demorar demasiado porque se correría el riesgo de tomarse cuando el efecto shock que ha provocado la norma del Gobierno haya sido asumido y amortiguado.

No es un reto fácil, en contra tienen los sindicatos numerosos factores. Uno de ellos, la desconfianza en que tanto la convocatoria de hoy como una eventual huelga general tengan utilidad. No es realista confiar en que el Gobierno va a introducir cambios sustanciales en la reforma laboral a pesar del tono dialogante y conciliador que ahora parece exhibir. En todo caso, lo es menos suponer que los introducirá de motu propio y sin exigencia social alguna.

Tampoco ayuda a los sindicatos el resultado de la anterior huelga general, la del 29 de septiembre de 2010, demasiado próxima aún en la memoria como para haber olvidado que su seguimiento fue demasiado magro.

Pero quizá el factor que más juegue en contra de la posibilidad de que las calles de España se llenen hoy de gente expresando su rechazo a la reforma laboral sean los propios sindicatos, que no atraviesan el mejor momento de su historia reciente en nuestro país.

Demasiado burocratizados y convertidos casi en ministerios, los sindicatos han perdido frescura y contacto con la realidad social a la que se deben, al tiempo que se han dormido demasiado a menudo bajo la confortable sombra del poder. 

Su situación es similar a la de los partidos políticos y como ellos necesitan también una redefinición radical de su papel en una época de profundos cambios sociales, políticos y económicos como la actual.

Sin embargo, mientras, ellos son en estos momentos la única herramienta de la que disponen los trabajadores y las clases medias de este país para defenderse democráticamente de la desequilibrada e injusta reforma laboral del Gobierno del PP.

Prueba de ello es la agresiva campaña de criminalización y desprestigio sindical que ha puesto en marcha el círculo mediático próximo al Gobierno nada más expresar los sindicatos su rechazo a la reforma laboral y anunciar la eventualidad de una huelga general. Qué duda cabe de que ésta campaña mediática también jugará en contra del reto al que se enfrentan hoy los sindicatos.

No obstante, nada de eso es capaz de ocultar los desequilibrios de una reforma laboral que deja a los trabajadores inermes ante los empresarios y a estos con casi todo el poder para hacer y deshacer. Una reforma que regala el despido a los empresarios y que, en vez de moderar o regular de manera más estricta la capacidad sindical de negociar las condiciones laborales a través de los convenios colectivos y evitar de ese modo abusos y excesos sindicales, rebana de un tajo décadas de cultura del acuerdo y el consenso entre trabajadores y empresarios que es como decir de paz social y laboral.

Y todo ello tiene como corolario una reforma laboral que no servirá para crear empleo sino, con toda seguridad, para destruirlo. Ni el propio Gobierno lo oculta ya.

Estos son los elementos principales a tener en cuenta para decidir si la convocatoria de hoy en contra de la reforma laboral merece apoyo y respaldo más allá de los recelos, el pesimismo, las dudas o la desconfianza sobre la trayectoria sindical de los últimos tiempos en este país. El reto está planteado.

Músicas para una vida - Porque hoy es sábado

El día de la creación (Vinicius de Moraes)

hoy es sábado y mañana domingo.
La vida llega en olas como el mar.
Los tranvías van por las vías
Y Nuestro Señor Jesucristo murió en la cruz para salvarnos.

hoy es sábado y mañana domingo.
No hay nada como el tiempo para pasar.
Fue mucha la bondad de nuestro Señor Jesucristo.
Pero, por las dudas, líbranos Dios mio de todo mal.

hoy es sábado y mañana domingo.
Al mañana no le gusta ver a nadie bien
hoy, es el día del presente.
El día es Sábado!

Imposible huir de esta dura realidad
En este momento todos los bares están
llenos de hombres vacíos.
Todos los enamorados se toman de la mano.
Todos los maridos están funcionando regularmente.
Todas las mujeres están atentas
porque hoy es sábado.

