Los hombres de negro llegan a Canarias

Y han venido para quedarse una temporada larga. Sin embargo, no vienen a tomar el sol ni a disfrutar del clima, sino a escudriñar cuánto y en qué se gasta el dinero la comunidad autónoma. Enviados por el Ministerio de Hacienda, es la consecuencia inevitable de la decisión del Gobierno de Canarias de adherirse - nada de rescate - al Fondo de Liquidez Autonómico y pedir casi 757 millones de euros para pagar la deuda con vencimiento este año y cumplir el objetivo de déficit.

Hay coincidencia general en que a Canarias no le quedaba más remedio que pedir un cable financiero toda vez que el interés que exigen los bancos – cerca del 7% - ronda la usura frente al 5,5% que exige Hacienda. Luego están los dos años de carencia y los diez para la amortización del préstamo que, a primera vista, parecen también condiciones favorables.

 
Sin embargo, como suele ocurrir casi siempre, el diablo está en los detalles. Y uno de esos detalles – nada menor, por cierto – es que la comunidad autónoma queda intervenida económicamente de facto por el Ministerio de Hacienda y deja muy capitidisminuido el margen de maniobra económica del Gobierno de Canarias y, por tanto, su propia autonomía. Todo ello en un marco presupuestario asfixiante en el que Canarias vuelve a perder posiciones en su legítima aspiración de que la inversión en las Islas se acerque a la media del Estado y de que se corrijan las disfunciones del sistema de financiación autonómico.


Por eso, dice bien el Gobierno de Canarias cuando afirma que si el Ejecutivo del Estado cumpliese simplemente con lo que se establece en el Régimen Económico y Fiscal no sería necesario acudir al Fondo de Liquidez Autonómico. La decisión de pedir el rescate ha sido acogida con resignación por casi todos, pero sólo el PP se ha alegrado sinceramente de que el Ejecutivo regional haya dado ese paso y hasta su líder en las Islas, José Manuel Soria, ha considerado conveniente instar el presidente canario a que dé las gracias a Mariano Rajoy por su generosidad para con las Islas.

Contrasta la insistencia con la que el PP venía demandando la petición del rescate de Canarias de la que ahora se alegra tanto, con los remoloneos de Rajoy para hacer lo propio con España a la espera seguramente de que pasen las elecciones vascas y gallegas. Son las dos habituales varas de medir que emplea el PP en estos casos en los que recurre a la ley del embudo: lo ancho para mi y lo estrecho para ti.

Es el mismo PP que hurtó a los ciudadanos un debate parlamentario sobre las condiciones del rescate de la banca y que ahora parece dispuesto a evitarle a Mariano Rajoy el mal trago de comparecer en el Congreso para explicar las condiciones del rescate integral, como si fuese un asunto menor que no afectará una vez más y para mal a la vida de los españoles.

En ese sentido, debería de dar ejemplo el Gobierno de Canarias y su presidente comparecer a petición propio en el Parlamento autonómico para explicar con todo lujo de detalles las condiciones y consecuencias de esta adhesión al Fondo de Liquidez Autonómico y cómo afectará la decisión a los ciudadanos de esta comunidad autónoma, cada día más desconcertados ante la toma de medidas que se se les trasladan como dolorosas aunque inevitables y que influyen de forma decisiva en su vida cotidiana.

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