Esta viñeta de Manel resume y refleja a la perfección, mucho mejor que cualquier sesudo comentario que pudiera hacerse, la frustración que genera el cierre de un medio de comunicación, no sólo entre sus trabajadores y lectores, sino entre aquellos que aún confiamos en una sociedad genuinamente democrática. ¡Ánimo a los compañeros de Público!
"Lo que inquieta al hombre no son las cosas, sino las opiniones acerca de las cosas". (Epicteto)
¿Qué hay de nuevo, Luis?
La cabra tira al monte y los
banqueros a la banca. El ministro de Economía, Luis de Guindos (ex de Lehman
Brothers) acaba de realizar dos anuncios muy mediáticos pero que tienen truco. Vamos
por partes. Ha anunciado de Guindos que va a "permitir" (ojo a la
palabra: permitir) que los bancos acepten la llamada dación en pago como vía de
saldar la deuda hipotecaria con una entidad financiera.
Podrán acogerse a ella
familias con escasos recursos económicos, con todos sus miembros en paro y sólo
para la primera residencia (habría que saber cuántas familias en esa situación
tienen más de una casa). Ahora bien: la propuesta del ministro (adelantada por
cierto por la patronal bancaria ¡qué casualidad), aparte de que no es ninguna
novedad porque cualquier banco puede aplicarla si quiere, no va mucho más allá
de elaborar un código de buenas prácticas (así lo ha llamado de Guindos) al que
podrán acogerse (o no) las entidades financieras.
E incluso acogiéndose a él,
nada las obliga a aceptar la dación en pago, aunque el Gobierno les ofrece generosamente la posibilidad de desgravarse fiscalmente las posibles pérdidas. En cualquier caso, no habrá ley alguna
que obligue a un banco a cobrarse la hipoteca por la vía de la dación en pago,
todo dependerá de su soberana voluntad. De manera que las familias angustiadas
ante la imposibilidad de hacer frente a los plazos de la hipoteca ya pueden
irle rezando a San Mateo, patrón de los banqueros.
Aún hay más: ha anunciado
también el ministro de Guindos la puesta en marcha de un "instrumento
financiero" para que las pequeñas y medianas empresas puedan cobrar los
cerca de 40.000 millones de euros que les adeudan las administraciones públicas
(ayuntamientos, cabildos y comunidades autónomas).
Lo primero que se le viene a
uno a la cabeza es que la Ley contra la morosidad pública aprobada en la pasada
legislatura no ha servido absolutamente para nada. Sin embargo, cuando se lee
la letra pequeña de esta otra propuesta del ministro empieza uno a darse cuenta
de por dónde van las intenciones.
Si usted es un empresario y
una administración publica le debe dinero deberá acudir a algunos de los bancos
que se sumarán encantados a la propuesta del ministro para cobrarla. El banco a
su vez se la cobrará al Estado, que tendrá que emitir deuda pública a interés
de mercado para financiarla, y éste le pasará la factura a la administración
deudora morosa.
¿Gratis? ¿Sin costes para
nadie? Nada de eso. Más allá de que la operación puede tener efectos negativos
sobre el déficit público, bestia negra de la política económica neoliberal, usted
seguramente se quedará sin cobrar los intereses por la demora en el pago, pero
el banco se llevará un pingüe interés del 6% por hacer de pagador del Estado. Los
bancos, cómo no podía ser de otra manera, se frotan las manos: el Banco Central
Europeo les presta dinero en régimen de barra libre al 1% y ellos lo cobran al
6%.
Da manera que, si la dación
en pago sigue siendo una cuestión de voluntad bancaria y no de obligación legal y si
los bancos siguen saneando sus balances por la vía de cobrarnos cinco o seis
veces más caro el dinero que les prestamos al 1%, sólo cabe una pregunta: ¿Qué
hay de nuevo, Luis?
Mano izquierda
En las manifestaciones del
movimiento de los indignados en mayo del año pasado, el PP, entonces en la
oposición, le reprochó al Gobierno del PSOE, con Alfredo Pérez Rubalcaba de
ministro del Interior, no haber sido más contundente en la respuesta policial a
aquella marea humana que llenó la madrileña Puerta del Sol y otras céntricas
plazas españolas.
Menos de un año después, el Gobierno, ahora en manos del PP,
parece haber querido enmendar aquella "blandura" policial cargando
indiscriminada y desproporcionadamente contra los alumnos de un instituto
valenciano que protestaban por la falta de calefacción en su centro.
A la vista
de los apaleamientos y golpes de los que han sido víctimas los estudiantes que
se atrevieron a protestar, la Delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana
dice ahora que ella no dio orden a la policía para que actuara con tanta dureza
pero el jefe policial llamó a los estudiantes "el enemigo". Por su
parte, el ministro del Interior criticó por la mañana "los excesos"
pero por la tarde cargó la prueba de la culpa sobre "los radicales",
sin más precisiones.
La Delegada dice ahora que se abrirá una investigación
sobre lo ocurrido (ya sabemos todos en qué suelen terminar esas
investigaciones) y el ministro comparecerá en el Congreso para "dar
explicaciones". A la espera quedamos de una y otra cosa aunque no
deberíamos hacernos demasiadas ilusiones sobre la depuración de
responsabilidades.
