Siempre nos quedará París


Ya se sabe que los franceses son muy suyos,  perdón por el tópico, pero a ellos hay que reconocerles, por ejemplo, ser los protagonistas de la primera gran revolución de la historia moderna, de cuyos valores aún seguimos viviendo (aunque cada vez menos, la verdad). 

Ahora, todas las encuestas coinciden en que el candidato socialista a la presidencia de la República, Francois Hollande, le saca 8 puntos de ventaja para las presidenciales de mayo a Nicolás Sarkozy, ese señor bajito al que vemos un día sí y otro también colgado del brazo de la canciller alemana Angela Merkel, que lo usa a modo de bolso con el que darnos en todos los morros del déficit a machamartillo.

Cuando la socialdemocracia europea se retira meditabunda y cabizbaja a sus cuarteles de invierno a rumiar sus sucesivas derrotas electorales (véase el caso de España), Hollande saca pecho y se atreve a decir "no" a lo que el resto de sus correligionarios europeos sólo han dicho "sí frau Merkel". El candidato socialista está basando su campaña electoral en advertir de que si llega al Elíseo renegociará ese acuerdo de hierro que obliga por ley a los países miembros de la Unión Europea a establecer un tope de déficit no superior al 0,5% del producto interior bruto. Promete renegociar ese tratado para que pueda ser votado en el Parlamento Europea (que para algo se supone que fue elegido) e implementar medidas de crecimiento económico y creación de empleo. 

No sabemos aún con qué argumentos contraatacará Sarkozy que, para empezar ya se ha ganado el apoyo (como no podía ser de otra manera) de la señora Thatcher germana. También se le ha oído decir que las propuestas de su contrincante socialista restan credibilidad a la palabra dada por Francia ante sus socios comunitarios (aunque quiso decir ante Alemania). Veremos qué ocurre en las presidenciales de mayo y sabremos si son los franceses los que nos libran de esta política monocorde y suicida de ajustes y recortes que se ha implantado en la Unión Europea como un mantra irrefutable. Confiemos en que siempre nos quede París

Preguntas sin respuestas


El mundo al revés: llega un gobierno conservador al poder y hace lo que pudo hacer y no hizo un gobierno socialista. Luis de Guindos, ministro de economía, le ha metido un buen tijeretazo a los sueldos de los ejecutivos de los bancos intervenidos por el Banco de España o ayudados con dinero público: los primeros no podrán cobrar más de 300.000 euros al año y los segundos no más de 600.000. Si la medida les ha escocido, que es muy probable, se han guardado las ganas de protestar.

Se da la paradoja de que entre los segundos está el presidente de Bankia, Rodrigo Rato, quien fuera en tiempos jefe de Guindos, el mismo que ahora le rebaja el sueldo de los 2,34 millones de euros anuales a los "escuálidos" 600.000. ¿Chocolate del loro, sobre todo teniendo en cuenta lo que han ganado ya estos altos ejecutivos? ¿Mensaje para la galería habida cuenta del cabreo que ha generado entre la ciudadanía conocer los sueldazos de los directivos de bancos y cajas que tuvieron que ser intervenidos o ayudados con dinero público? Puede que ambas cosas, pero la pregunta sigue siendo la misma: ¿por qué no tomó una medida como esta el Gobierno de Rodríguez Zapatero? ¿Miedo a la banca?
 
Además, el ministro obliga a los bancos y cajas a rebajar los precios de los pisos en stock para intentar que se vendan y las entidades financieras se liberen del chapapote inmobiliario en el que se metieron ellas solitas y metieron de paso a millones de ciudadanos.

Sin embargo, con ser la acumulación de pisos sin vender un problema importante porque contribuye a impedir que se concedan créditos, no es el más importante desde el punto de vista social. Más que la venta de las casas sin vender, el problema radica en las que se han vendido y ahora resulta casi imposible cobrar. Me refiero a las hipotecas incobrables o de muy difícil cobro sobre las que la reforma del ministro no dice nada, en particular sobre la llamada dación a cuenta.

Ésta es, por cierto, una de las medidas estrella anunciada por Pérez Rubalcaba, el nuevo secretario del PSOE. Sólo cabe preguntarse una vez más: ¿ porqué no la aplicó cuando podía hacerlo? ¿tendrá que ponerla en práctica también de Guindos?   

