No hay dos como él y si no hubiera ninguno habría que inventarlo a toda prisa. Nadie como el ministro de Hacienda para alegrarnos un día más de esta larga crisis y surtir de titulares a los medios y de mensajes a las redes sociales; otros lo intentan con muy buenos resultados pero ningún otro ministro de Rajoy tiene su tonillo didáctico – acusica y su capacidad para retorcer el lenguaje y ocultar lo que cualquiera en este país sabe y sufre en carne propia sin necesidad de acudir a las áridas estadísticas: que los sueldos en España no paran de bajar gracias, sobre todo, a la reforma laboral.
Pero no es Montoro un ministro capaz de rendirse ante las evidencias, por muy estadísticas que sean. Él prefiere tomarnos a todos por tontos y decir ufano en el Congreso que no es verdad que los salarios en España siguen bajando y el consumo congelándose. Él lo que ve es un “crecimiento moderado de los salarios” y hasta está dispuesto a explicárnoslo en una pizarra electrónica. A quien debería de explicárselo en primer lugar es a su jefe, el presidente Rajoy, que hace nada dijo sin empacho en Japón que España es un buen destino para las inversiones niponas porque los salarios “están bajando”.
Y después, que Rajoy se lo explique a los españoles que han perdido el empleo, a los que se han quedado sin prestación de ningún tipo, a los funcionarios públicos, a los pensionistas o a los que, aún empleados, se han visto entre la espada y la pared de aceptar una rebaja del sueldo o irse directamente a la calle.
A ver si consigue convencernos de que los datos del Instituto Nacional de Estadística mienten cuando aseguran que los salarios en este país están en caída libre desde hace casi un año mientras los empresarios siguen pidiendo más “moderación salarial” para ganar competitividad.
Y aunque fuera como dice Montoro – que no lo es – ese moderado crecimiento, que en todo caso sólo afecta a los trabajadores sujetos a convenio colectivo, está muy por debajo del aumento del coste de la vida. Eso en la práctica y a efectos de euros en el bolsillo es recorte de salarios. Que nos expliquen Rajoy o Montoro o de Guindos de dónde sino de los recortes salariales ha ganado enteros la competitividad del país, eso sí, a costa del empobrecimiento y la depauperación de las clases medias y trabajadoras.
Que nos digan de paso la razón por la que los miembros del actual Gobierno aún no se han bajado el sueldo una sola vez desde que llegaron a La Moncloa y, ya puestos, que nos digan si las retribuciones en diferido a Luis Bárcenas también fueron un moderado incremento de su salario. Que nos diga Montoro con su lógica aplastante si el aumento del número de ricos en un 13% obedece a un moderado incremento de sus sueldos o tal vez a una redistribución mucho más equitativa de la riqueza, de manera que en cuanto lleguemos al final del túnel de la crisis que el Gobierno ve tan cercano el porcentaje se eleve al 100%.
A ver si, tan obediente como es ante las exigencias de los mercados, hace caso al FMI que hoy mismo ha instado a España a acometer una reforma fiscal para que paguen más los que más tienen en lugar de regalarles amnistías fiscales. Queremos escuchar todo esto y queremos escuchárselo a él a ser posible, porque Montoro es un tesoro del que este país no puede prescindir.
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