Preocupa pensar en la posibilidad de que la respuesta del
Gobierno a las legítimas protestas de una ciudadanía cada vez más atenazada por
la crisis y las duras, desequilibradas e injustas reformas puestas en marcha
sea la porra policial. Para evitar males mayores, debería el Gobierno ejercer
su autoridad legítima empleando más la mano izquierda y no sólo la derecha.
Españoles en Laponia
Ha dicho por ahí un señor apellidado Feito que hay
que retirarle la prestación por desempleo al parado que no acepte el primer
trabajo esclavo que se le presente "aunque sea en Laponia". El tal
Feito no es un mindundi cualquiera, sino un preboste de la cosa patronal española, por más señas, presidente de la Comisión de
Política Económica y Financiera de la CEOE desde el año 2000. No creo que después de estas declaraciones su
jefe el señor Rosell le despida con 20 días de indemnización.
Además de cerebro
de la ideologizada CEOE, Feito ha sido Embajador de España ante la OCDE y
actualmente es presidente de la Asociación de Sociedades Españolas
Concesionarias de Autopistas, Túneles, Puentes, Vías de Peaje y otros embudos. Y
además de todo eso, Feito tiene una larga trayectoria de cancaburradas siempre
en contra de los trabajadores.
En 2010, en plena negociación sobre la reforma
laboral del Gobierno de Zapatero, afirmó que la posibilidad de una huelga
general era una "reacción infantil, inmadura y absurda".
Por las mismas fechas aseguró que "cuanto más caigan los salarios por persona ocupada y hora trabajada, mayores serán las posibilidades de aumentar el empleo e impulsar la actividad productiva” . De emplear el látigo en el tajo no dijo nada, pero tal vez lo pensaba.
Por las mismas fechas aseguró que "cuanto más caigan los salarios por persona ocupada y hora trabajada, mayores serán las posibilidades de aumentar el empleo e impulsar la actividad productiva” . De emplear el látigo en el tajo no dijo nada, pero tal vez lo pensaba.
Así se las gasta el señor Feito,
que en el fondo no hace sino expresar sin tapujos lo que piensa la patronal de
este país, venida arriba con la reforma laboral que le ha regalado el Gobierno
del PP. Que no desespere el señor Feito, que a este paso todo se andará.
Sólo
que por aquello de la variedad y por no incrementar demasiado la población lapona
de parados españoles que en poco tiempo acabarían con los renos de Papá Noel, le sugiero que
piense también en la posibilidad de mandar a los parados remolones a Siberia y a los más frioleros al Kalahari. Para
que aprendan a no quedarse en paro.
El día después
No le ha ido mal a los
sindicatos en su primer pulso con el Gobierno a propósito de la reforma
laboral. De hecho, les ha ido mucho mejor que en las protestas convocadas
contra la reforma aprobada en su día por el Gobierno de José Luis Rodríguez
Zapatero.
Lo reconocen incluso los
medios más próximos al Ejecutivo de Mariano Rajoy que, no obstante, le piden al
presidente que desoiga lo que miles de ciudadanos pidieron ayer en las calles
de toda España: que una reforma de las relaciones laborales no puede sustanciarse
por la vía de ceder todo el poder a una de las partes, que hay que equilibrar
las fuerzas y que hay que ver a los trabajadores como elemento central de la
economía y no como simples peones que se cambian a placer o a capricho.
Dicen estos medios que la
verdadera voz de la calle es la de Mariano Rajoy, que para eso ganó las
elecciones por abrumadora mayoría y representa por tanto la voluntad popular.
Olvidan decir en cambio que Rajoy ganó esas elecciones en gran parte por los errores
continuados del PSOE y sin anunciar en su
programa electoral ni una sola de las medidas que está tomando una vez
instalado en La Moncloa.
Se les ha olvidado que Rajoy
dijo en el debate de investidura que no subiría los impuestos y fue lo primero
que hizo; olvidan también que Rajoy criticó que la reforma laboral de Zapatero
abaratara el despido y él lo ha abaratado mucho más.
Pero más allá de los
análisis pro domo sua de los medios que apoyan al Gobierno, lo que está sobre
la mesa es una nítida exigencia de rectificación y de búsqueda del equilibrio
en un marco de relaciones laborales que, es cierto, tiene que adaptarse a la
profunda crisis económica que vive el país. Ahora bien, esa situación no se
puede convertir en una coartada para eliminar de un plumazo a uno de los
agentes clave en ese marco laboral: los trabajadores.
Gobierno y sindicatos deben
sentarse a negociar una modificación de la reforma que no cargue todo el peso sobre la parte más débil de las relaciones laborales, como si fuera
ésta la causante de la crisis económica y no su principal víctima. Ese es el
reto que comparten ahora los sindicatos y el Gobierno.