Músicas para una vida - Volver a los 17

Este es uno de los poemas más conocidos de la chilena Violeta Parra, que se quitó la vida tal día como hoy hace 45 años. Hermana de Nicanor Parra, el último Premio Cervantes, aún después de muerta  fue uno de los iconos de la resistencia tras el golpe de estado de Augusto Pinochet, que acabó también con la vida de otro de aquellos símbolos de la lucha contra la tiranía, Víctor Jara. (ver artículo de EL PAIS)




Gana el aparato


Por los pelos (en un modo de hablar), pero gana. Alfredo Pérez Rubalcaba se ha hecho con la secretaría general del PSOE por 22 votos de diferencia sobre Carme Chacón. Trámite cumplido: uno y otra han recorrido España proclamándose la mejor opción para dirigir un partido en sus horas más bajas; no han faltado navajazos, traiciones y desplantes, todo muy visto en política sea del color que sea cuando hay cargos de por medio.

El debate sobre las ideas es otra cosa. ¿Cómo va a salir el PSOE  de ésta? ¿qué propone para que no nos gobiernen los banqueros y los "mercados"? ¿hay futuro para la socialdemocracia tal y cómo la conocemos? ¿cómo será? ¿cómo piensa recuperar el terreno perdido? 

Por lo pronto, todo lo que sabemos es que el nuevo líder socialista quiere revisar los acuerdos con el Vaticano. Empezamos bien porque, sin duda, es lo más urgente que hay que hacer si queremos evitar que el PP beatifique a Fraga cualquier día de estos. 

Gana pues el aparato, que para eso se creó, para perpetuarse y perpetuar a los suyos - Rubalcaba es un hombre del aparato desde hace mucho tiempo - y que  por definición recela de lo desconocido. Nada nuevo tampoco bajo el sol. Por tanto, pierde quien no cuenta con ese apoyo, es decir Carme Chacón. Lo que no quiere decir, ni mucho menos, que sus planteamientos fueran mucho más originales que los de su contrincante. La sobreactuación, el gusto por los mensajes publicitarios sin contenido tangible y el punto de victimismo que han tenido sus intervenciones puede que no le hayan ayudado mucho. 

Ejemplo de ese toque altanero que parece caracterizar su conducta, es que no ha tardado en decirle a Rubalcaba que no quiere figurar en la nueva ejecutiva, aunque al mismo tiempo pide unidad e integración. Veremos ahora qué hace Rubalcaba con quienes no han apoyado su candidatura. Los desafectos tal vez estén dándole vueltas a una de las frases del nuevo secretario general: "El PSOE es un partido federal, no una federación de partidos". No es un bonito juego de palabras, es la voz del aparato.

La respuesta está en el viento

El experto en la energía del hidrógeno Yeremy Rifkin afirmó hace algún tiempo que "Canarias es la Arabia Saudí de las energías renovables". Tal vez quiso decir que lo podría llegar a ser, pero cada vez parece más lejano el objetivo. 

El Gobierno de Canarias sigue aspirando a cumplir el Plan Energético de Canarias en el que se establece que en 2015 el 30% de la energía que se genere en las Islas debe proceder de fuentes limpias. Estamos a tres años de esa fecha y sólo se cubre el 6%, muy lejos de las cifras de Navarra, por ejemplo, en donde ya se supera el 20%. 

El decreto del ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, en el que se pone fin temporalmente a las ayudas públicas para nuevas instalaciones de renovables hará que el objetivo se convierta prácticamente en utópico. Además de los efectos sobre el empleo que este sector genera en Canarias (las empresas calculan que se perderán unos 5.000 puestos de trabajo) y sobre las emisiones contaminantes a la atmósfera, dejará en papel mojado el concurso eólico.

Y no es la primera vez: recordemos que el primer concurso eólico hubo de anularse por los presuntos delitos (aún por enjuiciar) de cargos públicos del PP. Aseguran ahora en el PP canario que el ministro prepara un segundo decreto que recogerá las excepcionalidades canarias. 