En este momento una boda,
porque hoy es sábado.
Hay un divorcio, una violación,
porque hoy es sábado.
Hay un hombre rico que se mata
porque hoy es sábado.
Hay un incesto, una regata,
porque hoy es sábado.
Hay una función de gala
porque hoy es sábado.
Hay una mujer que es golpeada,
porque hoy es sábado.
Hay un renovarse de esperanzas
porque hoy es sábado.
Hay una profunda discordancia
porque hoy es sábado.
Hay un seductor que cae muerto
porque hoy es sábado.
Hay un gran espíritu de camorra
porque hoy es sábado.
Hay una mujer que se transforma en hombre
porque hoy es sábado.
Hay niños que pasan hambre
porque hoy es sábado.
Hay un mitin de políticos
porque hoy es sábado.
Hay un gran aumento de la sífilis
porque hoy es sábado.
Hay un ario y una mulata
porque hoy es sábado.
Hay una tensión inusitada
porque hoy es sábado.
Hay adolescentes semidesnudas
porque hoy es sábado.
Hay un vampiro por las calles
porque hoy es sábado.
Hay un gran aumento del consumo
porque hoy es sábado.
Hay un novio loco de celos
porque hoy es sábado.
Hay un garden party en la cárcel
porque hoy es sábado.
Hay una impávida luna llena
porque hoy es sábado.
Hay damas de todas las clases
porque hoy es sábado.
Unas difíciles, otras fáciles
porque hoy es sábado.
Hay un beber y un dar sin medida
porque hoy es sábado.
Hay una infeliz que va bebida
porque hoy es sábado.
Un cura pasea sin sotana
porque hoy es sábado.
Hay frenéticos cortes de manga
porque hoy es sábado.
Hay una sensación angustiante
porque hoy es sábado.
De una mujer dentro de un hombre
porque hoy es sábado.
Hay la conmemoración fantástica
porque hoy es sábado.
De la primera cirugía plástica
porque hoy es sábado.
Y dando los trámites por cumplidos
porque hoy es sábado,
hay la perspectiva del domingo
porque hoy es sábado.


En recuerdo también de Enrique Sierra (ex Radio Futura)




Sevilla tiene un color especial


Algo tiene el vino cuando lo bendicen y algo tiene Sevilla cuando los dos principales partidos políticos de este país la eligen para sus respectivos congresos. Hace poco fueron los socialistas quienes acudieron a la capital hispalense a dirimir sus cuitas entre Chacón y Rubalcaba y a echarle una mano (al cuello, por lo que se ha visto después) a Griñán en su carrera imposible por retener el Gobierno de la Junta de Andalucía. Poco después del Congreso se desarmó el PSOE sevillano y así andan, a la greña, a poco más de un mes para las elecciones autonómicas en las que, salvo sorpresa, el PSOE perderá el que ha sido uno de sus bastiones históricos. 

Ahora es el PP el que acude también a Sevilla, pero no a dirimir diferencias entre sus dirigentes, como ocurriera hace cuatro años en Valencia (tierra soñada por Camps, al que no veremos en Sevilla), sino a entronizar a Javier Arenas como el hombre que va a gobernar Andalucía al menos los próximos cuatro años. 

Aunque alguna que otra discrepancia sí habrán de limar los populares en el congreso sevillano de este fin de semana. Véase por ejemplo la creación de un coordinador o coordinadora del partido para que le eche una mano a Cospedal, ahora que anda metida también en harinas gubernamentales en Castilla – La Mancha. Pero ella no quiere que le hagan sombra y apuesta por mantener ambos cargos, secretaria general del partido y presidenta castellano-manchega. Al fin y al cabo, Toledo está de Madrid a un tiro de piedra y eso permite estar en misa y repicando ( y cobrando dos jugosos sueldos, aunque seguro que eso no es lo que la anima a mantener el pluriempleo). 

Por lo demás, el de este fin de semana más que un congreso será una fiesta flamenca de aclamación a Rajoy, el hombre impenetrable que por la vía de sentarse a ver pasar el cadáver de su rival, ha conseguido para el PP el mayor poder político que haya tenido nunca un partido en este país desde el inicio de la democracia. Si encima no aparecen por allí ni Camps ni Ricardo Costa ni Carlos Fabra, la dicha será completa. No sé si Los del Río se unirán también a la fiesta, aunque estoy seguro de que no desentonarían....