El reto sindical
Los sindicatos se enfrentan
hoy al reto de sacar a la calle a la mayor cantidad de gente posible para
plantarle cara a la durísima reforma laboral del Gobierno del PP. De la
respuesta que reciba la convocatoria dependerá seguramente que haya o no huelga
general. En cualquier caso – y los sindicatos lo saben – la decisión no se
puede demorar demasiado porque se correría el riesgo de tomarse cuando el efecto
shock que ha provocado la norma del Gobierno haya sido asumido y amortiguado.
No es un reto fácil, en
contra tienen los sindicatos numerosos factores. Uno de ellos, la desconfianza
en que tanto la convocatoria de hoy como una eventual huelga general tengan
utilidad. No es realista confiar en que el Gobierno va a introducir cambios
sustanciales en la reforma laboral a pesar del tono dialogante y conciliador
que ahora parece exhibir. En todo caso, lo es menos suponer que los introducirá
de motu propio y sin exigencia social alguna.
Tampoco ayuda a los
sindicatos el resultado de la anterior huelga general, la del 29 de septiembre
de 2010, demasiado próxima aún en la memoria como para haber olvidado que su
seguimiento fue demasiado magro.
Pero quizá el factor que más
juegue en contra de la posibilidad de que las calles de España se llenen hoy de
gente expresando su rechazo a la reforma laboral sean los propios sindicatos,
que no atraviesan el mejor momento de su historia reciente en nuestro país.
Demasiado burocratizados y
convertidos casi en ministerios, los sindicatos han perdido frescura y contacto
con la realidad social a la que se deben, al tiempo que se han dormido
demasiado a menudo bajo la confortable sombra del poder.
Su situación es
similar a la de los partidos políticos y como ellos necesitan también una
redefinición radical de su papel en una época de profundos cambios sociales,
políticos y económicos como la actual.
Sin embargo, mientras, ellos son en estos momentos la única herramienta de la que disponen los
trabajadores y las clases medias de este país para defenderse democráticamente
de la desequilibrada e injusta reforma laboral del Gobierno del PP.
Prueba de ello es la
agresiva campaña de criminalización y desprestigio sindical que ha puesto en
marcha el círculo mediático próximo al Gobierno nada más expresar los
sindicatos su rechazo a la reforma laboral y anunciar la eventualidad de una
huelga general. Qué duda cabe de que ésta campaña mediática también jugará en
contra del reto al que se enfrentan hoy los sindicatos.
No obstante, nada de eso es
capaz de ocultar los desequilibrios de una reforma laboral que deja a los
trabajadores inermes ante los empresarios y a estos con casi todo el poder para
hacer y deshacer. Una reforma que regala el despido a los empresarios y que, en
vez de moderar o regular de manera más estricta la capacidad sindical de
negociar las condiciones laborales a través de los convenios colectivos y
evitar de ese modo abusos y excesos sindicales, rebana de un tajo décadas de
cultura del acuerdo y el consenso entre trabajadores y empresarios que es como decir de paz social y laboral.
Y todo ello tiene como
corolario una reforma laboral que no servirá para crear empleo sino, con toda
seguridad, para destruirlo. Ni el propio Gobierno lo oculta ya.
Estos son los elementos
principales a tener en cuenta para decidir si la convocatoria de hoy en contra
de la reforma laboral merece apoyo y respaldo más allá de los recelos, el pesimismo, las
dudas o la desconfianza sobre la trayectoria sindical de los últimos tiempos en
este país. El reto está planteado.
Músicas para una vida - Porque hoy es sábado
El día de la creación (Vinicius de Moraes)
hoy es sábado y mañana domingo.
La vida llega en olas como el mar.
Los tranvías van por las vías
Y Nuestro Señor Jesucristo murió en la cruz para salvarnos.
hoy es sábado y mañana domingo.
No hay nada como el tiempo para pasar.
Fue mucha la bondad de nuestro Señor Jesucristo.
Pero, por las dudas, líbranos Dios mio de todo mal.
hoy es sábado y mañana domingo.
Al mañana no le gusta ver a nadie bien
hoy, es el día del presente.
El día es Sábado!
Imposible huir de esta dura realidad
En este momento todos los bares están
llenos de hombres vacíos.
Todos los enamorados se toman de la mano.
Todos los maridos están funcionando regularmente.
Todas las mujeres están atentas
porque hoy es sábado.
En este momento una boda,
porque hoy es sábado.
Hay un divorcio, una violación,
porque hoy es sábado.
Hay un hombre rico que se mata
porque hoy es sábado.
Hay un incesto, una regata,
porque hoy es sábado.
Hay una función de gala
porque hoy es sábado.
Hay una mujer que es golpeada,
porque hoy es sábado.
Hay un renovarse de esperanzas
porque hoy es sábado.
Hay una profunda discordancia
porque hoy es sábado.
Hay un seductor que cae muerto
porque hoy es sábado.
Hay un gran espíritu de camorra
porque hoy es sábado.
Hay una mujer que se transforma en hombre
porque hoy es sábado.
Hay niños que pasan hambre
porque hoy es sábado.
Hay un mitin de políticos
porque hoy es sábado.
Hay un gran aumento de la sífilis
porque hoy es sábado.
Hay un ario y una mulata
porque hoy es sábado.
Hay una tensión inusitada
porque hoy es sábado.