Habrá que verlo para conocer hasta dónde llega el " trato excepcional", pero no es ocioso preguntarse si el ministro no pudo incluirlo en el primer decreto que cierra el grifo de las ayudas públicas a las energías limpias. Por ahora, la respuesta está en el viento o, tal vez, en el "mucho y buen petróleo" que, según Soria, hay en aguas de Canarias.   

Botín for president

Dice Botín, presidente del Banco Santander, que no son los bancos los culpables de esta crisis ¡qué va!. Son los políticos, esos señores y señoras que se nos aparecen a toda hora diciendo una cosa y haciendo la contraria y a los que los ignorantes ciudadanos de a pie nos empeñamos en votar una y otra vez sin comprender que no sirven para nada. 

 
Cómo van a ser los bancos los culpables si no fueron ellos los que inventaron las subprimes; tampoco son los responsables de haber hinchado la burbuja inmobiliaria de la que ahora quieren salir por la vía de cerrar a cal y canto el crédito a familias y empresas; no fueron los bancos los que concedieron hipotecas por el cien por cien del valor de la vivienda a pagar en cómodos plazos de 40 ó 50 años; tampoco ofrecieron crédito para los muebles, el coche y las vacaciones; ni los que aplican sin piedad la "cláusula suelo" a las hipotecas y las ejecutan con la misma inmisericordia; tampoco son los bancos – ¿a quién se le ocurre pensarlo ? – los que reciben dinero a mansalva del Banco Central Europeo a un cómodo interés del 1% y luego lo invierten en deuda pública al 3,5%, ni los que no paran de subir las comisiones para enjugar sus maltrecho balance intoxicados de ladrillos. Y por supuesto, el dinero que han recibido para que no se derrumbaran tampoco ha salido de nuestros bolsillos. 

Los bancos – convenzámonos – son unos angelitos, unas hermanitas de la Caridad que sólo buscan nuestro bien y prosperidad. ¿Por qué nos empeñamos en zaherir, poner de chupa de dómine y convertir a estas ONGs en el chivo expiatorio de la situación? Miremos a los políticos, ellos son los únicos responsables de todo los que nos pasa. Y no digo yo que no tengan también su parte de responsabilidad, pero precisamente por no haber atado corto a las entidades financieras cuando aún estaban a tiempo, por desregular los mercados y por la promiscuidad de sus relaciones con la banca.

Ahora, sin embargo, ya es tarde. Pongamos a Botín de presidente – en Grecia y en Italia ya han puesto a sendos banquero a resolver la crisis – con la condición, eso sí, de que mantenga a Luis de Guindos – ex de Lheman Brothers – en una supercartera llamada "La Banca siempre gana".


La ecuación

Si tenemos en Canarias 342.000 parados y más de 700.000 personas en riesgo de pobreza o exclusión social ¿cómo es posible que aún no se haya producido un estallido social? Los expertos aducen varias causas: economía sumergida a todo trapo y redes familiares que aún están en condiciones de echar una mano a quienes peor lo están pasando (¿hasta cuándo?).

Son miles las familias que viven con el paro de uno de sus miembros o con la pensión del abuelo o la abuela. Y no son menos, sino más, las que tienen que acudir a los servicios sociales de los ayuntamientos (cada vez más esquilmados) o a las ONGs (cada vez más impotentes ante la realidad que viven a diario) para poder comer o pagar los servicios básicos (agua, luz, medicamentos).

Sin embargo, la solución que se propone para esta situación de emergencia social sigue siendo la misma que ha contribuido de manera determinante a crearla. Sin ir más lejos, de la cumbre europea de ayer lo más destacado fue el pacto fiscal que obliga a los países miembros a fijar por ley el déficit en el 0,5% del PIB. Dicho en otras palabras: más ajustes, más recortes, más paro y más pobreza.

Con el fin de endulzar algo la amarga medicina, se acordó también destinar los excedentes de los Fondos Estructurales a combatir el paro juvenil (cerca del 50% en España). Bruselas se ha ofrecido incluso a enviar a nuestro país a un grupo de "expertos" para que le digan a Rajoy qué es lo que hay que hacer para que los jóvenes españoles no tengan que buscarse la vida en otro país.