Nervios en la Casa Real


 ¡Cómo está el patio real! Un duque esprintando por las calles de Wasington para no responder a las educadas preguntas por escrito de una periodista (ver aquí)  y una Infanta de España haciendo un paréntesis en un acto de beneficencia para mandar a callar a la prensa. 

Todo esto cuando sólo faltan unos días para que Iñaki Urdangarín (ya saben, ese imputado que no es igual a otros imputados, Gabriela Bravo dixit) se persone ante el juez y diga qué hizo con el dinero que tan alegremente le entregaron determinados políticos para su fundación "sin ánimo de lucro". 

Lo que salvo "cambios inesperados" hará el próximo día 25 a bordo de un coche policial y no a pie como un vulgar juez cualquiera, suponemos que para satisfacción de la mentada Bravo y de su jefe Carlos Dívar. Dice Pilar Urbano, que de capas de armiño y testas coronadas sabe más de lo que cuenta, que todo el lío puede hacer que la monarquía se tambalee. Augura, además, que Urdangarín probablemente esta preparando la escena para pedir perdón. 

Con permiso de tan sagaz periodista diría yo que por las carreras del Duque de Palma no lo parece, salvo que el espigado ex jugador de balonmano entienda que no hay mejor defensa que una buena carrera de huída, aunque no creo yo que fuera eso lo que aprendió en su etapa de deportista. Más bien parece como si de pronto se hubiese acordado de aquella vieja película de Woody Allen titulada "Toma el dinero y corre". Presuntamente, claro.    

Un carnaval en crisis


Durante el nacionalcatolicismo franquista el carnaval se refugió en casinos y sociedades privadas bajo el disfraz de fiestas de invierno. Cuando llegó la democracia salió a la calle y recobró su esencia trangresora y liberadora, ajeno a ataduras políticas y sociales. 

Pero poco duró la alegría: alcaldes y concejales, además de otros políticos que pasaban por allí, no tardaron en detectar el filón e ir a por él. Poco a poco el carnaval se ha ido convirtiendo en un espectáculo de cartón piedra lleno de extrañas adherencias y pensado sólo para la televisión y para que los políticos de turno se dejen ver.   Pareja a esta deriva han ido las murgas, esencia misma del carnaval, con letras, que salvo honrosas excepciones, parecen más apropiadas para un mitin político y encima interpretadas en la mayoría de los casos en una suerte de cacofonía ininteligible. 

El carnaval ya no está tanto en la calle como en los macroescenarios inspirados en los "temas" más peregrinos, elegidos, eso sí, por rigurosa votación popular (como si los carnavaleros necesitaran cada año que les digan de qué deben disfrazarse y como si el espíritu del carnaval consistiera en ir todo el mundo disfrazado de lo mismo o parecido). Claro que los comercios que venden disfraces están encantados con la original idea de ponerle "tema" al carnaval.

Es cierto que aún quedan carnavaleros de los de verdad que ignoran este espectáculo huero en el que ha derivado la fiesta y por el que encima hay que pagar en muchos casos. Ellos son la última esperanza de rescatar el carnaval del control político y devolverle la frescura y el carácter verdaderamente transgresor que nunca debimos habernos dejado arrebatar.  

La rebelión del miedo


El 2012 es año de elecciones en Estados Unidos y Barak Obama se la juega ante un rival republicano aún por conocer. El presidente norteamericano presentó ayer sus presupuestos para 2013 que incluyen más impuestos para las rentas altas, una tasa especial para las grandes fortunas, más inversiones en educación e infraestructuras y un alargamiento de los plazos para reducir el déficit de manera que no se perjudique el crecimiento económico y el empleo. Claro que los republicanos ya han dicho que Obama se puede ahorrar incluso la molestia de enviar las cuentas del año que viene al Congreso, "están rechazadas antes de su llegada". 

Eso ocurre en Estados Unidos y ya veremos en qué quedan las buenas intenciones de Obama. En España, en cambio, pintan bastos y ni después de una noche de copas cabe esperar que algo parecido a lo de Obama llegue siquiera a plantearse por estas latitudes. 


