Sólo rusos y turcos hablan un inglés peor que los españoles y los italianos nos igualan. En el idioma de Shakespeare son expertos los nórdicos, lo cual no es sorprendente. Así ocurre lo que ocurre: que salimos fuera y tenemos que pedir las cosas haciendo morisquetas con las manos, apuntando con el dedo sobre las cartas de los restaurantes o hablando un inglés de garrafón que no hay protestante que lo entienda.
Y, cuando cansados de que nos pongan cara de no entender nada, optamos por hablar en español lo hacemos a gritos como si el que hace esfuerzos sobrehumanos por entendernos fuera sordo. Y encima nos mosqueamos porque no hablan nuestro idioma. ¿Acaso no hablan ellos el suyo cuando vienen de turistas? Pues eso, que hablen ellos el nuestro.
Si se trata de encontrar trabajo en otros países (algo cada vez más necesario), una de las primeras causas para no conseguirlo es que nuestro nivel de inglés no resiste una conversación trivial sobre el tiempo.
Dicen los autores del estudio que ha publicado hoy estos datos que tendrán que pasar años todavía para que el impulso que el aprendizaje del inglés ha tenido en los últimas tiempos tenga resultados en la formación de las nuevas generaciones de profesionales.
Eso sí: vienen Sting, Bruce Springsteen y compañía y todos saltamos de alegría. Pero ¿entendemos algo de lo que dicen sus canciones? Y es que, parafraseando al difunto Fraga, "Spain is still different".
No hay comentarios:
Publicar un comentario