Hay adolescentes semidesnudas
porque hoy es sábado.
Hay un vampiro por las calles
porque hoy es sábado.
Hay un gran aumento del consumo
porque hoy es sábado.
Hay un novio loco de celos
porque hoy es sábado.
Hay un garden party en la cárcel
porque hoy es sábado.
Hay una impávida luna llena
porque hoy es sábado.
Hay damas de todas las clases
porque hoy es sábado.
Unas difíciles, otras fáciles
porque hoy es sábado.
Hay un beber y un dar sin medida
porque hoy es sábado.
Hay una infeliz que va bebida
porque hoy es sábado.
Un cura pasea sin sotana
porque hoy es sábado.
Hay frenéticos cortes de manga
porque hoy es sábado.
Hay una sensación angustiante
porque hoy es sábado.
De una mujer dentro de un hombre
porque hoy es sábado.
Hay la conmemoración fantástica
porque hoy es sábado.
De la primera cirugía plástica
porque hoy es sábado.
Y dando los trámites por cumplidos
porque hoy es sábado,
hay la perspectiva del domingo
porque hoy es sábado.
La vida llega en olas como el mar.
Los tranvías van por las vías
Y Nuestro Señor Jesucristo murió en la cruz para salvarnos.
hoy es sábado y mañana domingo.
No hay nada como el tiempo para pasar.
Fue mucha la bondad de nuestro Señor Jesucristo.
Pero, por las dudas, líbranos Dios mio de todo mal.
hoy es sábado y mañana domingo.
Al mañana no le gusta ver a nadie bien
hoy, es el día del presente.
El día es Sábado!
Imposible huir de esta dura realidad
En este momento todos los bares están
llenos de hombres vacíos.
Todos los enamorados se toman de la mano.
Todos los maridos están funcionando regularmente.
Todas las mujeres están atentas
porque hoy es sábado.
En este momento una boda,
porque hoy es sábado.
Hay un divorcio, una violación,
porque hoy es sábado.
Hay un hombre rico que se mata
porque hoy es sábado.
Hay un incesto, una regata,
porque hoy es sábado.
Hay una función de gala
porque hoy es sábado.
Hay una mujer que es golpeada,
porque hoy es sábado.
Hay un renovarse de esperanzas
porque hoy es sábado.
Hay una profunda discordancia
porque hoy es sábado.
Hay un seductor que cae muerto
porque hoy es sábado.
Hay un gran espíritu de camorra
porque hoy es sábado.
Hay una mujer que se transforma en hombre
porque hoy es sábado.
Hay niños que pasan hambre
porque hoy es sábado.
Hay un mitin de políticos
porque hoy es sábado.
Hay un gran aumento de la sífilis
porque hoy es sábado.
Hay un ario y una mulata
porque hoy es sábado.
Hay una tensión inusitada
porque hoy es sábado.
Hay adolescentes semidesnudas
porque hoy es sábado.
Hay un vampiro por las calles
porque hoy es sábado.
Hay un gran aumento del consumo
porque hoy es sábado.
Hay un novio loco de celos
porque hoy es sábado.
Hay un garden party en la cárcel
porque hoy es sábado.
Hay una impávida luna llena
porque hoy es sábado.
Hay damas de todas las clases
porque hoy es sábado.
Unas difíciles, otras fáciles
porque hoy es sábado.
Hay un beber y un dar sin medida
porque hoy es sábado.
Hay una infeliz que va bebida
porque hoy es sábado.
Un cura pasea sin sotana
porque hoy es sábado.
Hay frenéticos cortes de manga
porque hoy es sábado.
Hay una sensación angustiante
porque hoy es sábado.
De una mujer dentro de un hombre
porque hoy es sábado.
Hay la conmemoración fantástica
porque hoy es sábado.
De la primera cirugía plástica
porque hoy es sábado.
Y dando los trámites por cumplidos
porque hoy es sábado,
hay la perspectiva del domingo
porque hoy es sábado.
En recuerdo también de Enrique Sierra (ex Radio Futura)
Sevilla tiene un color especial
Algo tiene el vino cuando lo
bendicen y algo tiene Sevilla cuando los dos principales partidos políticos de
este país la eligen para sus respectivos congresos. Hace poco fueron los
socialistas quienes acudieron a la capital hispalense a dirimir sus cuitas
entre Chacón y Rubalcaba y a echarle una mano (al cuello, por lo que se ha
visto después) a Griñán en su carrera imposible por retener el Gobierno de la
Junta de Andalucía. Poco después del Congreso se desarmó el PSOE sevillano y
así andan, a la greña, a poco más de un mes para las elecciones autonómicas en
las que, salvo sorpresa, el PSOE perderá el que ha sido uno de sus bastiones
históricos.
Ahora es el PP el que acude también a Sevilla, pero no a dirimir
diferencias entre sus dirigentes, como ocurriera hace cuatro años en Valencia
(tierra soñada por Camps, al que no veremos en Sevilla), sino a entronizar a
Javier Arenas como el hombre que va a gobernar Andalucía al menos los próximos
cuatro años.