El Gobierno de Rajoy se niega a adelantar por dónde irán los Presupuestos Generales del Estado para este año, aunque sus fieles escuderos ( véase Luis de Guindos) ya dejan entrever  que serán "durísimos" (más o menos como la reforma laboral, suponemos, tan equilibrada ella). Rajoy no quiere arruinar las posibilidades de hacerse también con el feudo socialista andaluz, por mucho que los socialistas andaluces le estén facilitando la labor con un entusiasmo digno de mejor causa. Así que las cuentas públicas de este año no las conoceremos hasta una semana después de las elecciones autonómicas fijadas para el 25 de marzo.

No hace falta ser un adivino para esperar que se repita entonces el crujir de dientes que ya han provocado la subida del IRPF y la reforma laboral: más recortes sociales, ni un euro para dinamizar de verdad la economía, subida del IVA y, para disimular, alguna medida cosmética sobre las rentas altas o los bancos: el estado del bienestar tal y como lo conocemos sacrificado en el altar de la nueva religión neoliberal de reducción del déficit público. Puede que me equivoque, pero no creo que demasiado. 

Suponen los más optimistas que las medidas tomadas hasta ahora por Rajoy ablandaran a la canciller alemana (que está exultante con la reforma laboral de la que ha dicho que "es un ejemplo") y le permitirá a Rajoy aliviar el imposible objetivo de alcanzar un déficit del 4.4% en 2012. 

No lo creo probable ahora que nos hemos instalado en la economía del miedo, que diría Joaquín Estefanía: los parados tienen miedo de no encontrar trabajo, los empleados de perder el suyo y hasta Mariano Rajoy tiene miedo de perder el afecto de Angela Merkel, como les ha ocurrido a los griegos. Así, atenazados por el miedo, seremos todos más dóciles y manejables. Cuánta razón tiene Dolores de Cospedal cuando, ante las llamadas de los sindicatos a la movilización contra la reforma laboral, asegura que no es el "momento de la rebelión". Sólo una pregunta: ¿cuándo es entonces el momento?

¡Bravo, Gabriela!


A Gabriela Bravo no le han hecho gracias las duras críticas a los magistrados del Tribunal Supremo que han condenado a Baltasar Garzón a 11 años de inhabilitación por las escuchas del "caso Gürtel". La portavoz del Consejo General del Poder Judicial ha dedicado muchos "in" a unas críticas durísimas y, en algunos casos, es cierto, un punto desaforadas: "intolerable", "injustificable", "inadmisible", etc.

No están los jueces de este país acostumbrados a que se cuestionen sus decisiones y eso se nota. Enseguida sale a relucir el corporativismo más rancio que no duda en acusar a quienes critican esas decisiones de menoscabar el estado de derecho, la democracia, el sistema judicial y no sé cuantas cosas más. 

Se desconoce si la señora Bravo ha llamado ya al New York Times o a la Alta Representante de la ONU para los Derechos Humanos que también han criticado la sentencia. Y eso por sólo citar dos ejemplos que ponen de manifiesto la alarma que ha generado en medio mundo el fallo contra Garzón.

Sí se sabe en cambio que para Gabriela Bravo, cuando se trata de justicia, hay imputados e imputados. Del juicio contra Garzón por las escuchas del "caso Gürtel" o del que ha quedado visto para sentencia por declararse competente para investigar los crímenes del franquismo se ha dicho desde las altas instancias del poder oficial y judicial que todos somos iguales ante la Ley, así que no procede rasgarse las vestiduras porque un juez se siente en el banquillo de los acusados por tres causas distintas, algo habitual y corriente como todos sabemos.

Esto lo ha vuelto a repetir la propia Bravo para rechazar las críticas a la sentencia del Supremo contra Garzón. Sin embargo ha tenido un desliz, un lapsus del subconsciente tal vez, poca cosa en definitiva: cuando se le ha preguntado si no supone un trato de favor que el juez del "caso Noos" haya aceptado que la declaración de Iñaki Urdangarín no se grabe en video, ha dicho que "no todos los imputados son iguales". ¡Bravo, Gabriela!

Desequilibrada, inútil y agresiva


Desequilibrada

No es verdad: la reforma laboral aprobada por el PP no es equilibrada como habían asegurado la ministra Báñez y el presidente Rajoy. Es claramente desequilibrada en favor de los empresarios a los que se les entregan todos los mecanismos necesarios para que despidan a placer y de forma barata; y de propina, para que rebajen los salarios con criterios de difícil comprobación objetiva.

