Los factores que han llevado a la política y a los políticos a la preocupante situación de descrédito actual son numerosos, pero tengo para mi que uno de ellos es el cinismo con la que dicen una cosa y hacen la contraria o no dicen lo que piensan hacer hasta no que corren peligro sus inminentes expectativas electorales.
En España acabamos de vivir dos casos flagrantes del cinismo con el que no se anuncia algo que luego se hace y se dice lo contrario de lo que se hace al día siguiente. El primero de los casos es el de Cataluña, en donde los nacionalistas de CiU ocultaron durante la campaña de las autonómicas los recortes que aplicaron nada más llegar al poder, a pesar de todo lo cual volvieron a recibir el apoyo popular en las generales de noviembre ¿Masoquismo ciudadano?
El segundo caso es el del flamante nuevo presidente del Gobierno español. Hasta el día antes de tomar posesión del cargo aseguró en el debate de investidura que su "intención" era no subir impuestos. Poco le duraron al señor Rajoy tan buenas intenciones: no tardaron ni una semana sus ministros en "descubrir" que el agujero del déficit era mayor que lo que había supuesto Zapatero y endilgar una subida de impuestos "temporal" que castiga especialmente a las rentas del trabajo en favor de las del capital.
¿Han oído ustedes al señor Rajoy dar alguna explicación en público, clara y precisa, de por qué cambió de idea de manera tan rápida? Es más ¿han oído ustedes al señor Rajoy dar alguna explicación en público de cualquier cosa después de que es presidente? ¿Y antes de serlo? ¿A quién creerá que representa este señor?
Estoy de acuerdo
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