Aunque me parece que es esfuerzo baldío, porque el presidente tiene ya tan clara cómo será su reforma laboral que da incluso por descontado que le costará una huelga general. Habida cuenta de los resultados de la anterior es comprensible que lo dijera con una sonrisa en los labios, la misma que apenas puede disimular  ya la patronal. 

Otra cumbre "histórica"

"Digno, por la trascendencia que se le atribuye, de figurar en la historia". Ésta es una de las definiciones que se pueden encontrar en el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua del término "histórico". Si se la aplicamos a la cumbre  que hoy celebran en Bruselas los presidentes de gobierno y jefes de estado de la Unión Europea, veremos enseguida que le queda ancha.

Prueba del desgaste de la palabra es que ninguna de las cumbres celebradas hasta ahora desde el inicio de la crisis han servido para avanzar gran cosa en la salida de esta situación. El ejemplo más claro lo encontramos en el enredo de la deuda griega que tres años después sigue sin resolverse con claridad. Para emborronar más aún el problema, la señora Merkel quiere que se intervengan los presupuestos griegos, algo así como lo que planteó hacer con las comunidades autónomas el ministro español de economía, Luis de Guindos.

Puede que la de hoy sea una cumbre histórica (para él) porque es la primera a la que acude Mariano Rajoy como presidente del Gobierno del país con más parados de la Unión Europea. Pero que se sepa no tiene intención de defender medida alguna que no sea profundizar en los ajustes y la estabilidad presupuestaria y, como consecuencia de todo ello, en la crisis misma.

Todo muy del gusto de la señora Merkel. Y a pesar de que cada vez son más las voces (incluido el FMI) que claman (en el desierto) sobre la necesidad de combinar la estabilidad presupuestaria con medidas de reactivación económica, las que tenga pensado aplicar el señor Rajoy las desconocemos de momento.

Tampoco sabemos con certeza si planteará la necesidad de relajar los plazos para cumplir el objetivo de déficit fijado para este año en el 4,4% después de acabar 2011 con un déficit por encima del 8%. La misma incertidumbre que existe sobre si su sorprendente apoyo a la implantación de una tasa a las transacciones financieras fue algo más que una frase con la que quedar bien ante Nicolas Sarkozy, quien sí parece dispuesto a implantarla en su país. Otra cosa es que sea creíble la promesa del presidente francés, que ya se encuentra en campaña electoral, y tiene que contrarrestar con anuncios de ese tipo las propuestas de su rival, el socialista Hollande (por cierto, ¿qué opinan al respecto los socialistas españoles?).

En resumen, el objetivo de Mariano Rajoy en esta cumbre no parece ser otro que el de mostrar sus socios europeos, y sobre todo a Merkel, que es un alumno aplicado y que está haciendo los deberes que le exigen los mercados. "Ya se empieza a hablar bien de España en todo el mundo", ha proclamado ufana la número dos del PP, María Dolores de Cospedal.

Así que, poco cabe esperar de la cumbre de hoy por muy "histórica" que nos la quieran presentar. Salvo sorpresa mayúscula será un nuevo parto de los montes y no parece probable que salga de ella una sola medida que sirva para revertir la situación actual. Y ojalá me equivoque.
 

Músicas paara una vida - María la Portuguesa

Carlos Cano habría cumplido hoy 65 años. Nos dejó hace tiempo, pero sigue en la memoria de todos los que admiramos su estilo doliente en esta canción.....



....o burlón y crítico en esta otra.....(tan apropiada para los tiempos actuales, por cierto)

Spanair: motores apagados


Spanair no pudo elegir mejor día para dejar en tierra a miles de pasajeros y sin trabajo a miles de empleados. El mismo día en el que la Encuesta de Población Activa elevaba el número de parados a casi 5,3 millones (y subiendo), la aerolínea catalana sumaba otros cuatro mil parados (entre puestos directos e indirectos) a la EPA del primer trimestre del año.

Sus dificultades económicas no eran desconocidas y los intentos de la Generalitat catalana y del ayuntamiento de Barcelona para mantenerla a flote han resultado inútiles y gravosos para los contribuyentes y para la competencia. Tan escasa de liquidez debía estar la compañía que en el comunicado oficial en el que se anunció el cierre de las operaciones se mencionaba como una de las razones "la seguridad".  