Los empresarios han hecho del coste del despido el gran problema de las relaciones laborales de este país y, mientras reclamaban más "flexibilidad", no han parado de despedir hasta colocar la cifra de desempleados en los niveles conocidos. Zapatero intentó satisfacer los deseos de la patronal de obtener un despido barato y le costó una huelga general. Rajoy – que cuando era el líder de la oposición arremetió contra Zapatero por "centrar" la reforma laboral en el despido – ha ido ahora mucho más allá que el ex presidente y le ha servido en bandeja a la patronal el trofeo más cotizado: el despido express y por cuatro euros. ¡Viva el equilibrio!

Rajoy ha vuelto a mentir a los españoles que le votaron y a los que no. Primero con la subida del IRPF, que ha cargado sobre las espaldas de las clases medias,  y ahora con una reforma laboral claramente escorada en favor de los intereses patronales en detrimento una vez más de los trabajadores. Que le cueste una huelga general, una posibilidad de la que él mismo se pavoneó en Bruselas, está por ver.

Los sindicatos – conocedores de su situación de debilidad en un panorama económico en el que impera más que nunca el miedo a perder el empleo entre quienes lo tienen – anuncian movilizaciones para el próximo domingo. Supongo que intentan medir sus propias fuerzas antes de decidir si vale la pena convocar una movilización general que no se quede en parcial como ocurrió con la anterior. 

Inútil

Tampoco es verdad que esta reforma sea útil para crear empleo, el mantra central de la campaña popular en las pasadas elecciones (otra promesa electoral convenientemente olvidada en algún cajón de la calle Génova) Subir los impuestos y abaratar el despido en plena recesión económica sólo puede tener una consecuencia: frenar aún más el consumo y la inversión e incrementar el desempleo. Súmense a esos efectos los de la obsesión por planchar el déficit público hasta dejarlo en el 0% y tendremos el perfecto círculo vicioso del que no habrá modo de salir. ¡Viva la utilidad!

La reforma no sólo no animará a los empresarios a contratar sino a todo lo contrario, a despedir más ahora que es aún más barato. Apelar a la buena voluntad empresarial como hace el presidente de la patronal y la ministra Báñez para que  no se abuse mucho del despido por causas "objetivas" y 20 días de indemnización es cuanto menos una broma pesada y de mal gusto.

Mas ¿qué importa? Los mercados están contentos y eso es lo único que parece importarle a un Gobierno obsesionado con la idea de recuperar la confianza en España, aunque sea a costa de que sean los españoles quienes la pierdan en sí mismos y en su futuro. Si como tantas veces se ha dicho la economía es también un estado de ánimo, el de los españoles debe de ir camino de entrar en recesión si no lo está ya.

Agresiva

Un par de días antes de su aprobación, el ministro de economía emuló a su jefe el presidente y presumió en Bruselas de que la reforma laboral sería "extremadamente agresiva". Más allá de la cara de preguntarse quién es este señor y por qué me cuenta esto que puso el comisario europeo de economía Olli Rhen, tenía razón de Guindos: leyendo la letra menuda hay que coincidir con él. Por tanto, desequilibrada, inútil y agresiva son tres características que pueden resumirse en una: profundamente injusta.

Músicas para una vida - I wanna dance...

Una gran voz y una fuerza arrolladora. Descanse en paz




Miénteme más...

No iban a subir los impuestos jamás de los jamaces....
 















Pero los subieron.....
Tampoco se iba a abaratar el despido jamás de los jamaces.....















Y se ha abaratado.....

Miéntema más Mariano, que voy viviendo ya de tus mentiras.....¿cuál será la próxima?









Cambalache

Hoy no me apetece escribir.....este tango inmortal es más elocuente que cualquier cosa que uno pueda decir. Sólo hay que cambiar el siglo XX  por el XXI y Argentina por España a fecha 9 de febrero de 2012.....




El yunque griego

Sigue la llamada "troika" (UE, FMI y BCE) machacando sobre las espaldas de los griegos con más ajustes y recortes a cambio de un segundo rescate del país heleno. Siguen los griegos en las calles diciendo "no" y los sindicatos convocando huelgas generales. 