Aunque alguna que otra discrepancia sí habrán de limar los
populares en el congreso sevillano de este fin de semana. Véase por ejemplo la
creación de un coordinador o coordinadora del partido para que le eche una mano
a Cospedal, ahora que anda metida también en harinas gubernamentales en
Castilla – La Mancha. Pero ella no quiere que le hagan sombra y apuesta por
mantener ambos cargos, secretaria general del partido y presidenta
castellano-manchega. Al fin y al cabo, Toledo está de Madrid a un tiro de
piedra y eso permite estar en misa y repicando ( y cobrando dos jugosos
sueldos, aunque seguro que eso no es lo que la anima a mantener el
pluriempleo).
Por lo demás, el de este fin de semana más que un congreso será
una fiesta flamenca de aclamación a Rajoy, el hombre impenetrable que por la
vía de sentarse a ver pasar el cadáver de su rival, ha conseguido para el PP el
mayor poder político que haya tenido nunca un partido en este país desde el
inicio de la democracia. Si encima no aparecen por allí ni Camps ni Ricardo
Costa ni Carlos Fabra, la dicha será completa. No sé si Los del Río se unirán también
a la fiesta, aunque estoy seguro de que no desentonarían....
Nervios en la Casa Real
¡Cómo está el patio real! Un
duque esprintando por las calles de Wasington para no responder a las educadas preguntas por escrito de una
periodista (ver aquí) y una Infanta de España haciendo un paréntesis en un acto de beneficencia para
mandar a callar a la prensa.
Todo esto cuando sólo faltan unos días para que
Iñaki Urdangarín (ya saben, ese imputado que no es igual a otros imputados,
Gabriela Bravo dixit) se persone ante el juez y diga qué hizo con el dinero que
tan alegremente le entregaron determinados políticos para su fundación
"sin ánimo de lucro".
Lo que salvo "cambios inesperados" hará el próximo día 25 a bordo de un coche
policial y no a pie como un vulgar juez cualquiera, suponemos que para satisfacción de la mentada Bravo y de su
jefe Carlos Dívar. Dice Pilar Urbano, que de capas de armiño y
testas coronadas sabe más de lo que cuenta, que todo el lío puede hacer que la
monarquía se tambalee. Augura, además, que Urdangarín probablemente esta
preparando la escena para pedir perdón.
Con permiso de tan sagaz periodista diría
yo que por las carreras del Duque de Palma no lo parece, salvo que el espigado
ex jugador de balonmano entienda que no hay mejor defensa que una buena carrera
de huída, aunque no creo yo que fuera eso lo que aprendió en su etapa de
deportista. Más bien parece como si de pronto se hubiese acordado de aquella
vieja película de Woody Allen titulada "Toma el dinero y corre". Presuntamente,
claro.
Un carnaval en crisis
Durante el
nacionalcatolicismo franquista el carnaval se refugió en casinos y sociedades
privadas bajo el disfraz de fiestas de invierno. Cuando llegó la democracia
salió a la calle y recobró su esencia trangresora y liberadora, ajeno a
ataduras políticas y sociales.
Pero poco duró la alegría: alcaldes y
concejales, además de otros políticos que pasaban por allí, no tardaron en
detectar el filón e ir a por él. Poco a poco el carnaval se ha ido
convirtiendo en un espectáculo de cartón piedra lleno de extrañas adherencias y
pensado sólo para la televisión y para que los políticos de turno se dejen ver.
Pareja
a esta deriva han ido las murgas, esencia misma del carnaval, con letras, que
salvo honrosas excepciones, parecen más apropiadas para un mitin político y encima interpretadas en la mayoría de los casos en una
suerte de cacofonía ininteligible.
El carnaval ya no está tanto en la calle
como en los macroescenarios inspirados en los "temas" más peregrinos,
elegidos, eso sí, por rigurosa votación popular (como si los carnavaleros
necesitaran cada año que les digan de qué deben disfrazarse y como si el espíritu
del carnaval consistiera en ir todo el mundo disfrazado de lo mismo o parecido). Claro que los comercios que venden disfraces están encantados con la original idea de ponerle "tema" al carnaval.
Es cierto que aún quedan carnavaleros de los de verdad que ignoran este espectáculo
huero en el que ha derivado la fiesta y por el que encima hay que pagar en
muchos casos. Ellos son la última esperanza de rescatar el carnaval del control
político y devolverle la frescura y el carácter verdaderamente transgresor que nunca debimos
habernos dejado arrebatar.
La rebelión del miedo
El 2012 es año de elecciones en Estados Unidos y
Barak Obama se la juega ante un rival republicano aún por conocer. El
presidente norteamericano presentó ayer sus presupuestos para 2013 que incluyen
más impuestos para las rentas altas, una tasa especial para las grandes
fortunas, más inversiones en educación e infraestructuras y un alargamiento de
los plazos para reducir el déficit de manera que no se perjudique el
crecimiento económico y el empleo. Claro que los republicanos ya han dicho que
Obama se puede ahorrar incluso la molestia de enviar las cuentas del año que
viene al Congreso, "están rechazadas antes de su llegada".