Pero más allá de los problemas de liquidez o de gestión, lo que resulta impresentable es que el cierre de la empresa y el cese de la actividad de una compañía de transportes se comunique públicamente hora y media antes de llevarse a cabo, como el que cierra un chiringuito playero. Al parecer, ni los propios trabajadores que anoche protagonizaron los últimos vuelos de Spanair sabían que iban a despegar como empleados y a aterrizar como parados. Todos se enteraron por la prensa. 

Nada digamos de los miles de pasajeros que se han quedado en tierra y para los que no se buscó transporte alternativo o de los que tenían billete para volar en los próximos días y ahora hay que recolocar en otras compañías. El Gobierno ya ha anunciado que abrirá un expediente sancionador a la aerolínea por su desprecio a clientes y empleados y a los que despacha con un agradecimiento por los servicios prestados y la confianza depositada en la compañía (en mala hora). 

Nada se ha dicho aún ( y el asunto puede traer cola) sobre los efectos que este cierre abrupto puede tener sobre el proceso judicial abierto por el accidente de un avión de esta compañía en agosto de 2008 en Barajas en el que perdieron la vida 154 personas y otras 18 resultaron heridas. Tampoco es una buena noticia para Canarias, a donde Spanair trasladó el año pasado más de un millón de pasajeros. Abona además la postura de quienes opinan que las subvenciones o bonificaciones con dinero público de las tasas aeroportuarias que reclaman el Gobierno de Canarias y los empresarios turísticos pueden ser "pan para hoy y hambre para mañana" (Soria dixit). 

Las ayudas públicas que recibió Spanair en Cataluña habían sido objeto de crítica (y con razón) por parte de las aerolíneas de la competencia (Iberia y Air Europa) que se consideraban discriminadas y, a la postre, no han conseguido salvarla. Conviene tenerlo muy en cuenta, y más en la situación actual, a la hora de decidir en qué se invierte el dinero de todos. 

Relaciones comerciales

Así ha calificado el jurado popular del "caso de los trajes" las relaciones del ex presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, y del ex secretario del PP regional, Ricardo Costa, con los cabecillas de la trama Gürtel. Por cinco votos a cuatro, el veredicto para ambos ha sido de "no culpables" - ¿es lo mismo que "inocentes"? -. La sentencia que ahora deberá redactarse tendrá que recoger los argumentos del veredicto y tal vez entonces salgamos de dudas sobre lo que significan para el jurado "relaciones comerciales".

Lo que sí parece claro es que al jurado se le olvidaron algunos detalles llamativos de este largo proceso. Por ejemplo, que otros dos políticos también encausados en su día (Betoret y Campos) se habían declarado culpables de haber recibido regalos de la trama Gurtel. Tampoco ha tenido en cuenta algo incluso más sobresaliente, que el abogado de Camps llegó a presentar un escrito en el que su cliente se declaraba conforme con los cargos que se le imputaban. Nada de esto ha valorado el jurado, si no más bien los argumentos de la defensa y, tal vez, la apelación de Camps en el juicio a la "justicia de sus conciudadanos".  

Pero más allá del veredicto y a la espera de la sentencia que habrá de redactar el juez y de los eventuales recursos contra ella, la decisión del jurado abre no pocos interrogantes de carácter político: ¿volverá Camps a la política? ¿Lo hará en Valencia, cuyas cuentas públicas dejó para el arrastre? ¿le premiará Rajoy, que primero le mostró su apoyo y después forzó su dimisión como presidente de la Generalitat? ¿Durmió bien anoche Rajoy o tuvo pesadillas con Camps de protagonista? ¿Es Camps una "papa caliente"? ¿Será inhabilitado Garzón, primer instructor de la causa?

Aquí hay petróleo

Si no es en verano es en invierno, pero no pasa año sin que salga a la superficie la serpiente del oro negro. Sin embargo, esta vez parece que va muy en serio. El Ministerio de Industria, Energía y Turismo que dirige el canario José Manuel Soria ha dado luz verde a los estudios sobre prospecciones petrolíferas en aguas cercanas a Canarias. De todos es sabido que Soria siempre ha sido un ferviente partidario de esas prospecciones. 