De nada sirven porque nada hace cambiar de idea a esos señores que vemos en los telediarios entrando y saliendo de noche del ministerio griego de finanzas como si ocultaran algo. Tal vez su incompetencia para resolver la crisis de un país que apenas representa el 2% del Producto Interior Bruto de la Unión Europea; o su incapacidad para reconocer que sus medidas no pueden sino hundir más en el abismo a los griegos. 

No digo que las cosas se hayan hecho bien en Grecia ni que los griegos no hayan vivido pensando que es posible atar los perros con longanizas. Corríjanse por tanto los desmanes, impónganse sanciones, exíjase más austeridad y racionalidad en el gasto público, pero no se someta al enfermo a una cura que sólo puede abocarle al desastre social y económico.  

El Gobierno de concentración nacional – socialdemócratas, conservadores y ultraderecha (curioso totum revolutum) – lleva horas intentando decidir si acepta las draconianas medidas que le imponen los mercados para soltarles a cambio el dinero de un segundo rescate. El primer ministro – un banquero metido a político – ha amagado con dimitir y no ha descartado incluso sacar al país de la zona euro y volver al milenario dracma. 

Me malicio que no ocurrirá tal cosa: ¿cómo cobrarían entonces los bancos alemanes y franceses que ya han aceptado perder la mitad del dinero invertido en deuda griega y que de ese modo lo perderían todo?  Se trata más bien de ejemplarizar en las espaldas de los griegos, usadas a modo de yunque, lo que les puede pasar a irlandeses, portugueses, italianos y españoles si no son obedientes y no cumplen con el dictado de los mercados y los dogmas neoliberales en boga.  Ese y no otro es el verdadero contagio que se quiere evitar y parece claro que lo están consiguiendo.   

Siempre nos quedará París


Ya se sabe que los franceses son muy suyos,  perdón por el tópico, pero a ellos hay que reconocerles, por ejemplo, ser los protagonistas de la primera gran revolución de la historia moderna, de cuyos valores aún seguimos viviendo (aunque cada vez menos, la verdad). 

Ahora, todas las encuestas coinciden en que el candidato socialista a la presidencia de la República, Francois Hollande, le saca 8 puntos de ventaja para las presidenciales de mayo a Nicolás Sarkozy, ese señor bajito al que vemos un día sí y otro también colgado del brazo de la canciller alemana Angela Merkel, que lo usa a modo de bolso con el que darnos en todos los morros del déficit a machamartillo.

Cuando la socialdemocracia europea se retira meditabunda y cabizbaja a sus cuarteles de invierno a rumiar sus sucesivas derrotas electorales (véase el caso de España), Hollande saca pecho y se atreve a decir "no" a lo que el resto de sus correligionarios europeos sólo han dicho "sí frau Merkel". El candidato socialista está basando su campaña electoral en advertir de que si llega al Elíseo renegociará ese acuerdo de hierro que obliga por ley a los países miembros de la Unión Europea a establecer un tope de déficit no superior al 0,5% del producto interior bruto. Promete renegociar ese tratado para que pueda ser votado en el Parlamento Europea (que para algo se supone que fue elegido) e implementar medidas de crecimiento económico y creación de empleo. 

No sabemos aún con qué argumentos contraatacará Sarkozy que, para empezar ya se ha ganado el apoyo (como no podía ser de otra manera) de la señora Thatcher germana. También se le ha oído decir que las propuestas de su contrincante socialista restan credibilidad a la palabra dada por Francia ante sus socios comunitarios (aunque quiso decir ante Alemania). Veremos qué ocurre en las presidenciales de mayo y sabremos si son los franceses los que nos libran de esta política monocorde y suicida de ajustes y recortes que se ha implantado en la Unión Europea como un mantra irrefutable. Confiemos en que siempre nos quede París

Preguntas sin respuestas


El mundo al revés: llega un gobierno conservador al poder y hace lo que pudo hacer y no hizo un gobierno socialista. Luis de Guindos, ministro de economía, le ha metido un buen tijeretazo a los sueldos de los ejecutivos de los bancos intervenidos por el Banco de España o ayudados con dinero público: los primeros no podrán cobrar más de 300.000 euros al año y los segundos no más de 600.000. Si la medida les ha escocido, que es muy probable, se han guardado las ganas de protestar.

