Enfrascados en nuestros recortes y ajustes, en nuestras subidas de impuestos y en nuestros déficits galopantes, tal vez nos hemos olvidado demasiado pronto de que hay millones de seres humanos para los que estas palabras no tienen sentido alguno.
¿Qué significan para un haitiano términos como "ajustes" o "recortes"? Nada absolutamente. Dos años después del terrible terremoto que se llevó por delante la vida de más de 200.000 personas (más de 300.000 según otras fuentes) las ONGs que trabajan sobre el terreno denuncian que apenas ha llegado al empobrecido país caribeño ( uno de los más depauperados del mundo antes incluso del terremoto del 12 de enero de 2010) un 40% de la ayuda prometida.
Desesparación en Haití |
Todos recordamos a los dirigentes políticos de medio mundo acudiendo en tropel a las cumbres de donantes para ofrecer millones de dólares en ayuda humanitaria. Y sin embargo, dos años después más de medio millón de haitianos siguen viviendo en condiciones paupérrimas, sin vivienda que merezca tal nombre y sin acceso a servicios esenciales como la sanidad.
Los españoles y los canarios en particular nos volcamos con Haití en una nueva demostración de solidaridad. Sin embargo, pasado el tiempo y atenazados como estamos por la crisis económica y sus consecuencias, queda poco margen para recordar la miseria y la desesperación en la que malvive todo un país. Hoy, que se cumplen dos años de la tragedia, recordemos que nuestra crisis es sólo una broma pesada en comparación con lo que sufren los haitianos.
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