Conocerse la noticia y producirse las primeras reacciones a favor y en contra no ha sido más que la repetición de lo que ya hemos escuchado en numerosas ocasiones. En contra se sitúan los que aseguran que extraer petróleo a un tiro de piedra de Lanzarote y Fuerteventura supondría un riesgo muy grave para el turismo. Argumentan, además, que no está claro de qué manera se beneficiaría Canarias en términos de puestos de trabajo, por ejemplo, de esas extracciones. Sin olvidarnos de los posibles roces con Marruecos.

A favor figuran quienes opinan que no se puede ignorar una fuente de riqueza de esa magnitud al lado de las Islas y vaticinan riquezas sin cuento. Da la sensación de que partidarios y detractores de las extracciones exageran algo la nota. El debate no debería ser el de "muy bueno" frente a "muy malo", en el que llevamos años instalados, sino cómo realizar prospecciones petrolíferas con las máximas garantías medioambientales y de seguridad que supongan un beneficio para Canarias.  ¿Por qué no lo intentamos?

Legal puede, bonito no es

Tal vez sea legal que el Cabildo de Gran Canaria se gaste casi un millón de euros en que sus empleados, consejeros/as, altos cargos y personal de confianza tengan dentaduras perfectas y vista de lince. Así parece que lo establece el convenio colectivo de la corporación, según pubica hoy Canarias 7 (leer aquí). Otra cosa es que sea bonito, o sea, socialmente asumible y éticamente presentable. 

Hablamos de personal con su puesto de trabajo garantizado y con salarios dignos en la inmensa mayoría de los casos. Si parece poco creíble que con lo que cobran no les llega para pagarse el dentista o el oculista de su bolsillo, entonces tenemos que hablar claramente de privilegios injustificados a los que hay que poner fin de inmediato. 

Tal vez nada de esto se sabría si no estuviésemos inmersos en una crisis brutal y, aún así, seguiría siendo impresentable desde cualquier punto de vista. Pero en la actual situación, mantener esos privilegios es una ofensa a los miles de grancanarios que hacen malabarismos económicos para llegar a fin de mes o, simplemente, no tienen trabajo. 

Dirán algunos que, al fin y al cabo, no es más que el chocolate del loro. Puede, pero si juntamos unos cuantos "chocolates del loro" seguro que reuniremos dinero suficiente, por ejemplo, para prestar mejores servicios sociales. Retribuciones justas en función de la responsabilidad, le experiencia y la formación, sí. Privilegios, ni uno. 

¿Qué dirá Merkel?

En una entrevista en LA VANGUARDIA, (leer aquí) Cristóbal Montoro, el ministro más dicharachero del gobierno que preside Mariano Rajoy, ha venido a reconocer entre líneas que España no podrá cumplir su objetivo de reducir el déficit hasta el 4,4% en 2012 y mucho menos alcanzar el 3% sólo un año después. En realidad ya lo había dicho con más claridad el pasado viernes, aunque apenas unas horas después la vicepresidenta y portavoz, Soraya Sáenz de Santamaría, le enmendó la plana y aseguró que España cumplirá ese objetivo aunque ello suponga realizar más recortes. 

A Montoro no se le escapa que bajar en sólo un año de un déficit de más del 8% al 4,4% es tarea titánica que tendría que pasar, entre otras cosas, por una subida del IVA o por tocar los impuestos especiales, y ambas opciones parecen descartadas (de momento). Todo ello, además, en un escenario económico negrísimo en el que el Fondo Monetario Internacional vaticina que la economía española caerá este año cerca de un 2% y para el que los expertos calculan que la tasa de paro escalará hasta el 24%. 

Por eso, el ministro ya insinúa que si Bruselas (léase Angela Merkel) no cede en su sacrosanta política de estabilidad presupuestaria, la medicina de caballo que habrá que aplicar sólo conseguirá agravar mucho más la salud del enfermo (algo en lo que, por otra parte, coinciden casi todos los analistas). Estaríamos hablando de un ajuste de 50.000 millones de euros frente a los 16.500 con los que arrancó la era de ajustes de Rajoy hace menos de un mes. 