Se da la paradoja de que entre los segundos está el presidente de Bankia, Rodrigo Rato, quien fuera en tiempos jefe de Guindos, el mismo que ahora le rebaja el sueldo de los 2,34 millones de euros anuales a los "escuálidos" 600.000. ¿Chocolate del loro, sobre todo teniendo en cuenta lo que han ganado ya estos altos ejecutivos? ¿Mensaje para la galería habida cuenta del cabreo que ha generado entre la ciudadanía conocer los sueldazos de los directivos de bancos y cajas que tuvieron que ser intervenidos o ayudados con dinero público? Puede que ambas cosas, pero la pregunta sigue siendo la misma: ¿por qué no tomó una medida como esta el Gobierno de Rodríguez Zapatero? ¿Miedo a la banca?
 
Además, el ministro obliga a los bancos y cajas a rebajar los precios de los pisos en stock para intentar que se vendan y las entidades financieras se liberen del chapapote inmobiliario en el que se metieron ellas solitas y metieron de paso a millones de ciudadanos.

Sin embargo, con ser la acumulación de pisos sin vender un problema importante porque contribuye a impedir que se concedan créditos, no es el más importante desde el punto de vista social. Más que la venta de las casas sin vender, el problema radica en las que se han vendido y ahora resulta casi imposible cobrar. Me refiero a las hipotecas incobrables o de muy difícil cobro sobre las que la reforma del ministro no dice nada, en particular sobre la llamada dación a cuenta.

Ésta es, por cierto, una de las medidas estrella anunciada por Pérez Rubalcaba, el nuevo secretario del PSOE. Sólo cabe preguntarse una vez más: ¿ porqué no la aplicó cuando podía hacerlo? ¿tendrá que ponerla en práctica también de Guindos?   

Músicas para una vida - Volver a los 17

Este es uno de los poemas más conocidos de la chilena Violeta Parra, que se quitó la vida tal día como hoy hace 45 años. Hermana de Nicanor Parra, el último Premio Cervantes, aún después de muerta  fue uno de los iconos de la resistencia tras el golpe de estado de Augusto Pinochet, que acabó también con la vida de otro de aquellos símbolos de la lucha contra la tiranía, Víctor Jara. (ver artículo de EL PAIS)




Gana el aparato


Por los pelos (en un modo de hablar), pero gana. Alfredo Pérez Rubalcaba se ha hecho con la secretaría general del PSOE por 22 votos de diferencia sobre Carme Chacón. Trámite cumplido: uno y otra han recorrido España proclamándose la mejor opción para dirigir un partido en sus horas más bajas; no han faltado navajazos, traiciones y desplantes, todo muy visto en política sea del color que sea cuando hay cargos de por medio.

El debate sobre las ideas es otra cosa. ¿Cómo va a salir el PSOE  de ésta? ¿qué propone para que no nos gobiernen los banqueros y los "mercados"? ¿hay futuro para la socialdemocracia tal y cómo la conocemos? ¿cómo será? ¿cómo piensa recuperar el terreno perdido? 

Por lo pronto, todo lo que sabemos es que el nuevo líder socialista quiere revisar los acuerdos con el Vaticano. Empezamos bien porque, sin duda, es lo más urgente que hay que hacer si queremos evitar que el PP beatifique a Fraga cualquier día de estos. 

Gana pues el aparato, que para eso se creó, para perpetuarse y perpetuar a los suyos - Rubalcaba es un hombre del aparato desde hace mucho tiempo - y que  por definición recela de lo desconocido. Nada nuevo tampoco bajo el sol. Por tanto, pierde quien no cuenta con ese apoyo, es decir Carme Chacón. Lo que no quiere decir, ni mucho menos, que sus planteamientos fueran mucho más originales que los de su contrincante. La sobreactuación, el gusto por los mensajes publicitarios sin contenido tangible y el punto de victimismo que han tenido sus intervenciones puede que no le hayan ayudado mucho. 

Ejemplo de ese toque altanero que parece caracterizar su conducta, es que no ha tardado en decirle a Rubalcaba que no quiere figurar en la nueva ejecutiva, aunque al mismo tiempo pide unidad e integración. Veremos ahora qué hace Rubalcaba con quienes no han apoyado su candidatura. Los desafectos tal vez estén dándole vueltas a una de las frases del nuevo secretario general: "El PSOE es un partido federal, no una federación de partidos". No es un bonito juego de palabras, es la voz del aparato.