Eso ocurre en Estados Unidos y ya veremos en qué
quedan las buenas intenciones de Obama. En España, en cambio, pintan bastos y
ni después de una noche de copas cabe esperar que algo parecido a lo de Obama
llegue siquiera a plantearse por estas latitudes.
El Gobierno de Rajoy
se niega a adelantar por dónde irán los Presupuestos Generales del Estado para
este año, aunque sus fieles escuderos ( véase Luis de Guindos) ya dejan entrever que serán "durísimos" (más o menos como la reforma
laboral, suponemos, tan equilibrada ella). Rajoy no quiere arruinar las
posibilidades de hacerse también con el feudo socialista andaluz, por mucho que
los socialistas andaluces le estén facilitando la labor con un entusiasmo digno
de mejor causa. Así que las cuentas públicas de este año no las conoceremos
hasta una semana después de las elecciones autonómicas fijadas para el 25 de
marzo.
No hace falta ser un adivino para esperar que se
repita entonces el crujir de dientes que ya han provocado la subida del IRPF y
la reforma laboral: más recortes sociales, ni un euro para dinamizar de verdad
la economía, subida del IVA y, para disimular, alguna medida cosmética sobre
las rentas altas o los bancos: el estado del bienestar tal y como lo conocemos
sacrificado en el altar de la nueva religión neoliberal de reducción del
déficit público. Puede que me equivoque, pero no creo que demasiado.
Suponen
los más optimistas que las medidas tomadas hasta ahora por Rajoy ablandaran a
la canciller alemana (que está exultante con la reforma laboral de la que ha
dicho que "es un ejemplo") y le permitirá a Rajoy aliviar el imposible
objetivo de alcanzar un déficit del 4.4% en 2012.
No lo creo probable ahora que
nos hemos instalado en la economía del miedo, que diría Joaquín Estefanía: los
parados tienen miedo de no encontrar trabajo, los empleados de perder el suyo y
hasta Mariano Rajoy tiene miedo de perder el afecto de Angela Merkel, como les
ha ocurrido a los griegos. Así, atenazados por el miedo, seremos todos más
dóciles y manejables. Cuánta razón tiene Dolores de Cospedal cuando, ante las
llamadas de los sindicatos a la movilización contra la reforma laboral, asegura
que no es el "momento de la rebelión". Sólo una pregunta: ¿cuándo es
entonces el momento?
¡Bravo, Gabriela!
A Gabriela Bravo no le han
hecho gracias las duras críticas a los magistrados del Tribunal Supremo que han
condenado a Baltasar Garzón a 11 años de inhabilitación por las escuchas del
"caso Gürtel". La portavoz del Consejo General del Poder Judicial ha
dedicado muchos "in" a unas críticas durísimas y, en algunos casos,
es cierto, un punto desaforadas: "intolerable",
"injustificable", "inadmisible", etc.
No están los jueces de este
país acostumbrados a que se cuestionen sus decisiones y eso se nota. Enseguida
sale a relucir el corporativismo más rancio que no duda en acusar a quienes
critican esas decisiones de menoscabar el estado de derecho, la democracia, el
sistema judicial y no sé cuantas cosas más.
Se desconoce si la señora Bravo ha
llamado ya al New York Times o a la Alta Representante de la ONU para los
Derechos Humanos que también han criticado la sentencia. Y eso por sólo citar
dos ejemplos que ponen de manifiesto la alarma que ha generado en medio mundo el
fallo contra Garzón.
Sí se sabe en cambio que
para Gabriela Bravo, cuando se trata de justicia, hay imputados e imputados.
Del juicio contra Garzón por las escuchas del "caso Gürtel" o del que
ha quedado visto para sentencia por declararse competente para investigar los
crímenes del franquismo se ha dicho desde las altas instancias del poder
oficial y judicial que todos somos iguales ante la Ley, así que no procede
rasgarse las vestiduras porque un juez se siente en el banquillo de los
acusados por tres causas distintas, algo habitual y corriente como todos
sabemos.
Esto lo ha vuelto a repetir
la propia Bravo para rechazar las críticas a la sentencia del Supremo contra
Garzón. Sin embargo ha tenido un desliz, un lapsus del subconsciente tal vez,
poca cosa en definitiva: cuando se le ha preguntado si no supone un trato de
favor que el juez del "caso Noos" haya aceptado que la declaración de
Iñaki Urdangarín no se grabe en video, ha dicho que "no todos los
imputados son iguales". ¡Bravo, Gabriela!
Desequilibrada, inútil y agresiva
Desequilibrada
No es verdad: la reforma
laboral aprobada por el PP no es equilibrada como habían asegurado la
ministra Báñez y el presidente Rajoy. Es claramente desequilibrada en favor de
los empresarios a los que se les entregan todos los mecanismos necesarios para
que despidan a placer y de forma barata; y de propina, para que rebajen los
salarios con criterios de difícil comprobación objetiva.