De ahí que Montoro ande sondeando la posibilidad de retrasar en el tiempo el cumplimiento del objetivo de déficit, tal y como propuso Alfredo Pérez Rubalcaba en la última campaña electoral para rechifla de los populares. La demora permitiría inyectarle algo de oxígeno al enfermo por la vía de medidas de dinamización económica que el gobierno de Rajoy sigue sin poner en marcha y mucho menos anunciar. 

Claro que, para ello, hay que contar con la señora Merkel, obsesionada con su intención de hacer pagar a los manirrotos países del sur sus alegrías presupuestarias de la época de vacas gordas. De manera que, si Merkel no quiere, hay poco que hacer. La canciller es de las personas que piensan que no hay mejor remedio para una enfermedad que aplicar siempre el mismo tratamiento, aunque las evidencias demuestren que sus efectos son los contrarios a los deseados. Muera el paciente si es preciso, pero muera sin déficit.

Adiós a dos voces


Johnny Otis, uno de los "padres" del rhythm and blues, murió el pasado día 17 de enero en Los Ángeles. Etta James, una de la mejores voces del soul y el jazz, murio el 20 de enero. Se da la circunstancia de que fue Otis quien le concedió una audición a James en el ¡cuarto de baño! del hotel en el que se alojaba el cantante (al parecer la acústica era mucho mejor que en el dormitorio). Con sus muertes se va toda una época irrepetible de la música.

Etta James: At Last



Johnny Otis: Willie and the Hand Jive- ¡Atención al coro!


My tailor is rich

Sólo rusos y turcos hablan un inglés peor que los españoles y los italianos nos igualan. En el idioma de Shakespeare son expertos los nórdicos, lo cual no es sorprendente.  Así ocurre lo que ocurre: que salimos fuera y tenemos que pedir las cosas haciendo morisquetas con las manos, apuntando con el dedo sobre las cartas de los restaurantes o hablando un inglés de garrafón que no hay protestante que lo entienda. 

Y,  cuando cansados de que nos pongan cara de no entender nada, optamos por hablar en español lo hacemos a gritos como si el que hace esfuerzos sobrehumanos por entendernos fuera sordo. Y encima nos mosqueamos porque no hablan nuestro idioma. ¿Acaso no hablan ellos el suyo cuando vienen de turistas? Pues eso, que hablen ellos el nuestro.

Si se trata de encontrar trabajo en otros países (algo cada vez más necesario), una de las primeras causas para no conseguirlo es que nuestro nivel de inglés no resiste una conversación trivial sobre el tiempo. 

Dicen los autores del estudio que ha publicado hoy estos datos que tendrán que pasar años todavía para que el impulso que el aprendizaje del inglés ha tenido en los últimas tiempos tenga resultados en la formación de las nuevas generaciones de profesionales.

Eso sí: vienen Sting, Bruce Springsteen y compañía y todos saltamos de alegría. Pero ¿entendemos algo de lo que dicen sus canciones? Y es que, parafraseando al difunto Fraga, "Spain is still different".

Cómo cambian los tiempos, Mariano

Lo que va de ayer a hoy. Hace sólo unos meses, Mariano Rajoy y los suyos eran abucheados por las calles de Casablanca. Se habían atrevido a levantar la voz contra el desmantelamiento del campamento de La Dignidad en el Aaiún.

Ahora, Mariano Rajoy ha sido recibido con todos los honores por el nuevo gobierno marroquí, encabezado por un islamista moderado. Como un hombre "simpático" lo ha calificado el nuevo primer ministro. Y Rajoy se ha desecho en elogios para Marruecos, al que ha llegado a calificar nada menos que de "vanguardia" del mundo árabe.

Ha dicho también que a partir de ahora se abre "una nueva etapa" en las relaciones hispano marroquíes, signifique eso lo que signifique. Las declaraciones ante la prensa tras la visita eran meramente institucionales y protocolarias y, como viene siendo norma, sin admitir ningún tipo de preguntas.

Así que nos hemos quedado con las ganas de saber si hablaron por ejemplo del conflicto del Sáhara Occidental aunque, según fuentes del Gobierno español, cada una de las partes expuso sus puntos de vista "con sinceridad".