La respuesta está en el viento

El experto en la energía del hidrógeno Yeremy Rifkin afirmó hace algún tiempo que "Canarias es la Arabia Saudí de las energías renovables". Tal vez quiso decir que lo podría llegar a ser, pero cada vez parece más lejano el objetivo. 

El Gobierno de Canarias sigue aspirando a cumplir el Plan Energético de Canarias en el que se establece que en 2015 el 30% de la energía que se genere en las Islas debe proceder de fuentes limpias. Estamos a tres años de esa fecha y sólo se cubre el 6%, muy lejos de las cifras de Navarra, por ejemplo, en donde ya se supera el 20%. 

El decreto del ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, en el que se pone fin temporalmente a las ayudas públicas para nuevas instalaciones de renovables hará que el objetivo se convierta prácticamente en utópico. Además de los efectos sobre el empleo que este sector genera en Canarias (las empresas calculan que se perderán unos 5.000 puestos de trabajo) y sobre las emisiones contaminantes a la atmósfera, dejará en papel mojado el concurso eólico.

Y no es la primera vez: recordemos que el primer concurso eólico hubo de anularse por los presuntos delitos (aún por enjuiciar) de cargos públicos del PP. Aseguran ahora en el PP canario que el ministro prepara un segundo decreto que recogerá las excepcionalidades canarias. 

Habrá que verlo para conocer hasta dónde llega el " trato excepcional", pero no es ocioso preguntarse si el ministro no pudo incluirlo en el primer decreto que cierra el grifo de las ayudas públicas a las energías limpias. Por ahora, la respuesta está en el viento o, tal vez, en el "mucho y buen petróleo" que, según Soria, hay en aguas de Canarias.   

Botín for president

Dice Botín, presidente del Banco Santander, que no son los bancos los culpables de esta crisis ¡qué va!. Son los políticos, esos señores y señoras que se nos aparecen a toda hora diciendo una cosa y haciendo la contraria y a los que los ignorantes ciudadanos de a pie nos empeñamos en votar una y otra vez sin comprender que no sirven para nada. 

 
Cómo van a ser los bancos los culpables si no fueron ellos los que inventaron las subprimes; tampoco son los responsables de haber hinchado la burbuja inmobiliaria de la que ahora quieren salir por la vía de cerrar a cal y canto el crédito a familias y empresas; no fueron los bancos los que concedieron hipotecas por el cien por cien del valor de la vivienda a pagar en cómodos plazos de 40 ó 50 años; tampoco ofrecieron crédito para los muebles, el coche y las vacaciones; ni los que aplican sin piedad la "cláusula suelo" a las hipotecas y las ejecutan con la misma inmisericordia; tampoco son los bancos – ¿a quién se le ocurre pensarlo ? – los que reciben dinero a mansalva del Banco Central Europeo a un cómodo interés del 1% y luego lo invierten en deuda pública al 3,5%, ni los que no paran de subir las comisiones para enjugar sus maltrecho balance intoxicados de ladrillos. Y por supuesto, el dinero que han recibido para que no se derrumbaran tampoco ha salido de nuestros bolsillos. 

Los bancos – convenzámonos – son unos angelitos, unas hermanitas de la Caridad que sólo buscan nuestro bien y prosperidad. ¿Por qué nos empeñamos en zaherir, poner de chupa de dómine y convertir a estas ONGs en el chivo expiatorio de la situación? Miremos a los políticos, ellos son los únicos responsables de todo los que nos pasa. Y no digo yo que no tengan también su parte de responsabilidad, pero precisamente por no haber atado corto a las entidades financieras cuando aún estaban a tiempo, por desregular los mercados y por la promiscuidad de sus relaciones con la banca.

Ahora, sin embargo, ya es tarde. Pongamos a Botín de presidente – en Grecia y en Italia ya han puesto a sendos banquero a resolver la crisis – con la condición, eso sí, de que mantenga a Luis de Guindos – ex de Lheman Brothers – en una supercartera llamada "La Banca siempre gana".