Los empresarios han hecho
del coste del despido el gran problema de las relaciones laborales de este país
y, mientras reclamaban más "flexibilidad", no han parado de despedir
hasta colocar la cifra de desempleados en los niveles conocidos. Zapatero
intentó satisfacer los deseos de la patronal de obtener un despido barato y le
costó una huelga general. Rajoy – que cuando era el líder de la oposición
arremetió contra Zapatero por "centrar" la reforma laboral en el
despido – ha ido ahora mucho más allá que el ex presidente y le ha servido en
bandeja a la patronal el trofeo más cotizado: el despido express y por cuatro
euros. ¡Viva el equilibrio!
Rajoy ha vuelto a mentir a
los españoles que le votaron y a los que no. Primero con la subida del IRPF,
que ha cargado sobre las espaldas de las clases medias, y ahora con una reforma laboral claramente escorada
en favor de los intereses patronales en detrimento una vez más de los
trabajadores. Que le cueste una huelga general, una posibilidad de la que él
mismo se pavoneó en Bruselas, está por ver.
Los sindicatos – conocedores
de su situación de debilidad en un panorama económico en el que impera más que
nunca el miedo a perder el empleo entre quienes lo tienen – anuncian
movilizaciones para el próximo domingo. Supongo que intentan medir sus propias
fuerzas antes de decidir si vale la pena convocar una movilización general que no
se quede en parcial como ocurrió con la anterior.
Inútil
Tampoco es verdad que esta
reforma sea útil para crear empleo, el mantra central de la campaña popular en
las pasadas elecciones (otra promesa electoral convenientemente olvidada en
algún cajón de la calle Génova) Subir los impuestos y abaratar el despido en
plena recesión económica sólo puede tener una consecuencia: frenar aún más el
consumo y la inversión e incrementar el desempleo. Súmense a esos efectos los de
la obsesión por planchar el déficit público hasta dejarlo en el 0% y tendremos
el perfecto círculo vicioso del que no habrá modo de salir. ¡Viva la utilidad!
La reforma no sólo no
animará a los empresarios a contratar sino a todo lo contrario, a despedir más
ahora que es aún más barato. Apelar a la buena voluntad empresarial como hace
el presidente de la patronal y la ministra Báñez para que no se abuse mucho del despido por causas
"objetivas" y 20 días de indemnización es cuanto menos una broma
pesada y de mal gusto.
Mas ¿qué importa? Los
mercados están contentos y eso es lo único que parece importarle a un Gobierno
obsesionado con la idea de recuperar la confianza en España, aunque sea a costa
de que sean los españoles quienes la pierdan en sí mismos y en su futuro. Si
como tantas veces se ha dicho la economía es también un estado de ánimo, el de
los españoles debe de ir camino de entrar en recesión si no lo está ya.
Agresiva
Un par de días antes de su
aprobación, el ministro de economía emuló a su jefe el presidente y presumió en
Bruselas de que la reforma laboral sería "extremadamente agresiva".
Más allá de la cara de preguntarse quién es este señor y por qué me cuenta esto
que puso el comisario europeo de economía Olli Rhen, tenía razón de Guindos: leyendo
la letra menuda hay que coincidir con él. Por tanto, desequilibrada, inútil y
agresiva son tres características que pueden resumirse en una: profundamente injusta.
Miénteme más...
No iban a subir los impuestos jamás de los jamaces....
Pero los subieron.....
Y se ha abaratado.....
Miéntema más Mariano, que voy viviendo ya de tus mentiras.....¿cuál será la próxima?
Pero los subieron.....
Tampoco se iba a abaratar el despido jamás de los jamaces.....
Y se ha abaratado.....
Miéntema más Mariano, que voy viviendo ya de tus mentiras.....¿cuál será la próxima?
Cambalache
Hoy no me apetece escribir.....este tango inmortal es más elocuente que cualquier cosa que uno pueda decir. Sólo hay que cambiar el siglo XX por el XXI y Argentina por España a fecha 9 de febrero de 2012.....
El yunque griego
Sigue la llamada
"troika" (UE, FMI y BCE) machacando sobre las espaldas de los griegos
con más ajustes y recortes a cambio de un segundo rescate del país heleno. Siguen
los griegos en las calles diciendo "no" y los sindicatos convocando
huelgas generales.
De nada sirven porque nada hace cambiar de idea a
esos señores que vemos en los telediarios entrando y saliendo de noche del
ministerio griego de finanzas como si ocultaran algo. Tal vez su
incompetencia para resolver la crisis de un país que apenas representa el 2%
del Producto Interior Bruto de la Unión Europea; o su incapacidad para
reconocer que sus medidas no pueden sino hundir más en el abismo a los griegos.
No digo que las cosas se hayan hecho bien en Grecia ni que los griegos no hayan
vivido pensando que es posible atar los perros con longanizas. Corríjanse por
tanto los desmanes, impónganse sanciones, exíjase más austeridad y racionalidad
en el gasto público, pero no se someta al enfermo a una cura que sólo puede
abocarle al desastre social y económico.
El Gobierno de concentración nacional –
socialdemócratas, conservadores y ultraderecha (curioso totum revolutum) –
lleva horas intentando decidir si acepta las draconianas medidas que le
imponen los mercados para soltarles a cambio el dinero de un segundo rescate. El
primer ministro – un banquero metido a político – ha amagado con dimitir y no
ha descartado incluso sacar al país de la zona euro y volver al milenario
dracma.