Tradicionalmente, los gobiernos del PP han sido más proclives a las tesis saharahuis que a las marroquíes. Que eso vaya a seguir siendo así, está por ver. En cualquier caso pesará, como ha ocurrido hasta ahora, lo que podríamos llamar la "realpolitik" española.

Consciente de que su peso internacional es más bien poco y teniendo en cuenta que lo que primará en esas relaciones serán la soberanía sobre Ceuta y Melilla, la estabilidad interna marroquí y la vigilancia de las fronteras para impedir el paso de terroristas y la salida de pateras, amén de los intereses pesqueros y agrícolas, no es nada descabellado deducir que el conflicto del Sáhara se seguirá pudriendo y España seguirá sin mover un dedo para reparar la injusticia histórica cometida en su ex colonia. En esto, los tiempos no tienen visos de cambiar mucho en el futuro.

A la cárcel por gastones

Esto se pone serio. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, acaba de decir en la Cadena Ser (escuchar aquí) que el Gobierno cambiará la ley para que se le exijan responsabilidades penales a los gestores públicos, sean políticos o personas nombradas por políticos, que incumplan los presupuestos.

Y continuó el ministro: un gestor público "no puede gastar más allá de los límites que tenga en su presupuesto". Si lo hace – añadió - está falseando la contabilidad pública y guardando facturas en un cajón que luego se vuelven impagables. Y estableció un paralelismo con los gestores privados, los cuales tienen que hacer frente a responsabilidades penales si falsean las cuentas de sus empresas, sobre todo si éstas cotizan.

Montoro lo tiene claro: si alguien quiere gastar sin freno que suba los impuestos y que luego se lo explique a los electores cuando toque ir a las urnas. Si a esto añadimos la posibilidad anunciada anoche por el propio Montoro tras las reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera de que el Estado intervenga una comunidad autónoma como ha hecho Bruselas con Grecia, Portugal e Irlanda, podemos concluir que a muchos políticos o "personas nombradas por políticos" se les acabará la fiesta de tirar con pólvora del rey.

Sin ánimo de señalar, me pregunto si Montoro pensaba en Valencia cuando hizo estas declaraciones. 

Las ratas primero

Muy conocida es la capacidad de algunos animales para predecir desastres naturales. De las ratas siempre se ha dicho que son las primeras en abandonar un barco en cuanto presienten peligro de hundimiento. Por el contrario, el capitán de la nave y toda su tripulación deben permanecer a bordo hasta el final y, si no hay más remedio, hundirse con ella: primero ha de hacerse todo lo humanamente posible para poner a salvo a los pasajeros.

En el naufragio del Costa Concordia  ha ocurrido justo al contrario. El capitán fue el primero en situarse en tierra seca después de haber cometido la incomprensible estupidez de acercar a la costa una ciudad flotante con cuatro mil personas en su interior y encallar la nave contra una roca que ahora pretende hacer creer que no figuraba en las cartas náuticas. 

Asombra que esto lo haga un capitán que tiene sobre sus espaldas 30 años de experiencia, pero ya se sabe que la estulticia humana no conoce límites. Y todo, según publica la prensa italiana, para hacerle un "homenaje" al jefe de camareros del barco, que reside en Giglio.

Así, mientras este "valeroso" capitán se quedaba en tierra viendo como el barco del que era el máximo responsable se acostaba sobre uno de sus costados y desoía las órdenes de las autoridades para que volviera a bordo, los pasajeros vivían momentos de pánico y caos, con una tripulación que no sabía a qué atenerse ante la situación. Se impuso el "sálvese quien pueda" y en la confusión y el desorden murieron siete personas (hasta ahora) y al menos una veintena sigue desaparecida. 

Todo ello conduce a algunas preguntas elementales: ¿en manos de quién se pone la seguridad de miles de pasajeros? ¿es prudente que un barco pueda transportar hasta diez mil personas? ¿están verdaderamente preparadas las tripulaciones para organizar una operación de salvamento? ¿qué habría pasado si en lugar de en la costa el accidente se hubiese producido en alta mar? 

Es dudoso que a bordo del Costa Concordia hubiese ratas, aunque lo que parece claro es que el capitán las sustituyó con mucha propiedad y verosimilitud.