Me malicio que no ocurrirá tal cosa: ¿cómo cobrarían entonces los
bancos alemanes y franceses que ya han aceptado perder la mitad del dinero invertido
en deuda griega y que de ese modo lo perderían todo? Se trata más bien de ejemplarizar en las
espaldas de los griegos, usadas a modo de yunque, lo que les puede pasar a
irlandeses, portugueses, italianos y españoles si no son obedientes y no
cumplen con el dictado de los mercados y los dogmas neoliberales en boga. Ese y no otro es el verdadero contagio que se
quiere evitar y parece claro que lo están consiguiendo.
Siempre nos quedará París
Ya se sabe que los franceses son muy suyos, perdón por el tópico,
pero a ellos hay que reconocerles, por ejemplo, ser los protagonistas de la
primera gran revolución de la historia moderna, de cuyos valores aún seguimos
viviendo (aunque cada vez menos, la verdad).
Ahora, todas las encuestas
coinciden en que el candidato socialista a la presidencia de la República,
Francois Hollande, le saca 8 puntos de ventaja para las presidenciales de mayo
a Nicolás Sarkozy, ese señor bajito al que vemos un día sí y otro también
colgado del brazo de la canciller alemana Angela Merkel, que lo usa a modo de
bolso con el que darnos en todos los morros del déficit a machamartillo.
Cuando
la socialdemocracia europea se retira meditabunda y cabizbaja a sus cuarteles
de invierno a rumiar sus sucesivas derrotas electorales (véase el caso de
España), Hollande saca pecho y se atreve a decir "no" a lo que el
resto de sus correligionarios europeos sólo han dicho "sí frau
Merkel". El candidato socialista está basando su campaña electoral en
advertir de que si llega al Elíseo renegociará ese acuerdo de hierro que obliga
por ley a los países miembros de la Unión Europea a establecer un tope de déficit
no superior al 0,5% del producto interior bruto. Promete renegociar ese tratado
para que pueda ser votado en el Parlamento Europea (que para algo se supone que
fue elegido) e implementar medidas de crecimiento económico y creación de
empleo.
No sabemos aún con qué argumentos contraatacará Sarkozy que, para
empezar ya se ha ganado el apoyo (como no podía ser de otra manera) de la
señora Thatcher germana. También se le ha oído decir que las propuestas de su
contrincante socialista restan credibilidad a la palabra dada por Francia ante
sus socios comunitarios (aunque quiso decir ante Alemania). Veremos qué ocurre
en las presidenciales de mayo y sabremos si son los franceses los que nos
libran de esta política monocorde y suicida de ajustes y recortes que se ha
implantado en la Unión Europea como un mantra irrefutable. Confiemos en que siempre nos quede París
Preguntas sin respuestas
El mundo al revés: llega un gobierno
conservador al poder y hace lo que pudo hacer y no hizo un gobierno socialista.
Luis de Guindos, ministro de economía, le ha metido un buen tijeretazo a los
sueldos de los ejecutivos de los bancos intervenidos por el Banco de España o
ayudados con dinero público: los primeros no podrán cobrar más de 300.000 euros
al año y los segundos no más de 600.000. Si la medida les ha escocido, que es
muy probable, se han guardado las ganas de protestar.
Se da la paradoja de que entre los segundos
está el presidente de Bankia, Rodrigo Rato, quien fuera en tiempos jefe de
Guindos, el mismo que ahora le rebaja el sueldo de los 2,34 millones de euros
anuales a los "escuálidos" 600.000. ¿Chocolate del loro, sobre todo
teniendo en cuenta lo que han ganado ya estos altos ejecutivos? ¿Mensaje para
la galería habida cuenta del cabreo que ha generado entre la ciudadanía
conocer los sueldazos de los directivos de bancos y cajas que tuvieron que ser
intervenidos o ayudados con dinero público? Puede que ambas cosas, pero la
pregunta sigue siendo la misma: ¿por qué no tomó una medida como esta el
Gobierno de Rodríguez Zapatero? ¿Miedo a la banca?
Además, el ministro obliga a los bancos y
cajas a rebajar los precios de los pisos en stock para intentar que se vendan y
las entidades financieras se liberen del chapapote inmobiliario en el que se
metieron ellas solitas y metieron de paso a millones de ciudadanos.
Sin embargo, con ser la acumulación de pisos
sin vender un problema importante porque contribuye a impedir que se concedan
créditos, no es el más importante desde el punto de vista social. Más que la
venta de las casas sin vender, el problema radica en las que se han vendido y
ahora resulta casi imposible cobrar. Me refiero a las hipotecas incobrables o
de muy difícil cobro sobre las que la reforma del ministro no dice nada, en
particular sobre la llamada dación a cuenta.
Ésta es, por cierto, una de las medidas
estrella anunciada por Pérez Rubalcaba, el nuevo secretario del PSOE. Sólo cabe
preguntarse una vez más: ¿ porqué no la aplicó cuando podía hacerlo? ¿tendrá
que ponerla en práctica también de Guindos?
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